1.- 16 puntos en este grupo es una cifra escandalosamente escandalosa (que diría aquel). Lo que ha hecho el Atlético es tan brutal como los 40 puntos que suma en la liga. ¿Dónde y cuándo se detendrá esto? Teóricamente hace mucho, pero no hay manera.
2.- Dicen que los grandes no necesitan jugar bien para ganar, quizá sea el caso. Si hace falta, en el Atlético defienden hasta los palos. El Oporto estrelló tres en la primera parte y otro en la segunda. Mereció más el equipo portugués, pero jugaron contra un equipo con estrella.
3.- No debe ser tan fugaz cuando los rojiblancos van a presentarse en febrero entre los 16 mejores de Europa y en Navidad como uno de los tres mejores de España, si no el mejor. Semejante realidad solo puede estropearse desde dentro. No tendría sentido una desbandada cuando hace falta mucha plantilla para aguantar esto.
4.- Raúl García es la versión 2.0 del falso nueve, más que nada porque todo en él resulta verdadero. Cada año ha ido mejorando sus cifras goleadoras y ahora parece más un delantero que un centrocampista. El navarro abrió el marcador con un misil tras saque de banda que no esperaba nadie salvo él mismo.
5.- El Oporto no entendía nada. Tenía la pelota, llegaba a la portería, acumulaba ocasiones y hasta dispuso de un penalti. Para rematar su infortunio lo paró Aranzubía, que hasta ese momento hacía añorar a Courtois. De hecho el penalti fue obra propia, pero después se entonó y cogió ritmo a tiempo.
6.- Demasiadas ocasiones perdonadas para un rival voraz con un delantero caníbal. Diego Costa tuvo dos en el medio tiempo que jugó. La primera se la sacó abajo Helton y la otra fue culminada con arte. El paso fue obra de Óliver Torres para que la composición quedara aún más bella.
7.- Al canterano estrella del Atlético se le cae el fútbol con solo moverse. Quizá por eso no deba tener tanta ansiedad en buscar el balón antes de que el balón le busque a él. Le llegarán los momentos para ser decisivo y el tiempo juega a su favor, siempre que le dejen llevarlo con naturalidad.
8.- Dos goles a favor, siendo dominado y sin la pelota. No me extraña que el Oporto se sintiera frustrado. Habían conseguido crear más peligro que todos los visitantes españoles en la liga. Incluso hicieron parecer humano a Miranda, que sufrió por momentos. Con todo eso perdían 2-0.
9.- El segundo tiempo volvió a ser del Oporto aunque tiró menos. Esta vez solo un poste, por tres del primer tiempo. ¿Quién defiende en el Atlético? Constantemente aparecía alguien para no dejarles cantar el gol. Uno de ellos, el joven Manquillo. En carrera es mejor verle que intentar frenarle. A su lado, Carlos Aguilera parece lento.
y 10.- Simeone y su Atleti se presentan en el bombo del lunes como el nuevo equipo emergente de la competición. Le pueden caer City o Arsenal, lo cual sería una notable desgracia, pero el que sea ya puede prepararse para pasarlo mal contra un equipo que le va a resultar verdaderamente desagradable.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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