Me gustaría comenzar éste artículo dejando clara una cosa. No soy entrenador, he estudiado poca táctica y mis pocos conocimientos vienen de jugar muchos años, leer mucho, ver mucho fútbol e intentar aprender de quien sabe más. Eso, y una especial fascinación por el fútbol del Barça de Guardiola.
Por otra parte, hay un artículo muy especial que todos los barcelonistas deberían leer. Fue escrito por Dani Fernández, ahora entrenador del Castelldefels de 3a División (espero enfrentarme a él en junio de 2014, significaría que estamos en una eliminatoria de ascenso) y nos explica muy claramente y de manera extremadamente comprensible qué es el juego de posición. El modelo de juego que no sólo aplica el Barça, pero sí es su máximo exponente y quien lo ha llevado, de la mano de Guardiola, a rozar la perfección. Léanlo, en serio.
Por último, y acabo con esta introducción, el modelo de juego que implementó Guardiola no es la única manera de ganar. Ni siquiera de mantener la filosofía del Barça. Pero desde dentro del vestuario nos envían el mensaje de intentar volver a ser lo que fuimos con Pep.
¿Por qué escribir éste artículo? En inglés existe una palabra que, aunque sí tiene traducción, no me suena igual de bien en español: “drift”. Desviarse lentamente, ir a la deriva. Desde la marcha de Guardiola creo que el Barça está “drifting away” del modelo de juego sin saber muy bien por qué. Hablando con mi hermano hace poco me comentaba que estamos intentando hacer lo mismo que antes y no entendemos por qué las cosas no salen igual.
“Hay que recuperar la presión arriba”, “necesitamos más músculo”, “faltan centrales más rápidos”, “no podemos entrenar el físico y, por tanto, no podemos presionar tanto”. Hemos escuchado y leído estás frase una y otra vez. En twitter, periódicos, a jugadores, al entrenador… En mi opinión, todo muy, muy simplista. Palabras vacías. Clichés.
Y ahora vosotros pensaréis: “Éste se cree que sabe más que yo o que el mismísimo Martino”. Y no, no es eso. Quien sabía más que todos nosotros juntos, Martino incluído, era el señor Pep Guardiola Sala. Sobre todo sabía más sobre el modelo de juego que aplicó en el Barça para estos jugadores. Para que Messi ayudase en la presión sin desgastarse, para que Xavi sólo tuviera que presionar hacia adelante y no se le notase su terrible pasividad defensiva a la hora de correr hacia atrás, para que una media con Iniesta, Busquets y el mismo Xavi pareciese una media con tres Gattusos o para que un jugador correcto como Pedro se convirtiese, por méritos propios, en una estrella mundial.
Yo no os voy a explicar por qué las cosas no acaban de funcionar. No lo haré porque ya dije que no tengo suficientes conocimientos. Pero vamos a desmontar algún que otro mito.
A ver si lo puedo simplificar. Y me concentraré en la parte de la presión al perder el balón. Y lo hago ya que es de lo que más hablan técnicos y jugadores, aficionados y opinadores. Para muchos es el Santo Grial, la manera de volver a ganarlo todo.
La idea del juego de posición en esta faceta de la recuperación de balón en campo contrario es relativamente simple. Avanzar metros con la posesión del balón, eliminando rivales y viajando juntos, equipo en bloque y balón. Organizarse con el balón y estar preparado para la transición de ataque a defensa. Sigamos simplificando, la idea lo permite. Al perder el balón, al estar todos muy juntos, habrá siempre tres o incluso cuatro jugadores muy cerca de un balón, a menudo aún no controlado con facilidad por el rival, para robar rápido y muy cerca de la portería rival. Es por eso que jugadores como Xavi, Messi o Iniesta robaban tantos balones. ¿Estaban mucho mejor físicamente? ¿Era Xavi hace dos años un espectacular defensor? No, robaban porque estaban juntitos, muy juntitos y es hasta divertido, lo digo por experiencia, defender hacia adelante. Robar enseguida tras pérdida y muy cerca del área rival.
Yo no creo que se haya perdido el hambre. Yo veo a Pedro intentar correr como un loco para recuperar. O Alexis. Xavi no hace nada diferente, ni Busquets. Pero pierden el balón y los rivales triangulan y salen con facilidad. Creo que la razón no está en la actitud ni la potencia física. Mi opinión es que se están desviando de un modelo que funcionaba. Por la enfermedad de Tito, por venir Martino de otro fútbol y cultura sin haber mamado suficiente los entresijos del Barça, por lo que sea, pero se han ido desviando.
El Barça está perdiendo paciencia. Es demasiado vertical en ataque si quiere intentar ser como fue. Quieren llegar a portería contraria más rápido. Vemos más pases largos del portero, los centrales ya no se abren lo que haga falta para salir jugando, Los extremos ya no conducen para ganar metros y, acto seguido, volver a combinar con paciencia. Se utiliza a menudo los cambios de orientación a través de pases largos. Toda esta desviación desemboca en un equipo mucho más largo, un equipo al que no le da tiempo juntarse con el balón en su poder.
Un ejemplo tonto, pero que ilustra muy bien lo que quiero decir. Lateral izquierdo con balón, la mayoría del equipo se acerca para apoyar y el balón acaba en el central izquierdo, que busca en largo al extremo derecho abierto en banda. Con la mayoría del equipo en el lado izquierdo, el extremo recibe, encara enseguida a su par y pierde el esférico. Intenta recuperar balón con buena actitud y hambre al igual que los demás, pero todos están bastante alejados. Dos pases sencillos con tiempo para pensar y salida de la presión con facilidad.
Ya, esto es muy simple. Sí, esta situación es correcta y necesaria en muchísimas ocasiones, incluso aplicando el juego de posición en su máxima expresión. Con Pep se hacía. Igual que interesaba ser más vertical en muchas ocasiones, etc… No es cuestión de hacer o no hacer algunas cosas, sí de la cantidad de veces que se utiliza un recurso, de la filosofía general.
Dicho todo esto, todos tenemos parte de razón. Quiero decir que quizás sí se perdió algo de hambre; claro que hay jugadores que se hacen mayores y deberían regularse más o comenzar a pensar en sustituirlos; también, no olvidemos, estamos todavía iniciando la temporada. Mejorarán. Pero estos son detalles que pasaban cada año con Pep y se corregían. No eran tan determinantes como nos pensamos ahora. Un buen ejemplo: se fue Eto’o, el hombre que mejor presionaba del mundo y el Barça siguió recuperando muy arriba, cada vez con jugadores que, en teoría, eran peores en esta faceta.
Lo que logró hacer el Barça de Pep estaba muy trabajado. Algo así se crea partido a partido, en cada entrenamiento, ejercicio e incluso en cada corrección del entrenador. No dejamos de escuchar que varios jugadores acabaron hasta las narices de Pep. Puedo creerlo. Para lograr lo que se logró hay que ser muy pesado. Para corregir cualquier pequeña desviación hay que estar muy encima de todo. Mostremos respeto por aquel trabajo, intentando huir de tópicos. Comenzando, quizás, por los propios jugadores.
* Sergi Rojals es futbolista.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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