1.- Quizás saturado por la tensión extrema de Celtic Park, el Barça se ha destensado en cuanto ha visto lo que le esperaba en Mallorca: la reedición del Celtic Bus aunque con ese toque propio de Caparrós, escaldado tras jugarle abierto al Real Madrid. Así que ante el Barça ha planteado una primera presión en 3/4 seguida de repliegue intensivo con defensa de a 6 en fondo.
2.- De este modo, a los cuatro defensas se unían Nsue y Pereira para cerrar las bandas -lo que no hizo el Celtic- y ya estaba compuesta la línea de seis. Martí y Tomás Pina (con vigilancia personal sobre Messi) formaban con Víctor una cuña defensiva por delante de sus defensores y apenas quedaba Hemed para hacer cosquillas a los centrales del Barça.
3.- Al Barça se le puso cara de tarde de cine de barrio al ver ese 6-3-1 que tenía enfrente. Excepto a Xavi y a los que buscan minutos para volver a ser. Pero los que ya son, es decir Messi y Cesc, torcieron el gesto. Xavi no. Xavi, decíamos ayer, vuelve a ser el de Wembley 2011, don-ordeno-y-mando, y vuelve a darle igual el tempo elegido. Su modo vonkarajanista está para la velocidad, para la lentitud, para el adagio, para el allegro, el vivace o el presto. Toca el ritmo que le echen.
4.- Con lo que se juntaron el hambre y las ganas de comer. El replegado Mallorca frente al Xavi indesmayable. Tirando de los suyos, plantó a Piqué y Mascherano en el Campo Base del círculo central; a Busquets y Alba por delante de los defensas; y a Tello y Alves en los costados. Con eso bastó para someter al equipo local que, sin embargo, defendió bastante mejor que el Celtic pese a recibir tres goles en 17 minutos. La sensación visual es que el volumen de juego que pudo producir el Barça fue muy inferior al de Glasgow, mérito del Mallorca. Los datos certifican que hubo la mitad de remates que en Celtic Park, así que la impresión era cierta.
5.- Esos tres goles del primer tiempo maquillaron una aburrida tarde de Messi y Cesc. El primero, ensimismado desde hace muchas semanas en su versión 2007, antes de Pep, lo que no es incompatible con su estratosférica capacidad goleadora que le ha llevado a superar ya al gran Pelé. Incluso distraído, Messi es Superman con botas.El segundo, quizás por una simple mala tarde tras tantas buenas noches, ahogado sin espacios, demasiado ligero como para pesar a favor.
6.- Sin la finura de otras veces en los dos mediapuntas-falsos 9, el Barça perdió un montón de balones en errores no forzados, pero también recuperó más de los habituales, gracias a ese doble pivote Busquets-Alba aposentado siempre junto a la zona de pérdida, de ahí que el juego tuviera continuidad como le gusta a Xavi.
7.- De nuevo el costado izquierda fue el punzante. Con otros actores. Si la primera versión del cambio de costado fue protagonizado por Iniesta, Villa y Jordi Alba, hoy se bastaron Tello y Alba para pesar más que el resto y convertir esa banda en el lado fuerte del ataque. Y no porque Dani Alves no lo intentara por la derecha, que lo hizo y con bastante más ponderación que en Glasgow, pues pareció asimilar los errores y buscar variantes: centró menos, más raso y con mejor intención.
8.- Pero no basta con eso para volver a ser el Alves de antes y recuperar la fortaleza de su costado. Es indudable que Montoya está en mejor forma, pero Tito Vilanova sabe bien -como cualquier entrenador, por otro lado- que a un jugador que regresa de las tinieblas solo se le recupera a base de minutos. Se los está dando, lo que es imprescindible aunque no garantía de que consiga el pleno retorno.
9.- También Mascherano, pese a su infantil error en el primer gol mallorquín, agradeció la compañía de Piqué (como es lógico, lejos de la buena forma). Mascherano ha vivido tres meses de angustia sin Piqué ni Puyol y ahora mismo en un defensa aturdido. Mallorca no le ha calmado completamente, pero se le ha visto menos agitado.
10.- Ese error del argentino sumado al de Busquets regalando un penalti han reavivado el recuerdo del 4-5 de Riazor, pero de todo se aprende y el equipo de Vilanova se ha templado como no hizo en Coruña, a lo que ha contribuido el afán mallorquín por empatar, que ha abierto espacios y regalado metros al Barça. Entonces, el recién entrado Alexis ha mostrado su añorado talento, que lo tiene a manos llenas, generando vivacidad y tensión pese a las excelencias de Geromel, central fino, magnífico cerrando por dentro, recordando bastante por su eficacia -que no por físico- al Nunes de las grandes citas. Geromel y Pina, dos grandes noticias para Caparrós.
11.- El partido que le da a Vilanova una nueva muesca en los libros de récords, con 31 puntos de 33 posibles y seis victorias de seis desplazamientos (cuando hace un año, todas las visitas eran un drama), deja dos detalles técnicos relevantes. El primero, el lanzamiento de falta de Xavi para el primer gol, un disparo de vídeo. El segundo, la capacidad de aprendizaje de Tello, que corrige viejos vicios y ya sabe alternar los centros rasos con su pierna mala con el disparo de rosca marca de la casa.
12.- Este nuevo Barça, incluida su carga de errores individuales, de agitación mental de sus defensas o de baja tensión en algún elemento, sigue mostrándose con una capacidad competitiva extraordinaria. Diría que incluso es mayor dicha capacidad de competir que la de fabricar un gran volumen de juego, pese al descomunal primer tiempo vivido en Glasgow.
y 13.- Esta misma capacidad competitiva es la que permitirá recuperar a Piqué y Alves a base de minutos (y siempre que ellos persistan) y a Villa y Alexis a base de rotaciones (siempre que no dimitan), con lo que Tito puede acabar teniendo, cuando llegue la hora de la verdad, más elementos en buena forma que nunca. Incluso podría darse el mejor Xavi del último lustro.
– Fotos: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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