La Juventus partía con el favoritismo evidente del líder y del anfitrión. El bastión parecía tener los muros más altos para que el Inter de Milán pudiera asaltar el feudo bianconero. Eso sí, a pesar de las diferencias de plantilla ambos equipos plantearon de forma similar el encuentro.
Tanto Juventus como Inter optaron por su sistema habitual, con tres centrales, dos carrileros profundos y un trivote formado por dos interiores y un regista. No obstante, Walter Mazzarri optó por Ricky Álvarez, enganchando para Palacio. Por el otro lado, y como de costumbre, Antonio Conte volvió a cincelar su delantera con Fernando Llorente y Carlos Tévez.
Curiosidades aparte, Mazzarri juntó a Kuzmanovic, Taider y Kovacic en la medular del campo, siendo el joven croata el encargado de la distribución del juego interista. Fue la primera vez en toda la temporada regular que los neroazzurri salían con este medio, demasiado expuesto al potencial que poseía su rival.
La primera parte se convirtió en un monopolio local abrumador. Los de Antonio Conte hicieron gala de la sorna que suele haber con el Inter, llamándola Bienamada cuando los planes salen bien. Simplemente, unos parecían saber a qué jugaban y los otros decidieron aguantar las acometidas hasta el cuarto de hora de partido.
En el minuto 15, solidificado el ritmo del juego a favor de la Juventus, Pirlo envió una genialidad al área tras un espléndido desmarque de Lichtsteiner, que fue un continuo suplicio para Nagatomo. El suizo definió con la cabeza y pareció matar al rival, inane tras el batacazo.
Antonio Conte decidió cambiar el posicionamiento de Arturo Vidal y Pogba, perfilándose el chileno en el lado derecho para generar superioridades por ese costado. Mientras tanto, el Inter no conseguía estabilidad en su centro del campo, dado que todo se concentraba en las alas. Rolando, Juan Jesús y Campagnaro estaban sobrepasados.
En ataque, los interistas solo veían en Kovacic y Palacio sus mejores bazas. El croata era el punto neurálgico del juego, mientras que el argentino era la única oportunidad de gol que parecía tener. Fue en el minuto 40 cuando llegaría la primera ocasión para los de Mazzarri.
En los cuarentaicinco minutos siguientes, el Inter planteó más presión en el juego. No obstante, en una jugada aislada, Chiellini aprovechó un rechazo para poner el segundo de la noche en el Juventus Stadium. Handanovic, que tuvo que aguantar todas las acometidas del rival, no podía evitar el desastre. Ni la llegada de Thohir como nuevo dirigente ha podido cambiar las tornas en el club, con siete puntos en ocho partidos. Y la tragedia se acentuaría con el gol de Arturo Vidal ocho minutos después, tras una magnífica jugada de Llorente para Pogba, que no supo batir al guardameta del Inter. Aprovechó el rechazo el chileno, que jugó otro magnífico partido.
Mazzarri intentó otorgar más dinamismo en la zona ofensiva del equipo con cambios como Milito, D’Ambrosio y Botta, lo cual permitió que la Juventus jugara algo más replegada. Nagatomo y Jonathan tuvieron más recorrido y sucedieron los minutos del Inter a partir del minuto 70, aunque los locales bajaron el pistón. Pogba y Arturo se centraron más en la marca que en la intensidad. En el 71′, Rolando cabeceó un balón rebotado tras un córner para poner el 3-1.
La Juventus continua líder de la Serie A con 59 puntos, teniendo una ventaja de 9 sobre el segundo, la Roma. A su vez, el Inter todavía tiene cerca Europa, pero las sensaciones continúan siendo negativas, dejando una triste imagen en este Derby d’Italia. Sigue siendo la Bienamada.
* Guillermo González es periodista.
– Foto: LaPresse
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