"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
“Después de muchos años, sentí que volaba, no saltaba, volaba”. Estas fueron las declaraciones de Isinbayeva después de proclamarse campeona del mundo. Lo mismo aconteció en el día de hoy. Hemos visto volar, no saltar. Por primera vez en la historia de unos mundiales hemos visto saltar 2.41. No fue Bondarenko el único artefacto aéreo que sobrevoló el estadio Luzhniki . A su lado tuvimos dos gladiadores que se fueron a 2.38. La marca que valió para ganar el título olímpico en Londres y que valdría para ganar cualquier competición en el último lustro ahora solo sirvió para conseguir una plata o un bronce. La prueba prometía porque hacía más de dos décadas que no había dos saltadores por encima de 2.40 en una misma temporada, y no defraudó lo más mínimo. Estos saltadores, Bondarenko y Barshim, lograron este año entrar en el selecto club de los 2.40, club que fue inagurado por el soviético Igor Paklin (2.40) y que llegó a su tope máximo en 1993 cuando Javier Sotomayor saltó 2.45 en el mítin de Salamanca. Las marcas que la gente de 20 años solo habían podido ver por vídeos, este año las han podido ver por primera vez. Isinbayeva abrió la veda de las noches mágicas, Bondarenko continuó la senda abierta por la rusa y todos soñamos con poder disfrutar en longitud con Cáceres y Menkov un duelo similar al vivido hoy en altura.
El salro de altura nos dejó la sensación de déjà vu de lo vivido en el salto con pértiga femenino, el 400 metros vallas, con el déjà vu del 400 femenino. Una llegada a meta apretadísima tras la que se palpó la tensión para saber el ganador hasta que por la pantalla del estadio apareció: el trinitense Gordon.
El triple salto vivió otro momento histórico con el triunfo de Ibargüen. Por primera vez en la historia del campeonatos del mundo sonará el himno de Colombia. Los obstáculos consagraron, una edición más, a los kenianos como los mejores de la disciplina. No hay en la historia un dominio semejante en ninguna disciplina como la racha que lleva Kenia en los obstáculos. Kemboi volvió a demostrar que es el más grande en la disciplina. En esta edición la lucha fue más disputada y su superioridad no le permitió la extravagancia de Daegu y Londres, cuando entró vencedor por la calle 8. El 1.500 femenino no dejó lugar a la sorpresa y Aregawi ganó con una última vuelta en 59.8
La lucha prometía emociones fuertes. Bondarenko había llegado a intentar 2.47 en el mítin de Londres; Kynard parecía que tendría posibilidades de medalla; Drouin había vencido en la NCAA y venía de ser medalla en los JJ. OO; Barshim había compartido medalla con Drouin en Londres y había entrado en el club de los de más de 2.40 en el Prefontaine, pero sus última actuación en Londres mostró síntomas de que el problema en la espalda que arrastró todo el año le podía afectar, pero en competición se mostró como en el Prefontaine, solvente en todas las alturas hasta llegar a superar 2.38 a la primera. Drouin lo hizo a la segunda. Bondarenko, en una jugada que parecía incomprensible, pasó de esa altura. Ukhov, campeón olímpico, saltó 2.35 pero ya no pudo con 2.38, y Bondarenko se preparó para intentar los 2.41. La tensión era tan evidente que mandó callar al público que lo animaba, y logró superar la altura.
Bondarenko es un saltador que destacó de júnior pero al que una lesión dejó muy debilitado. Poco a poco se fue recuperando.
Es un atleta que reconoce que su debilidad es el chocolate, algo que tienen muy prohibido los saltadores. Un kilo de más supone varios centímetros menos en el saltadero. Su constitución es perfecta para saltar: mide 1.97 y pesa 80 kilogramos, lo que supone cuatro centímetros por encima de la cabeza del actual recordman mundial. Este año sorprendió con su victoria en Doha, pero hizo un salto cualitativo importante en Birmingham y fue en Lausana donde logró superar por primera vez en su vida los 2.40 .Lo curioso es que al saltar declaró: “Mi mánager me dijo lo que podía cobrar por lograr la mejor marca del año (7.490 €) pero no me dijo nada por hacer récord del mundo, por eso no lo salté”. En Londres ya intentó irse a por los 2.47. No lo consiguió, pero está muy cerca del récord del mundo (2.45) y más cerca aún del récord de Europa de Sjoeberg (2.42).
Barshim ya ha conseguido dos medallas históricas para su país: bronce en Londres y ahora una plata que sabe a oro. Viendo el estado de forma de Bondarenko, parece imposible batirle.
Drouin firmó otro concurso excepcional. Se trata de un atleta más bajo que Bondarenko pero que pesa más (1.93/82). Lo curioso es que es un atleta bastante completo y que hace vallas. De hecho este año ha hecho quince competiciones de vallas. Su marca personal en esta disciplina es de 14.04 y hasta se atrevió con un heptatlón en la temporada invernal
La prueba más emocionante del día fue sin duda la prueba de vallas, en la que se enfrentaron los dos mejores vallistas del momento. Gordon se alzó con su primer gran metal. Asombró en Berlín cuando todavía era un crío, pero se quedó en aquella ocasión a las puertas de la medalla. Ahora ya la tiene después de una temporada en la que ha ido a más y en la que logró la marca del año. Tinsley firmó una excelente actuación, pero falló en los metros finales. Con todo, es el único que logra repetir podio con respecto Londres: dos platas para él. Pero la verdadera sorpresa del campeonato ha sido el serbio Bekric, que no solo ha batido su récord nacional, sino que también se lleva un merecido bronce (48.05). Este gigantón completa un año extraordinario en el que ganado el campeonato de Europa sub-23 de Tampere (Finlandia), y ha batido su récord nacional cinco veces.
En la parte negativa esta el cubano Cisneros, que había impresionado en las series, y Culson. Félix Sánchez compitió en el que con toda seguridad será su último mundial. Quedó quinto (48.22).
Kemboi es por méritos propios el mejor obstaculista de este siglo y uno de los más grandes de la historia en esta especialidad. Coneguía en Berlín su primer mundial, continuó Daegu y ahora cierra la trilogía con otro triunfo impresionante que confirma que no tiene rival. De nada importa que lo descalificaran en el Prefontaine por impedir que le ganara Kipruto. Sabía que en el momento de la verdad vencería. La prueba trascurrió lenta hasta el último mil, que fue de los más rápidos de la historia, y se aceleró al toque de campana y a partir ahí el ritmo subió de manera progresiva hasta que Kemboi se fue en el último 200. Kipruto, campeón mundial júnior, hizo su estreno en la categoría con una plata. Llevaba invicto todo el año. El bronce fue para Mekhissi, que consigue un año más arañar metal en un gran campeonato. No cae bien por sus acciones, pero como atleta tiene un palmarés envidiable y es el único capaz de hacer frente a los africanos..Curiosamente tiene dos oros, ambos europeos. Dos platas, ambas en JJ. OO. y dos bronces, las dos en mundiales. Mullera realizó una buena actuación con un registro de 8:20.43.
La gran ausente de la prueba era la campeona olímpica, Rypakova, que se perdió el campeonato por maternidad. Ibargüen ganó un concurso que no tuvo grandes marcas, de hecho ha sido el campeonato con peores marcas en los últimos años. Koneva saltó 14.81, pero la colombiana también consiguió su mejor marca en el segundo salto. Tercera quedó Saladuha con unos discretos 14.65. La colombiana es la justa vencedora en una temporada en la que no dejado espacio a sus rivales. Ha ganado todo lo que ha competido: diez de diez. No puede pedir más a esta excelente campaña en la que se lleva para Colombia el título de la Diamond League y el título mundial. Koneva ya había saltado 14.80 a principio de temporada, marca que refrendó en la Universiada de Kazán (Rusia), donde saltó 14.82. El de hoy ha sido su tercer concurso del año por encima de 14.80. El bronce fue para Saladuha, que perdió su título. Su campaña se inició con un invierno extraño. En un principio no iba a tomar parte en el Campeonato de Europa de Gotemburgo, pero como estaba saltando bien decidió ir a la ciudad sueca. Allí saltó unos extraordinarios 14.88 que le dieron el título, pero quedaba relegada a un segundo plano este verano al ser superada por Ibargüen en todas las competiciones en las que coincidieron. No logró superar en todo el verano su marca invernal.
Hejnová era la favorita y demostró que su temporada inmaculada no es una casualidad. Ausente Carter, no tiene rivales. Sus 52.83 son además la mejor marca del año. La checa es la dominadora de una especialidad que está en busca de referentes. En los últimos cuatro grandes campeonatos hemos tenido cuatro ganadoras distintas (Walker, Demus, Antyukh y Hejnová). Es la que mejor lleva el ritmo entre vallas, domina técnicamente la disciplina y ha llegado en una forma sobresaliente. Este año ha vencido todo lo que ha competido en vallas: once competiciones, incluyendo tres récords nacionales. Ha hecho un gran cambio al ir a entrenar con Dalibor Kupka, entrenador de Roman Sebrle, y parece que le ha ido bien el cambio. Segunda quedó la campeona norteamericana de los USA Trials, Muhammad, y tercera fue la vigente campeona del mundo, Demus, que llevaba una temporada muy pobre. Antes de llegar a Moscú solo había bajado de 55 una vez, pero salva la temporada con esta medalla.
Las pruebas de mediofondo y fondo de Moscú no pasarán a la historia. El 10.000 fue un paseo triunfante para Tirunesh Dibaba y en el 1.500 ha pasado algo parecido para Aregawi, que solo encontró resistencia en la norteamericana Simpson, que fue la que llevó todo el peso de la carrera. La sueca se impuso con un ataque largo que descompuso a todas sus rivales con una última vuelta en 58.91., demostrando que sea como sea la carrera no tiene rival. Su temporada acaba con doce victorias en doce carreras y tres récords nacionales. Su próximo reto será el 800 de Estocolmo.
Simpson cambia el oro por la plata, pero seguro que se marcha contenta de este campeonato. Hace un mes parecía que no estaría entre las mejores; había corrido en más de 4:02 en Roma, pero ha ido perfilando la forma y ya demostró en Mónaco que estaría luchando por los metales. Tiró toda la carrera a un ritmo medio pero no pudo con la mejor millera del momento. El bronce fue para Obiri, que se lleva el bronce para Kenia. Al principio de temporada parecía que sería Kipyegon la candidata a las medallas en Moscú, pero el triunfo de Obiri en los trials kenianos demostró que la atleta a seguir de Kenia era ella. Hoy lo ha vuelto a demostrar, superando a England. Se confirmó la mala sensación que causó Genzebe Dibaba en semifinales. Estuvo completamente ausente en la carrera.
No estarán en la final Martínez, Wirkkala, Vasilevskis, Walcott, Avan, Murakami y Iordan. El más destacado es el campeón olímpico, Walcot,t que parece que no ha tenido un buen año por culpa de las lesiones. La duda de la clasificación era ver el estado de forma de Vesely, uno de los favoritos, que ha estado con problemas físicos en el último mes. Zelezny, entrenador del lanzador checo, se había mostrado optimista en los días previos al campeonato, y su pupilo lo confirmó con su clasificación para la final. El mejor fue Pitkamaki con 84.39. El keniano Yego vuelve a hacer historia al clasificarse para la final de un mundial, después de lograrlo en los JJ. OO.
La primera ronda no tuvo grandes novedades. Todas las favoritas cumplieron y se clasificaron de manera cómoda. Fraser-Pryce realizó 22.78, delante de Elyzaveta Bryzgina (22.84). Allyson Felix corría en 22.69, Okagbare lo hizo en 22.79 y Duncan, en 22.84
En semifinales: Fraser-Pryce (22.54), Ahoure (22.46), Felix (22.31), Okagbare (22.39). La única sorpresa destacada fue la de la campeona estadounidense, Duncan, que se quedó en unos pobres 22.91 y no estará en la final. Otra que no estará es la jamaicana McLaughlin, que se lesionó. Felix parte como favorita, con las otras tres contendientes en busca de las otras medallas.
Series que se pueden calificar como rápidas, con nueve atletas bajando de los dos minutos, que para ser primera ronda es un número elevado. Todas las favoritas se clasificaron. Savinova, Martínez, Akkaoui, Montaño y Lupu, entre ellas. Las atletas más significativas eliminadas en esta primera ronda son Magiso, Bishop, Mukashieva (campeona de la universiada), Lavric (campeona de Europa sub-23), Judd (ganadora en el campeonato de Europa de selecciones en Gateshead) y Goule (campeona de la NCAA).
Zack Lloyd, que había superado los 21 m en los USA Trials, es el único atleta importante que no estará en la final. Whiting lanzó 21.51 y se postula como claro favorito para llevarse el triunfo. Destaca la presencia por tercera gran final consecutiva de Germán Lauro. El argentino ha conseguido un hecho histórico para su país: alcanzó final en un mundial de pista cubierta (Estambul), en los JJ.OO. (Londres) y ahora al aire libre. El español Borja Vivas lanzó 18.97.
La crota Simic es la atleta más importante que no ha alcanzado la final. Tampoco lo consiguió Slesarenko, pero la que fuera campeona olímpica viene de un período de maternidad y todavía no está en su mejor forma. Beitia se metió al saltar 1.92. La final contará con trece atletas, ya que se pusieron de acuerdo. Chicherova, Shkolina y Barrett son las grandes rivales de la española para la consecución de las medallas. En altura, a diferencia de la mayoría de pruebas, estarán todas las que lucharon por los metales en Londres.
La noticia fue que Bahamas quedó eliminado. Es el actual campeón olímpico, pero compitió muy por debajo de lo esperado. Ya se quedó fuera de la final de Daegu, en esa ocasión por poner al equipo suplente en las semifinales. Este año no parecía tener tan buen equipo, de hecho solo tuvo a un atleta en la final de 400 individual, Brown.
El hecho curioso en los relevos se produjo con el equipo de Bélgica, que tenía a tres hermanos (Borlée) en el 4×400, además de Gillet, que fue el peor de los cuatro relevistas y que podría ser sustituido para la final por Oyowe, que ya le venció en el campeonato nacional. Estados Unidos es el claro favorito para revalidar su título. España corrió en 3:04.07, lo que supone marca del año.
* Óscar Fernández Villar.
– Fotos: Belga – Anja Niedringhaus (Stamford Advocate) – PA – AP
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