La película del Wolfsburg se le ha vuelto a repetir a la mayoría de jugadoras francesas. Muchas vivieron un duro golpe hace dos meses en Londres y hoy han sufrido otro varapalo. Durísimo, perdiendo en penaltis ante una Dinamarca que sin ganar ni un partido está en semifinales. Pero la hazaña es mayor cuando se ha plantado en cuartos a través de un sorteo y firmando la peor racha de su historia en la Eurocopa. Cinco partidos sin vencer y sin embargo están en semifinales, a solo un paso de la gran final. La grandeza del deporte, palo durísimo para Francia y alegría inmensa en el cuadro danés.
Dinamarca sorprendió con su inicio a una Francia que presentaba un dibujo atípico y raro. Delie se quedaba en el banquillo porque no estaba en plenas condiciones físicas (no ha jugado ni un minuto) y entró Thiney en la punta del ataque y Le Sommer en la banda izquierda, cuando siempre ha sido al revés. Dinamarca, como demostró en la primera fase, tenía un buen trato de balón en su zona central. Harder ayudaba al centro del campo viniendo a recibir y sacando a las centrales francesas de su posición, que ocupaban a las perfección Rasmussen y Veje con sus diagonales envenenadas. Francia sufría. Abily y Necib no conectaban con su doble pivote; Soubeyrand una vez más superada, pero saliendo de titular. Difícil entender esta decisión de Bruno Bini, que al descansó la volvió a sustituir. Rasmussen, en una de sus diagonales, ganó en carrera a Georges y puso el 1-0. Saltaba la sorpresa, la alarma en Francia. ¿Sabrían gestionar mentalmente ir por debajo en el marcador?
Era la pregunta que todo el mundo se hacía. El Olympique de Lyon no supo hacerlo ante el Wolfsburg. Francia tenía que remar con una situación excepcional que no había vivido en su plácida fase de grupos. Thiney se colocó en la izquierda y Le Sommer arriba. Francia recuperaba su dibujo. Abily se descolgaba de la banda derecha, donde estaba desconectada. Se comenzó a juntar con Thiney y Necib entre líneas y Francia comenzó a llegar. A Dinamarca le tocaba ponerse el mono defensivo, que tan bien había vestido, hasta el minuto 120. El acoso y derribo francés comenzó y duró hasta el final. Era la ocasión para ver cómo Francia resolvía este problema.
Hasta 31 disparos realizó para conseguir un solo gol y desde el punto de penalti. No era su día. Ni la entrada de Thomis al descanso hizo que Francia ganase efectividad. Sí tuvo mucha más profundidad: centró a Abily y las francesas generaron más peligro en fase ofensiva. Thiney era la que se venía a la mediapunta y Necib caía a la banda izquierda. Más movilidad pero con nula ejecución final de la jugada.
El penalti metió a Francia en el choque. Necib, estuvo a punto de fallarlo, cosa que se produjo en la tanda final, cuando lo tiró igual de mal y lo paró Petersen. Renard adelantó unos metros su posición, Delannoy entró por una tocada Georges y Boulleau ocupó todo el franco izquierdo con una Necib que iba hacia dentro. Francia encerraba a Dinamarca, que se defendía de forma magistral. La inocencia demostrada en la primera fase la había perdido en el sorteo que venció a Rusia.
Bini, con el gol del empate, no metió a Delie y la dejó en el banquillo. La prórroga seguía la misma tendencia: Dinamarca esperaba en su campo, sabía que era inferior físicamente y tenía que guardar su ropa. El paso de los minutos lo fortalecía en su trabajo defensivo, que era impecable. Nadim y Jensen dieron frescura al centro del campo danés, que no se venía abajo. Era su oportunidad de estar en semifinales, ante Francia, y el paso de los minutos con empate corría a su favor y en contra del conjunto francés. Thiney, Le Sommer y Abily, al larguero, tuvieron el gol, pero no era el día de Francia, que en los penaltis selló y firmó una dura eliminación que provocará reacciones en el futuro próximo de la selección.
Partían como favoritas, con un potencial enorme tras el cuarto puesto olímpico y el crecimiento a nivel internacional. La primera fase y el partido ante Inglaterra dejó a una Francia muy favorita, pero en el campo suceden cosas que no te esperas. 31 disparos a portería con cero eficacia, solo un gol y de penalti. Las decisión de Bini de no apostar de inicio por Thomis y sí por Soubeyrand. Muchas incógnitas en una selección que ha terminado abatida, con las jugadoras llorando y tiradas en el campo. Al otro lado, una hazaña danesa. De las lágrimas contra Finlandia a la alegría de hoy para estar en semifinales. Un sorteo que les permitió disputar los cuartos y estar a un paso de la final. Una hazaña para la selección del norte de Europa ante la eliminación durísima e inesperada de una Francia donde la mayoría de sus jugadoras han conocido y vivido en cuestión de dos meses la cruz del deporte.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto: AFP
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