No hay duda de que el mejor jugador que ha dado Irlanda del Norte fue George Best, pero en popularidad siempre tuvo un gran competidor en Billy Bingham, tanto en su época de futbolista como posteriormente de entrenador. Nacido en Belfast en 1931, Bingham se desempeñaba como interior diestro, tenía un centro de gravedad muy bajo debido a su estatura, agilidad, buen regate y gran visión para servir balones desde el flanco derecho. Hizo famoso un dribbling en el que fingía que tropezaba pero seguía con el control del balón y dejaba atrás al rival.
Comenzó su carrera profesional en el Glentoran en 1948 y permaneció dos años en los que marcó 21 goles antes de mudarse a Inglaterra y fichar por el Sunderland. Tuvo un papel secundario las primeras temporadas con los black cats, hasta que en 1953 se hizo fijo en las alineaciones. La mejor campaña del Sunderland, y de Bingham (logró 10 tantos), llegó en 1955, cuando finalizó en cuarta posición en liga y cayó en semifinales de la FA Cup ante el Manchester City. A partir de ese instante las prestaciones del equipo disminuyeron y tras terminar en 9ª posición en 1956 y en 20ª en 1957, descendió un año después al quedar penúltimo. Bingham se peleó con el entrenador Brown y en verano fue transferido al Luton Town, dejando el Sunderland con un bagaje de 227 partidos y 47 goles. Los hatters, en su primera campaña, tuvieron un papel discreto en liga, pero llegaron a la final de la FA Cup gracias a un tanto de Bingham en semifinales frente al Norwich. Sin embargo, fueron derrotados en Wembley por el Nottingham Forest (2-1). En 1960 el Luton Town descendió pese a los 16 goles del norirlandés y, tras un año en la segunda división, grandes equipos se fijaron en Bingham. Lo acabó fichando el Everton. Allí consiguió en la segunda temporada, 1962-1963, su único título de liga. Los toffees se impusieron en la clasificación al Tottenham y se alzaron con el sexto trofeo de su historia. Con 32 años y tras haber fichado el equipo de Merseyside al escocés Alex Scott para sustituirle, Bingham abandonó el club y se enroló en el Port Vale, que jugaba en la tercera division. Se rompió la pierna en un partido contra el Brentford y decidió retirarse en 1964.
En la selección de Irlanda del Norte debutó en 1951 en un amistoso contra Francia. El gran éxito de su estancia en el combinado nacional se produjo en 1957. En la clasificación para el mundial del año siguiente vence en la liguilla a Portugal e Italia y consigue el acceso al torneo. Su participación en el Campeonato del Mundo de Suecia 1958 fue muy digna y logró llegar hasta cuartos de final. Quedó encuadrado en un grupo con Argentina, República Federal de Alemania y Checoslovaquia, y pese a ser la cenicienta dio la campanada con el liderato final en la clasificación. En los cruces le tocó la poderosa Francia de Kopa y Fontaine, que le derrotó por 4-0. Su último encuentro como internacional lo disputó en 1963 en el Campeonato Británico ante Escocia. En total fueron 56 apariciones con la camiseta verdiblanca y 10 goles anotados.
Su trayectoria como entrenador empieza en el Southport en 1965 al sustituir a Willie Cunningham a finales de año. Esa campaña finalizan 10º en la cuarta división y al año siguiente consiguen el ascenso. Se marcha en 1967 dejando al club en mitad de la tabla de tercera división. Inició su primera etapa como seleccionador de su país a la vez que entrenaba al Plymouth, durante dos años, y al Linfield, una temporada. Con los peregrinos del Plymouth deambuló entre segunda y tercera división mientras que con el conjunto irlandés se proclamó campeón de liga, al acabar por delante del eterno rival el Glentoran, y vencedor de la Copa Ulster y la Copa de Oro.
En esos años de seleccionador, el equipo nacional no consiguió la clasificación para el Mundial de México 1970 al quedar eliminado por la URSS, y en el Campeonato Británico acabó tercero en 1969, cuarto en 1970 y segundo en 1971. En septiembre de ese año se hizo cargo de la selección griega, pero tras no clasificarse ni para la Eurocopa de 1972, al perder frente a Inglaterra, ni para el Mundial de Alemania en 1974, al hacer lo propio contra España, fue despedido. En 1973 regresó a Goodison Park y tomó las riendas del Everton durante cuatro temporadas. Su mejor resultado fue en la liga de 1975, cuando a falta de cinco jornadas lideraba la tabla, pero una pésima racha de resultados (solo una victoria hasta el final) les hizo finalizar en cuarto lugar. En enero de 1977, después de 8 partidos consecutivos sin ganar, fue despedido. Regresó a Grecia y fichó por el PAOK de Salónica, donde apenas duró seis meses. A continuación fue llamado para sustituir a Peter Morris en el Mansfield Town para intentar evitar el descenso a tercera división, pero les faltó 7 puntos para lograr el objetivo. Corría el año 1980 y fue nombrado por segunda vez seleccionador de Irlanda del Norte. Esta vez las cosas marcharían de forma distinta y su trabajo fue brillante y muy reconocido.
Vencieron en el Campeonato Británico de 1980 por primera vez en 96 años y empezaron muy motivados la clasificación para el Mundial de España. En el grupo 6º, que compartían con Escocia, Suecia, Portugal e Israel, finalizaron en segunda posición al ganar en el último encuentro a los israelíes por 1-0 en Belfast. Con un equipo con pocas figuras, donde destacaban el portero Jennings, el capitán Martin O’Neill o el delantero Gerry Armstrong, se plantaron en el Campeonato del Mundo y lideraron el Grupo E tras empatar con Yugoslavia y Honduras y vencer a la anfitriona España en una de las sorpresas del torneo (1-0 en Valencia). En la segunda fase jugaron contra Francia y Austria y quedaron eliminados tras conseguir un sólo punto. Se alzaron de nuevo con el Campeonato Británico de 1984 y, pese a no asistir a la Eurocopa de ese año con sede en Francia, demostraron que no fue casualidad su participación en el anterior Mundial y lograron el mismo éxito para el celebrado en 1986 en México. Obtuvieron el pasaporte junto con Inglaterra en una liguilla en la que además estaban Rumania, Finlandia y Turquía. Volvió a tocarles en suerte España en primera ronda, más Brasil y Argelia. Debutaron con empate frente a los africanos, pero las derrotas ante españoles y brasileños los mandaron a casa. No logró la clasificación para los Mundiales de Italia en 1990 ni Estados Unidos cuatro años después y abandonó el cargo en 1993, después de un partido que levantó gran polémica ante sus vecinos de Irlanda, que consiguieron el punto necesario para acudir a la cita mundialista a pesar de los esfuerzos de Bingham y sus jugadores por impedirlo.
Ha recibido numerosos galardones entre los que destacan la Orden del Imperio Británico en 1981, el premio al mérito por su destacada contribución al juego otorgado por la Asociación de Futbolistas Británicos en 1994 o la Orden de Mérito Centenario entregada por la FIFA en el 2004. Además, es el único norirlandés que ha estado en los tres mundiales en los que ha participado su país: como jugador en 1958 y como entrenador en 1982 y 1986.
En la actualidad ejerce como ojeador del Burnley, de la segunda división inglesa.
* Alberto Cosín.
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