"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
Borja Vivas consiguió su consagración definitiva en la élite mundial del lanzamiento de peso superando a Majewski en una bonita lucha por la segunda plaza, ya que el oro estaba destinado a Storl, que demostró que es un competidor de primera fila. Vivas fue el primero de los mortales, pasó a la historia de oro del atletismo español al ser el primer lanzador en conseguir una medalla en un Campeonato de Europa al aire libre.
Los antecedentes en los lanzamientos de grandes logros son muy pocos. La primera gran medalla internacional fue la de Margot Moles, atleta republicana, que conseguió el bronce en la Olimpiada Obrera de Amberes en 1938. Mercedes Chilla fue la primera mujer en conseguir una medalla en lanzamientos en jabalina (Gotemburgo 2006) y Manolo Martínez el primero en conseguir una medalla en un Campeonato de Europa de pista cubierta, en un Campeonato del Mundo de pista cubierta y en unos JJ. OO. Ahora le corresponde a Vivas unirse a esta terna de lanzadores al lograr otro hito histórico. Solo queda vacante el título de ser el primer español en conseguir un título de Campeón del Mundo al aire libre, y Vivas, con permiso de Storl y los lanzadores norteamericanos, tiene opciones el próximo año en Pekín.
Pero más importante que la medalla es la progresión personal y de todo el sector de lanzamientos del atletismo español. Vivas es un atleta de enorme talento con un motor y un físico espectacular para la prueba que tenía dos defectos: una técnica que debía mejorar y la falta de confianza en sus posibilidades. La técnica la ha ido trabajando junto con su entrenador (Tomás Fernández), y la mejora es evidente. La otra gran mejora es a nivel de confianza, fruto de ver que los resultados iban saliendo y cada vez eran más consistentes. Hasta hoy, las decepciones en la alta competición habían sido la tónica constante. La última fue en Sopot, donde se quedó a un puesto de acceder en la final. Pero en esa competición ya dio muestras de otra consistencia. Antes nunca había superado los 19 metros en eventos de primer nivel: Berlín, Daegu, Estambul, Londres y Moscú fueron competiciones que acabaron con sabor amargo. Ahora, a los 30 años ha logrado una madurez y una confianza en sus posibilidades que hacen pronosticar grandes cosas de cara el futuro. Las dos grandes debilidades de Vivas pasan a convertirse en fortalezas y nos permiten vislumbrar el futuro de otra manera.
Y más allá de un triunfo individual, hay un triunfo colectivo que nos hace pensar que el trabajo en el sector de lanzamientos es excelente. Es junto a la marcha la punta de un barco que marcha con paso firme. La presencia de tres lanzadores de peso en Zúrich no puede ser fruto de la casualidad; esto coloca a España entre las potencias de la especialidad. Dos de ellos alcanzaron la final y otros dos lo harán en la final de disco, además de Mercedes Chilla en jabalina.
La otra final del día se la llevó Pavey, que a sus 40 años logra un doblete histórico: medalla en los Juegos de la Commonwealth y ahora un triunfo en el 10000 en Zúrich. Ella misma reconocía que le hacía gracia haberse pasado toda la vida en busca de este sueño y que le llegue ahora después de la maternidad y con su edad.
En la parte negativa está la mala suerte de Víctor García, que en la clasificación de los 3000 metros obstáculos acabó tropezando con el último obstáculo y se iba al suelo. Esto le privó de la clasificación para la final, aunque en ese momento no estaba clasificado por puestos. García es un hombre de poderoso final, y de haber saltado correctamente ese obstáculo estaría en la final casi con toda seguridad. La desgracia hace que se haya repetido lo que aconteció en Helsinki, pero en aquella ocasión se pudo levantar y conseguir la medalla de bronce.
Francia empezó la jornada de manera muy positiva, con exhibiciones de Lemaitre y Vicaut, pero parece que este último no saldrá mañana. Así lo reveló su entrenador, que comentó que esperarán a ver cómo se encuentra, pero puede que no salga debido a la lesión que lo había apartado de la competición desde el pasado 21 de junio. De confirmarse la lesión, Francia perdería a uno de sus atletas más destacados en velocidad. Además es una pieza muy destacada en el equipo francés de relevos 4×100.
Malas noticias para el equipo ruso, que pierde a Kirdiakina, subcampeona del mundo de marcha y gran favorita por un envenenamiento o intoxicación que la llevó al hospital. Además, pierden a Anatoly Rybakov para la final de 10000 y Sivkova (1997), la gran joya de la velocidad rusa, tampoco fue de la partida en las series del 100.
El pronóstico del tiempo da lluvias en buena parte de las jornadas del campeonato. Uno de esos días con lluvia puede ser el viernes, día de la final de salto altura en la que compite Ukhov. Para desgracia del equipo ruso, Ukhov no es capaz de competir bien con lluvia, ya que sus clavos son de velocista, es decir, no lleva clavos en el talón como la inmensa mayoría de saltadores. En estas condiciones no le quedaría otra que emplear unas zapatillas que no utiliza nunca.
Europa sigue siendo lineal: esa es la primera conclusión. Esa es la técnica empleada por el podio al completo. Storl marcó distancias con un lanzamiento de 21.41 que lo puso en la senda del triunfo. Vivas respondió en un segundo lanzamiento de 20.86 y Majewski, con otro de 20.83. Las posiciones que tenían tras segunda ronda ya no se modificaron. Desde la grada se podía ver a Sven Lang, entrenador de Majewski, haciendo aspavientos y modificando la técnica de su pupilo, pero ninguno logró mejorar su resultado.
Storl cierra un año magnífico en el que se ha lanzado 21.97 y en el que consigue sumar un nuevo título a su impresionante palmarés: lo ha ganado todo en categorías inferiores y como absoluto. Ha sido doble campeón del mundo, doble campeón de Europa y medallista de plata olímpico. En cuatro años acumula cuatro oros y una plata en las competición al aire libre más importantes. En su peor competición de este año al aire libre lanzó 21.08, registro que también le habría otorgado el oro en Zúrich. Majewski lleva dos años que no está a su máximo nivel. Tuvo una operación después de los JJ. OO. de Londres y su mejor lanzamienro desde entonces ha sido de 21.04. En la rueda de prensa dijo que no era su final y que la diferencia entre un buen y un mal lanzamiento es mínima. Tobalina lanzó 20.06 en la clasificación y 20.04 en la final. Toledo lanzó 19.59 (15º) en la clasificación.
Pavey se impuso, once meses después de dar a luz, a la francesa Calvin gracias a su mejor final en la última vuelta. La prueba fue a ritmo lento y con todas las atletas en el pelotón hasta que las portuguesas Moreira y Félix decidieron avivar el ritmo a falta de tres vueltas. Eso hizo una selección natural y a falta de una vuelta quedaban Calvin, Moreira y Pavey. La portuguesa se quedó y fue sobrepasada por Traby, que ganó el bronce. La lucha por el oro se dilucidó del lado de Pavey en la última recta. 32:22.39 fue el tiempo de la ganadora en una final que no pasará a la historia por su registro. Calvin ya había demostrado un gran nivel de forma al vencer con anterioridad en la Copa de Europa de 10.000. Traby era la tercera vez que representaba a Francia, y ha conseguido esta sorprendente medalla. Llegó a Francia desde Marruecos en 2005 y consiguió la nacionalidad hace tres años. Cuarta quedó la joven neerlandesa Vastenburg, campeona de Europa júnior en Rieti y que este año se ha ido a estudiar a EE. UU. Moreira, que hace nueve meses dio a luz, finalmente fue quinta.
Después de la primera jornada, las cosas están muy igualadas, ya que las proyecciones auguran un final muy apretado entre los grandes favoritos. Krauchanka llegaba sin marca en el decatlon este año. Compitió en Gotzis y se retiró después del 100, la primera prueba. Pero completó una primera jornada que hace pensar que puede estar en podio. Su mayor fortaleza la demostró en altura, donde se fue a 2.22. Mayer inició el campeonato con la intención de mejorar el registro nacional de Plaziat (8574 puntos), y después de la primera jornada está en buena posición, pero con un problema físico en la cadera que le afectó en el salto de altura, una de sus pruebas más fuertes. Está por ver si si estará en plenitud en la segunda jornada. Entre los que mejor compitieron en la jornada inaugural estuvo Abele, que después de muchas lesiones vuelve a su máximo nivel. La primera jornada acaba con Kazmirek con 4492, Krauchanka con 4363 y Abele con 4310.
Proyecciones después del primer día dan un final muy apretado entre el grupo de cabeza:
Myriam Soumaré y Dafne Schippers demostraron que llegan en perfectas condiciones. La francesa se esforzó y realizó 11.03. Fue posiblemente la mejor marca de toda la matinal del primer día de competición. La neerlandesa se fue a 11.10, pero venciendo con mucha comodidad su serie. El duelo entre ambas está servido. Lalova corrió en 11.17 en series. Estela García se quedó en 11.72. El corte para pasar ronda fue de 11.51.
Pablo Torrijos confirmó todo lo bueno que nos había demostrado en el Campeonato de España y con un gran salto de 16.66 se clasificó directamente para la final con la quinta mejor marca. Un centímetro menos era lo que se pedía para la clasificación directa. El resto de favoritos cumplió con creces. Los únicos que se vieron apurados fueron Adams y Compaoré, pero ambos solventaron la clasificación con solvencia. El ruso saltó 16.97 y, mientras que el marido de Arron llegó hasta los 16.83.
Samuel García pasó a la siguiente ronda con 45.80, noveno registro de los clasificados. No hubo ninguna sorpresa excepto la eliminación de Wissman (46.90). El sueco no está atravesando por la mejor fase de su carrera deportiva. Tampoco causó buena impresión Jonathan Borlée, pero logró clasificarse con 45.77. Pareció estar cerca de su límite. Se lograron dos récords nacionales: el del portugués Dos Santos (45.81) y el estonio Niit (45.74). La mejor marca de la mañana fue de Dyldin 45.45.
Casi todas las favoritas cumplieron con el trámite de la clasificación, excepto Hatsko-Fedusova, que había mejorado este año seis metros su marca personal y que fue segunda en Brunswick, pero se quedó en 53.81. Chilla firmó una gran actuación: lanzó 57.82 y se metió en la final. También estará en la final Flink, subcampeona mundial júnior en Eugene y campeona en Barcelona.
Trece son las mujeres que superaron los 4.45, por plantar con lo que ese es el número de atletas que estará en la final. Todas las favoritas se clasificaron con solvencia. Entre ellas volverán a estar las tres rusas, incluida Lutkovskaya, campeona del mundo júnior. Naroa Agirre se quedó en 4.35. A punto estuvo de saltar 4.45, altura que le hubiera dado el paso a la final.
El único favorito que quedó eliminado fue Víctor García, por la caída, pero el resto se clasificó con solvencia. Entre los clasificados están Sebastián Martos y Ángel Mullera, que lograron meterse por tiempos, pero en el caso de Martos con la sensación de que se reservó para la final. 8:34.35 fue el tiempo de Martos y 8:36.33 el de Mullera.
Aregawi (4:11.64) y Hassan (4:09.55), las dos grandes protagonistas de la prueba, ganaron sus respectivas series. Ambas lucharán por el oro, y lo que parece estará más abierto será la lucha por el bronce. Gran impresión la que causó Terzic, mientras que Weightman se clasificó pero sin sensación de ir al límite. Entre las favoritas se quedó Muir. No había causado una gran impresión en Glasgow y en Zúrich ha confirmado que no llega en su mejor momento.
Se clasificaron todos los favoritos. Bekric, que no se había prodigado en las vallas y había preferido los lisos en buena parte de la temporada, llega en una gran condición. La mejor marca fue para Kudryavtsev, con 49.05. Excelente la prestación de Dobek, subcampeón del Europa júnior en 400 metros que este año se ha pasado con éxito a las vallas. Sergio Fernández realizó 50.89, el mismo tiempo que su predecesor en la serie. De haberle ganado habría pasado a semifinales.
Cindy Billaud y Tiffany Porter demostraron su condición de favoritas. La francesa venció en su serie con 12.75 y la británica hizo lo mismo en su serie con 12.69. Caridad Jérez corrió en 13.23 y quedó eliminada. La clasificación por tiempos fue de 13.12.
Las dos grandes favoritas volvieron a demostrar que la final es cosa de ellas. La británica corrió en 12.63 y la francesa en 12.79. La belga Zagré igualó su mejor marca del año y realizó 12.83. Causó muy buena impresión tanto en semifinales como en series. Hildebrand, otra de las candidatas a medalla, se quedó en 12.92 y se clasificó por tiempos. Entre la tercera y la octava solo hubo doce centésimas de diferencia, lo que muestra la igualdad.
Indira Terrero (51.62) y Auri Bokesa (51.86) se clasificaron cómodamente para la final y las favoritas cumplieron los pronósticos. El interés era saber el estado de Ohuruogu, que no llevaba una buena temporada, pero como siempre que llega la alta competición se transforma. En esta ocasión corrió en 51.40 y la tendremos luchando por el triunfo casi con toda seguridad. La noticia estuvo en la floja actuación de las atletas rusas. Se clasificaban, pero con tiempos alejados de lo que nos tienen acostumbrados. Esto nos hace pensar que tendrán complicado el podio en el 4×400. Mientras que Ucrania se postula claramente para ganar una medalla en el relevo.
Los favoritos cumplieron con creces y se clasificaron con comodidad. Lewandowski ganó la primera serie con 1:47.83, con Kevin López a sus espaldas (1:47.93). Ambos dominaron claramente. Bosse y Kszczot no tuvieron ninguna complicación en sus respectivas carreras. También causó una grata impresión el irlandés English, joven atleta que hasta ahora se había mostrado irregular en la alta competición. Suyo fue el mejor crono de las series con 1:47.38. Polonia metió a sus tres hombres, incluido Kuciapski, en semifinales. Luis Alberto Marco corrió en 1:50.07. No lleva un buen año y en esta competición demostró que no está bien. También se quedó fuera Osagie, finalista olímpico y que cierra el año con dos pésimas actuaciones: descalificado en Glasgow y eliminado en primera ronda en Zúrich.
Harting fue el mejor con 67.01. Kanter lanzó 65.79 y Malachowski, 64.98. Ellos son los tres favoritos para el triunfo final. El estonio declaró el día antes que no se conformaba con la medalla, que quería el oro, pero viendo el nivel del alemán lo tendrá muy complicado. Pestano (62.10) y Casañas (62.32) estarán en la final. Su pretensión debería ser acceder a un puesto entre los ocho mejores. Entre los favoritos se quedaron Milanov, Kovago y Stahl, que llegaba tocado, así como el gran mito Alekna.
Vicaut se destacó con 10.06. Lemaitre causó una gran impresión y venció su serie con 10.16. Chambers, Aikines-Aryeetey y Dasaolu fueron las siguientes marcas en las series, lo que demuestra que el equipo británico llega con varias opciones de medalla. El que no causó gran impresión fue el alemán Reus, que venía de batir el récord alemán con 10.05. Ángel David Rodríguez corrió en 10.44 y pasó a semifinales, mientras que Eduard Viles se quedó en esta ronda con 10.57.
Las primeras espadas se clasificaron con solvencia. La mejor fue Lesueur, con 6.72, seguida de Mihambo, campeona de Europa júnior, que se fue a 6.70. Klishina y Spanovic repitieron lo que hicieron en Eugene, es decir, saltaron las dos lo mismo, aunque en esta ocasión bastante menos (6.66). Marieta Jover se quedó en 6.36 y Juliet Itoya en 6.20. Ninguna de las españolas estará en la final.
* Óscar Fernández Villar.
– Fotos: Reuters – Alberto Pozas
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal