Liga BBVA 2014-2015 / España / Fútbol / Crónicas 2014-2015
1.- El Barça ha ido a ganar el título de Liga del mejor modo posible: en el estadio del vigente campeón y de la mano de Messi, el mejor de los mejores. Ha jugado tan comedido y al mismo tiempo tan consciente de su superioridad que ni siquiera parecía mirar el reloj ni lo que hacía el Madrid en Cornellà. Simplemente estaba pasando la tarde en un campo de sombras chinescas a la espera de que Leo encontrara el ojo de la aguja por el que enhebrar el primer título de la temporada, el primero también desde 2013.
2.- A 16 puntos del nuevo campeón, el Atleti ha durado diez minutos. Durante ese inicio, los de Simeone han encadenado tres saques de esquina, siempre rechazados por Piqué, como en el 80 % de los casos a lo largo del año, y casi han batido la meta de Bravo, que ha volado sin motor para rechazar con la mano izquierda un remate con la espalda de Giménez. Punto y final para los locales, que no han vuelto a inquietar al portero barcelonista hasta el 51’ (cabezazo alto de Godín) y el 87’ (disparo de Siqueira). El Atleti no ha hecho más, de ahí que todo su partido se haya convertido en un repliegue intensivo.
3.- Enmurallado alrededor de Oblak en 4-4-2, con Torres y Griezmann en el círculo central, el cuadro de Simeone ha vivido todo el partido en campo propio, arrinconado por el paso al frente de Piqué, Mascherano y Busquets. Para compensar el atrevimiento, Luis Enrique ha exigido moderación a sus dobles parejas laterales-interiores, que se ocupaban de guardarse mutuamente la posición. En un costado Iniesta relevaba a Alba; en el otro, Rakitic hacía el dentro-fuera cuando Alves se metía a interior, que ha sido muy a menudo. El Atleti desplegaba su habitual acordeón de cuatro en la línea media, con Gabi y Mario en el centro, Arda y Koke en las bandas.
4.- Ritmo muy bajo de juego porque ambos equipos estaban contentos con el tran-tran. El Atleti confiaba en un saque de esquina y el Barça, en Messi. Como quien no quiere la cosa, Messi se ha movido al ralentí e incluso de este modo ha acumulado los remates picantes, salvados en ocasiones por Oblak, en una por el larguero y en otra más por el brazo de Juanfran. Incluso ha cabeceado cerca del área pequeña el único buen centro de Alves en toda la tarde. Antes del gol, a Messi solo le faltaba Luis Suárez.
5.- Sin el uruguayo, el ataque posicional del Barça rechina. Aunque Luis Enrique ha buscado la amplitud (mediante los tándems laterales-interiores) para conquistar profundidad, Messi ha echado en falta los movimientos tensos de Suárez arrastrando defensas y limpiando la frontal del área. Pedro se ha movido con astucia y precisión, pero Godín y Giménez sabían perfectamente que el canario no posee el aguijón de Suárez, ni su fortaleza y agresividad. Pedro revolotea y agita, pero Suárez revolotea y machaca.
6.- Avisado Messi de que el Real Madrid había abierto el marcador contra el Espanyol, solo ha necesitado siete minutos para poner el sello notarial al título liguero. Jordi Alba le ha pasado el balón en la frontal del área, Leo ha profundizado a Pedro y éste se lo ha devuelto en pared suave para que Messi pisara el cuero, tocara aún más suavemente y marcara bajo las piernas de Godín. No ha sido un gol estruendoso, sino delicioso. El sello definitivo de la Liga.
7.- Es el quinto título liguero que conquista este equipo desde 2009. Con Guardiola, con Vilanova y con Luis Enrique en el banquillo. Siempre con Messi en el campo y con un eje vertebrador inamovible: Alves-Piqué-Busquets-Xavi-Iniesta-Messi. A su alrededor se despidieron algunos legendarios (Valdés. Puyol, Abidal); se mantuvo siempre Pedro y desde muy pronto Mascherano; y brillaron Eto’o, Henry, Ibra, Villa, Neymar o Suárez, además de excelentes jugadores que complementaron la plantilla (Bravo, Alba, Keita, Fàbregas, Alexis, Rakitic…). Este es un equipo formidable que figurará en los libros de la historia del fútbol junto a los más grandes. Por lo que hizo y por lo que sigue haciendo.
8.- Es el primer título para Luis Enrique, un entrenador todavía inmaduro, que se está haciendo a sí mismo y del que nadie conoce porvenir ni destino. Su mayor mérito ha sido devolverle el pulso a un equipo que no latía: un grupo que el pasado año ni sentía ni padecía. Durante un tiempo que pareció muy largo, el Barça semejaba vegetar y Luis Enrique le ha retornado la energía, el carácter y la tensión necesaria para competir. A lo largo del curso ha corregido tres veces el rumbo táctico emprendido, señal de ductilidad ante el desacierto. Ha sabido anteponer el bien del equipo a su orgullo herido y esta es la primera -y muy merecida- recompensa que recoge. Aquí empieza su palmarés como técnico.
y 9.- Leo Messi, ese señor, gran maestro del fútbol, capaz de lo impensable en un terreno de juego, desaparecido la pasada temporada, agitado en su turbulenta relación con Luis Enrique, convencido por Xavi de que el bien común era más trascendente que el ego personal, asumió desde enero un nuevo rol: el de capitán general del ejército. Se puso el equipo a la espalda y el equipo depositó e hizo desembocar en él todas sus energías. Messi ha sido el Barça. El Barça es Messi.
– Foto: AP
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal