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La historia del atletismo nos cuenta que en 1985 el ser humano fue capaz de volar por encima de los 6 metros en el salto con pértiga. Lo consiguió, con todo merecimiento, el saltador más completo de todos los tiempos: Sergey Bubka.
Pero vamos a bajar un peldaño, concretamente un metro. 16 pies y 5 pulgadas fue la medida equivalente a 5 metros que consiguió el estadounidense Brian Sternberg el 27 de abril de 1963 en Philadelphia (Estados Unidos).
En 1961 se empezaron a utilizar las pértigas de fibra de vidrio, lo cual supuso un enorme desarrollo de la especialidad. Su flexibilidad, unida al poco peso en comparación con las metálicas que se utilizaban hasta entonces, hizo que los pertiguistas mejoraran ampliamente sus marcas (eso sí, después de un período de adaptación).
Al finalizar 1962, el récord estaba en manos de un europeo, el finlandés Pentti Nikula, que había subido hasta 4.94 en Kauhava (una pequeña localidad finlandesa) el 22 de junio de ese año. Nikula fue el primer pertiguista en saltar más de 5 metros oficiosamente, al conseguirlo en Pajulahti (Finlandia) el 2 de febrero de 1963. Ese día consiguió, además de cinco metros, 5.05 y 5.10. La IAAF no tomó en cuenta sus récords porque en aquellos tiempos no se homologaban las marcas conseguidas en pista cubierta.
Brian Sternberg fue un efímero saltador, pero oficialmente el primero que saltó 5 metros. Nacido el 21 de junio de 1943 en Seattle, era un corpulento saltador de 1.85 metros y 76 kg. A la edad de 17 años (1960) tenía un mejor salto de 3.65, mejorando en 1961 hasta 4.36. Al año siguiente ya estaba entre los mejores del mundo con un mejor salto de 4.77 realizado en Vancouver (Canadá) el 25 de agosto. Al final del año era el décimo en el ranking mundial.
Se convirtió en el plusmarquista mundial durante los Penn Relays, que se siguen celebrando en Philadelphia cada año. En 1963 comenzó a saltar en 4.57, pasándolo al segundo intento, al igual que 4.72. A la primera pudo con 4.90 y con los 5 metros (exactamente 5.0038: 16 pies y cinco pulgadas). Ya no pudo con 5.05. Le siguieron en esa histórica competición Dick Plymale y el puertorriqueño Rolando Cruz con 4.72. Cuarto fue John Belitza y quinto Mike Brown, ambos con 4.42.
El 30 de abril, su compatriota John Pennel saltó 5.05 en Monroe, pero la IAAF no homologó la marca, al igual que otros 5.05 del propio Sternberg el 25 de mayo en Modesto. El motivo fue que el listón era más largo, aunque la federación de Estados Unidos sí que estimó ambas marcas como récord nacional.
Sternberg compitió en la ciudad californiana de Compton el 7 de junio y consiguió otro récord mundial durante la celebración del Compton Invitational. Este fue su concurso: 4.89 y 4.99 a la primera y 5.08 a la segunda (16 pies y 8 pulgadas). Derrotó a su gran rival Pennel, que se quedó en 4.89, al igual que Yang Chuan-Kwang y Ronald Morris. John Rose fue quinto con 4.57. Ese año también consiguií otras dos grandes marcas: 4.99 en Albuquerque (15 de junio) y 4.98 en St Louis (21 de junio).
La desgracia se cebó en nuestro protagonista el 2 de julio. Durante un entrenamiento en la cama elástica, realizó un doble salto mortal hacia atrás y cayó sobre la nuca y los hombros en vez de hacerlo de pie, sufriendo daños en la médula espinal. Falleció el 23 de mayo de 2013.
* Joan Pelayo es juez-árbitro de atletismo, especialista en pértiga y miembro fundador de la AEEA.
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