Así llega la Juve a Berlín
Llega la final de la Copa de Europa, el partido más esperado del año en el fútbol europeo. Desde un punto de vista lógico, si es que en el fútbol existe la lógica, el Barcelona es muy superior a la Juventus, pero no tengo ninguna duda que la Juve tiene sus opciones.
El conjunto de Allegri llega tras imponerse en la liga italiana por cuarta vez consecutiva y como campeón de Coppa. Es un equipo en plena madurez. Antonio Conte puso los cimientos y Massimiliano Allegri le ha dado su propio sello. La Vecchia Signora es el mejor equipo italiano desde aquel Milán que entrenó Carlo Ancelotti mediada la pasada década. Es un equipo bastante bueno tácticamente, no con muchos registros, pero sí bien trabajados y con un nivel individual bueno, no tanto como el del Barcelona, evidentemente, pero sí cuenta con jugadores capaces de resolver un partido por sí mismos.
La baja a última de Chiellini es una noticia pésima para la Juve por varias razones:
- Por todo lo significa este fornido central nacido en Pisa hace 30 años.
- Porque se aplica defensivamente como un combatiente.
- Suple sus carencias con un entusiasmo contagioso.
- Y es la llave que permite a Massimiliano Allegri disponer un sistema 3-5-2 o 4-3-1-2 (casi seguro que será el segundo el que utilice en la gran final)
A nivel defensivo la Juve es un equipo que no defiende excesivamente bien, ni lejos de su área, pese a que sí tiene buenos especialistas defensivos a nivel individual. Lo más probable será que Allegri apueste por línea de cuatro atrás con Lichtsteiner, Bonucci, Barzagli y Evra o Asamoah. El suizo Lichtsteiner rinde mejor con un sistema 3-5-2 y con toda la banda para él, pese a que en este curso ha estado excesivamente acelerado e impreciso en muchos partidos. Bonucci es qel que mejor maneja la salida de balón desde atrás. Barzagli ya es veterano, bueno en el juego aéreo, aunque él y Bonucci sufren para ir al espacio porque no son rápidos. En el lateral izquierdo puede apostar por la veteranía de Evra o por Asamoah, ya recuperado, aunque en el caso del ghanés sucede algo similar a lo que sucede con Lichtsteiner, ambos rinden mejor con un sistema 3-5-2 por su capacidad para ejercer de carrileros, aunque la Juve vaya a jugar un 4-3-1-2. Pensar en una defensa de 3 centrales con Ogbonna o Marrone parece conceder mucha ventaja al Barcelona. Otro aspecto distinto es si la Juve se pone por delante en el marcador con el partido avanzado, en ese contexto si es posible que Allegri cambie a línea de tres centrales.
Detrás de los cuatro defensores aparece Gianluigi Buffon. Su saber estar en la portería es toda una garantía para los bianconeri.
El centro del campo es una mezcla de poderío físico y talento. Lo más normal sería ver a Pirlo como mediocentro, Marchisio y Pogba como interiores y Vidal en la teórica mediapunta, no tanto como jugador de último pase, más bien para aprovechar su capacidad para llegar y su facilidad para presionar la salida de balón del contrario, si es menester, aunque la Juve pasará muchos minutos en campo propio.
El intercambio de posiciones en el mediocampo turinés es una opción habitual. Si juega Pirlo, es el que más mantiene su posición como mediocentro clásico, el Regista como se dice en Italia. Pogba y Marchisio llegan muchísimo arriba, de hecho son dos jugadores que participan poco del juego. Son de aparecer en el balcón del área rival, cada uno con sus virtudes.
Vidal suele ir muy atrás en ocasiones, abandona la posición de trequartista para jugar de todocampista, y todo el espacio libre que deja a la espalda de los medios rivales lo ocupa un Carlos Tévez que es un futbolista demoledor ahí. El primer gol al Real Madrid en Turín en las semifinales nace de un movimiento así.
En defensa el equipo sabe estirarse y colocarse en un 4-4-2 con Marchisio y Pogba escorados a los costados y ayudando permanentemente a sus laterales.
Hay variantes que no se pueden descartar, cómo sería la de alinear a Marchisio como mediocentro, algo que Allegri ha hecho cada vez que no estaba Pirlo o le quería dar un descanso. Marchisio es diametralmente opuesto a Pirlo en esa posición, pero el equipo gana en consistencia defensiva, aunque pierde la capacidad de hacer gol a balón parado de Andrea, un auténtico seguro de vida. Si cayese Pirlo y entrase Marchisio, habría opciones para el argentino Roberto Pereyra, que ha rendido de maravilla como interior y como mediapunta. La aparición de Sturaro en el último tramo de la temporada, normalmente como interior izquierdo, le ha dado más opciones aún al técnico de rotar en mediocampo.
Arriba, la Juve juega siempre con dos puntas. Tévez y Morata se complementan muy bien por su movilidad. Tienen capacidad para atacar los espacios, generan huecos para la incorporación de los interiores y tienen capacidad individual para definir ellos mismos una jugada.
Llorente es ahora mismo el tercer delantero. Sirve como recurso para el juego directo, es una referencia en el juego aéreo y se maneja bien de espaldas en la frontal del área contraria.
Así llega la Juventus a la gran final de Berlín. Es un equipo inferior al Barcelona que tendrá sus opciones en la medida que pueda poner en práctica alguna de las virtudes comentadas con anterioridad.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Andreas Gebert (EFE)
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