1.- Hoy, merecidamente, se llevarán todos los titulares y elogios. Los goles son lo que determina todo en el fútbol, así que no será injusto. Sin embargo, cuando no marcan también son importantes y mucho. Como lo habrían sido hoy de no haber visto puerta. Que se lo pregunten a Iniesta y a Cesc, grandes beneficiados por su juego.
2.- Y es que Alexis y Pedro, con su incansable movilidad, obligan a que los cuatro defensas contrarios no puedan abandonar su zona y a estar permanentemente alerta. Eso redunda directamente en que el rival cuente con dos jugadores de campo menos que el Barça en el resto del terreno, lo cual es una ventaja perfecta para imponerse al rival.
3.- Aunque, claro, no ha sido la única ventaja que ha encontrado el Barça hoy. La disposición defensiva en 1-4-4-2 ilicitana conllevaba, de entrada, que Song dispusiera de más tiempo y espacio para jugar al iniciar desde una línea más retrasada sin que su equipo se resintiera por ello. Línea en la que, estando Bartra y no siendo cojo tampoco Piqué, la salida de balón estaba garantizada. Con laterales que daban amplitud y obligaban a la vigilancia de sus respectivos extremos, Xavi, Iniesta y Cesc disponían del espacio y la superiodad numérica (sólo tenían enfrente a Rubén Pérez y Carlos Sánchez) para dominar el partido. Y vaya si lo hicieron.
4.- En su haber hay que situar también el acierto en la toma de decisiones. De inicio, cuando defensa y mediocampo del Elche trataban de juntarse mucho (adelantándose unos y retrasándose otros), bastaba con que uno de los centrocampistas culés retrocediera para recibir el balón disponiendo de espacio y tiempo para servir el balón en profundidad a los puntas o al espléndido tras su retorno Jordi Alba. Cuando las líneas ilicitanas se separaban, simplemente disfrutaban.
5.- Siendo impecable el juego del Barça con el balón, sí que dejó alguna duda los momentos sin balón. Distinguiendo entre presión (acción táctica propia de la transición defensiva cuando es colectiva, que busca la recuperación post-pérdida y que también puede ser individual en cualquier fase sin balón) y pressing (acción táctica colectiva propia de la defensa organizada, que busca recuperar la posesión en la iniciación canalizada del juego o en ataque organizado rival), la presión fue realizada de manera eficaz gracias a la calidad de la posesión y la convincente activación defensiva.
6.- Mientras tanto, en el pressing persistieron algunas dudas. Ínfimas en el contexto de un partido cuyo balance defensivo fue excelente, considerables si se piensa en compromisos futuros. El equipo no es compacto en estos momentos: los defensas no adelantan en demasía su posición y no todos los centrocampistas acompañan a los delanteros. Sin embargo, cuando esto se hace, la poca calidad defensiva de los centrocampistas produce que, pese a estar junto, el equipo tampoco sea compacto y pueda verse superado mediante una buena secuencia de pases o un envío directo. Por ello, Martino opta por plegar el equipo: que unos esperen en campo propio y otros presionen en el contrario. Esta solución mixta evita que si el pressing es superado, el rival genere una ocasión de gol con facilidad. Sin embargo, aquellos equipos con calidad para mover el balón encuentran facilidades para hacerlo gracias a los espacios existentes entre jugadores. Habrá que ver por qué solución opta Martino en los días grandes, no siendo descartable tampoco un repliegue, pues ninguna solución acaba de ser totalmente fiable.
7.- No obstante, el partido deja sensaciones más que positivas. El Barça cuaja un muy buen encuentro que también lo habría sido hace tres años, incluso pese a no disponer de sus dos genios. Sin embargo, la adaptación del equipo a los mismos deja algunas dudas. Menos en el caso de Messi, que obliga a sentar a uno entre Cesc, Iniesta y Xavi. Siendo el puesto de Cesc el que ocupará, este se postula como principal candidato, aunque tampoco sería descartable un paso atrás de Cesc y otro de Iniesta, quedando Xavi en el banquillo. No obstante, en una posición retrasada todavía no se ha apostado decididamente por Andrés.
8.- Lo que sí plantea más dudas es la adaptación a Neymar. De entrada, porque se hace muy difícil sentar a Alexis o Pedro. Pero sobre todo porque la distribución de espacios no ha acabado de ser óptima con él en el campo. Su tendencia natural es el juego entre líneas y no las rupturas, por lo que, con los mismos hombres, Iniesta no puede tener el mismo comportamiento. No en vano, con Messi y Neymar en el campo no se ha visto al mejor Iniesta. ¿Es esto definitivo? En absoluto. Con ese posible paso atrás de Iniesta y de Cesc, las rupturas del segundo podrían llevar a una distribución óptima. De hecho, por las sinergias generadas por la superior calidad individual, lo normal sería que todos acabaran funcionando mejor. En este punto, merece la pena recordar la que en verano planteamos como la manera de lograrlo.
y 9.- En cualquier caso, lo que sí parece fundamental es que al menos uno de ellos (Pedro o Alexis) esté siempre. Más si cabe teniendo en cuenta que Martino, en una de sus labores más meritorias hasta la fecha, ha conseguido la mejor versión de ambos. Es de esperar, por tanto, que su alineación contra el Real Madrid no se repita. Porque en este Barça que hace de la combinación y el juego asociativo su bandera, es fundamental al menos un hombre que, pese a no ser un virtuoso en lo anterior, no pare de correr, desmarcarse, pelear, presionar para que los demás puedan brillar… Porque en este Barça es imprescindible, al menos, un Pedro o un Alexis.
* Rafael León Alemany.
– Foto: Reuters
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