Billete para soñar

por ISMAEL LEDESMA el 12 mayo, 2015 • 21:30

1.- Dijo Guardiola en la previa del primer encuentro que Messi “es indefendible”, y el lunes avisaba de que “el Barcelona tiene este año el mejor contraataque del mundo”. Ambas premisas se cumplieron en los dos encuentros. Pero, si el entrenador del Bayern consiguió minimizar la importancia de Messi durante gran parte del primer partido, en este segundo encuentro nunca pudo defenderse ante el contragolpe de los culés. Messi, Neymar y Suárez pudieron correr constantemente, e incluso hacerlo en igualdad. El resultado solo podía ser positivo para el Barcelona.

2.- El Bayern Múnich presionaba muy arriba, lo que provocaba que el Barcelona tuviera que realizar envíos largos, pero tardó solo cuatro minutos en conseguir dejar a un jugador culé en posición de ventaja frente a Neuer. Fue Rakitic, que segunda línea superó a los defensas locales. El mejor portero del mundial 2014 pudo despejar en esta ocasión, pero fueron varias las ocasiones en que se vio solo ante un jugador culé.

3.- La defensa a balón parado ha sido hasta ahora uno de los grandes réditos del Barcelona de Luis Enrique, pero en el primer córner que botó el Bayern (minuto 6) Benatia remató solo para adelantar a su equipo. Casi no le dio tiempo a soñar al conjunto dirigido por Pep Guardiola. Este Barcelona es imponente en la transición ofensiva, y en la primera ocasión que encontró a Messi con espacios, tembló el Allianz Arena. Gran movimiento de Suárez a la espalda de la defensa, que pudo definir pero vio cómo llegaba Neymar en posición centrada. Aunque Neuer estuvo cerca de llegar a detener el balón, el brasileño empató el partido y selló medio billete para la final de Berlín.

4.- El Barcelona lo tenía claro: si el Bayern presiona, dejará espacios atrás. Y cuando los deje, lo aprovecharemos. Galopaba Neymar por la banza izquierda, un martirio para Rafinha; se movía Suárez en apoyo o a la espalda de los centrales, según conviniera. Y Messi hacía lo que quería.Y llegó el segundo gol, que recordó a la ocasión fallada por Suárez –o repelida por Neuer, mejor dicho– en el Camp Nou. Balón largo, Messi gana el salto de cabeza y Suárez tiene pasillo para correr, ya que la línea defensiva alemana no sale bien. Y otra vez Suárez prefirió pasar el balón a Neymar, que definió al primer palo. Neymar lleva 37 goles esta temporada con solo un penalti lanzado. Son cifras históricas y dignas del mejor Bota de Oro. Hasta que aparecieron Cristiano y Messi.

5.- El Barcelona defendía en 4-1-4-1, con Busquets por delante de la defensa y Luis Suárez como jugador descolgado, pero la defensa posicional del Barcelona no estaba siendo sólida. Mascherano tenía dudas sobre si saltar a por Müller o quedarse en línea con Piqué, al que fijaba Lewandowski. Realmente, el Bayern de Múnich no estaba atacando mal. Durante la primera parte tuvo un buen volumen de acciones ofensivas, con Bernat y Lahm llegando por los costados, Lewandowski y Müller cargando el área y Thiago conduciendo.

6.- Pero se topó con unos errores defensivos impropios de una semifinal de Champions League y, sobre todo, con Marc-André ter Stegen, que hizo tres intervenciones inverosímiles, destacando la última en un remate a bocajarro de Lewandowski y la posterior reacción para evitar que el balón entrara cuando estaba sobre la raya de gol.

7.- Tras el descanso, Messi pasó a ocupar posiciones centrales porque entró Pedro por Luis Suárez, que tenía una «pequeña sobrecarga en los isquiotibiales de la pierna izquierda», como informó el Barcelona, y fue sustituido por precaución. La primera parte del uruguayo había sido una auténtica exhibición como asistente y facilitador de juego en su ya habitual papel de boya, que permite al Barcelona salir ante presión con un balón largo y su juego de espaldas ante los centrales.

8.- En esta segunda mitad Luis Enrique varió la organización defensiva, posicionándose Rakitic a la altura de un Busquets demasiado superado en la primera parte. Pese a sufrir menos sin balón, el propio jugador catalán erró en un pase horizontal a Messi en el centro del campo. Lewandowski superó a Mascherano con un movimiento de cadera y superó a Ter Stegen.

9.- Entraron Rode por Lahm y Mathieu por Rakitic, que tenía tarjeta amarilla. Este movimiento permitió que Mascherano pasara al centro del campo. El movimiento de Luis Enrique teía mucho sentido, ya que Busquets estaba desubicado por dentro y Mascherano veía cómo Lewandoswki le superaba en el cuerpo a cuerpo.

10.- El Barcelona había perdido concentración e intensidad y esto lo aprovechó el Bayern de Múnich, que cazó un rechace de Piqué en la frontal del área y Müller remató ajustado al palo izquierdo de la portería de Ter Stegen. Entró entonces Xavi para calmar el partido y darle sentido al juego culé, ausente durante toda la segunda mitad. No lo consiguió. El Barcelona había desconectado del partido y ya era demasiado tarde. Al menos, el Barcelona no tuvo que lamentar ninguna lesión de importancia ni expulsiones absurdas.

11.- El Bayern sacó el orgullo y ganó el encuentro aprovechando el apagón -contextual- de los visitantes, pero se vio superado durante toda la eliminatoria por el Barça de las transiciones y sus tres pepinos. Aunque los bávaros movieron bien el balón en ambos partidos, Luis Suárez, Messi y Neymar tuvieron espacios para correr y a menudo lo hacían en un tres contra tres imposible, insostenible para un equipo que integra la élite europea.

12.- El Barcelona se ha asegurado jugar todos los partidos posibles en las tres competiciones. Llega en las mejores condiciones a las dos finales por disputar y tiene encarrilada la Liga. El encuentro de hoy dejó dudas para el Barcelona en la defensa posicional, que ha mejorado esta temporada pero no alcanza para ser dominante. Por lo demás, todo lo ocurrido en los últimos cuatro meses es positivo. Marc-André ter Stegen muestra una seguridad impropia de su edad, Rakitic ya es un actor diferencial en el juego culé y el tridente sigue haciendo historia, pero, sobre todo, el colectivo está a un nivel tan alto que el Barcelona no ha visto cerca la eliminación de la Champions League en ningún momento.

y 13.- Los culés viajarán a la ansiada final de Berlín. Es la octava del Barça en toda su historia y la cuarta en nueve años, lo que muestra el dominio europeo del club catalán en la ultima década. Un dominio que puede acrecentarse el próximo 6 de junio. Queda la batalla final.