1.- Matinal de Alley-oops con Iniesta a lomos de las olas, vestido de mar.
2.- Para jugar así necesitas futbolistas de una categoría especial, césped alfombrado, rival que espera en repliegue bajo, hambre colectiva e individuos con ansias de crecer. En la mañana barcelonesa se dan todas las condiciones pues una parte vertebral del equipo (Xavi, Cesc, Busquets, Pedro) está en la grada o el banquillo, mientras sobre el césped se alinean varios componentes de la segunda unidad.
3.- Ahí está Alexis tirando mil desmarques en busca del gol que le quite por fin la angustia; está Thiago de nuevo, con toda su personalidad exuberante, jugando siempre en el filo del riesgo, con el atrevimiento en el rostro, jamás arrugado ante ningún reto; también Song, inevitablemente suplente mientras haya un Busquets por delante, pero eficaz y solvente; y Villa, persiguiendo la velocidad perdida, ese plus que necesita recuperar. Cuatro jugadores que buscan su peso justo o dar un paso adelante o, simplemente, volver a ser. Pero hay otro jugador que lo condiciona todo.
4.- Es Iniesta vestido de mar, mandando las olas contra el arrecife getafense. El Iniesta del Barça nunca fue como el Iniesta de España. Posiblemente porque Leo Messi posee tanta incidencia en el Barça que resulta complejo agigantarse a su lado. El Iniesta del Barça poseía una timidez en el gesto que no tenía el Iniesta de España, el que pronto cargó la selección en una mochila y se la echó a la espalda. Pero ese mismo jugador palidecía cuando se juntaba con Messi: de capitán general se transformaba en mayordomo del astro.
5.- Iniesta jugó siempre maravillosamente bien en el Barça, pero lo hacía desde una timidez que algún día tenía que desaparecer. Mencionábamos este hecho ya el pasado verano, cuando su influencia en la Eurocopa superó cualquier actuación pasada y nos hacía plantear por qué no veíamos semejante influencia cuando vestía de blaugrana. Bien, pues aquello ya es pasado y hoy Iniesta adquiere una dimensión superlativa en el Barça. La que su fútbol rotundo prometía.
6.- ¿Cómo se ha producido este paso adelante? Por la confluencia de dos factores: primero, porque Iniesta era consciente de dicha timidez y hubo compañeros que le animaron a tener más presencia, más influencia; segundo, porque Messi ha colaborado de manera fundamental, renunciando a ese egoísmo casi enfermizo que le convertía en agujero negro para algunos compañeros a costa de absorber toda la energía colectiva. Hoy Messi es un futbolista mucho más maduro, más asociativo, más importante para el equipo y desde ese nuevo perfil empuja a Iniesta hasta el primer plano.
7.- Poco acertado en la finalización, Messi ha jugado ante el Getafe su mejor encuentro de 2013, aunque ya sabemos que sus inicios de año siempre son en formato diesel. Messi en puro centrocampista, cada día más medio, más enganche, con más imán, más asistente, es una bendición para Iniesta, cuya simple presencia siembra el pavor entre los rivales. En el proceso desde el Barça de Xavi al Barça de Cesc quizás acabaremos encontrando al Barça de Iniesta.
8.- El equipo de Jordi Roura alterna sus dos modos: circula el balón a altísima velocidad en ataque organizado contra un Getafe replegado en 4-4-1-1 y rompe al espacio en cuanto el rival se abre lo más mínimo. Los desmarques de Alexis se multplican, la tuneladora de Alba sigue perforando la banda izquierda y el equipo entero se siente a gusto en cuanto puede correr. Lo mejor para ellos es que pasa de un modo a otro sin pestañear, sin el menor chirrido.
9.- El Barça actual tiene jugadores de los que no disponía hace pocos años. Alexis se desmarca mil veces por partido, lo que agita la defensa rival hasta marearla. Difícilmente le veremos convertido en un goleador y el cuerpo técnico no espera eso de él, sino que continúe regalando destaques como quien respira. Adriano es otra variante espléndida: capaz de percutir como Alba, aunque de manera más selectiva, defiende como ningún otro lateral del equipo. Alba, por fin, es ese motorista al que Iniesta manda con sus mensajes. “Toma, llévame este paquete a esta dirección…”, le dice el nuevo capitán general al mensajero del costado izquierdo.
10.- El partido es una sangría para el Getafe, con Lopo y Alexis evitando con su anticipación que se convierta en hemorragia oceánica. En pase al espacio, en Alley-oop al hueco, en conducción-atracción, en todos los formatos, el Barça de esta matinal se disfraza de mar de fútbol que engulle al equipo de Luis García.
11.- No todo son virtudes, también hay defectos, como esa espalda de Alba en defensa, un hueco que Iniesta no acostumbra a cubrir con acierto, pues deja bastante solo a Jordi Alba en los momentos de transición defensiva y es sabido que Alba es un prodigio en incorporación ofensiva y anticipación en las coberturas, pero no en defensa estática. Ya demostró el Madrid lo fácil que se le gana la espalda si no tiene quien le apoye. Asunto a mejorar.
y 12.- El Barça de Tito Vilanova llegará al tramo decisivo del curso como llegaba el Pep Team: en plena forma. Le esperan en adelante dos tipos de partidos: los de equipos grandes (el Madrid, de Copa, por ejemplo) que vayan arriba a presionarle buscando su desorden; y los del resto, replegados para evitar que la marea les aplaste. Frente a los primeros hará falta encontrar la variante táctica precisa para sacar limpio el balón y evitar el ahogo de Messi. Sin la menor duda, la clave pasará por Iniesta, el fútbol entero metido en un cuerpo enjuto.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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