El sistema no se sostiene sin las individualidades

por ISMAEL LEDESMA el 21 febrero, 2015 • 17:42

1.- Las bajas de Camacho y Amrabat no eran excusa para el Málaga, que llegaba al Camp Nou tras dos derrotas consecutivas, pero sabiendo cómo neutralizar el ataque del Barça en posicional y teniendo mimbres para salir al contraataque. Javi Gracia situó a Juanmi como ‘9’ móvil y ordenó a su equipo defender en repliegue 4-4-2 a altura muy baja.

2.- Los malagueños necesitaban control defensivo y un punto de oportunismo. En el minuto 6, un balón largo de Kameni desencadenó la tragedia para el Barcelona. Alves trató de ceder el balón a Bravo sin que este botara, pero el chileno no pudo llegar (cerca estuvo de hacer penalti y expulsión). Juanmi lo aprovechó para adelantar a su equipo.

3.- Los siguientes minutos del Barcelona no fueron malos, encerrando al Málaga y dificultándole salir a la contra. Pero los andaluces basculaban muy bien y, cada vez que recibía Messi en banda derecha, hasta cuatro jugadores se juntaban a su alrededor. El Málaga, posicionado en 15 metros, se encontraba relativamente cómodo. Messi y Neymar cada vez buscaban recibir más por el centro, por lo que la defensa andaluza juntaba jugadores por dentro y no sufría.

4.- A partir del minuto 25, el Barcelona se empezó a poner nervioso. Las posesiones eran precipitadas, el Málaga podía salir y trazar buenos contraataques. El ‘espíritu Celta’ rondaba el Camp Nou. Las líneas culés estaban cada vez más separadas y el control del juego era nulo. La primera parte mostró los problemas a los que se pueden enfrentar el Barça ante este tipo de defensas, con un buen sistema de ayudas en las bandas para evitar que Messi y Neymar pudieran crear.

5.- Tras el descanso, Luis Enrique no había corregido nada. El Málaga, de la mano de Castillejo, Juanpi (que entró por Juanmi, lesionado) Samu García y Darder, seguía trazando contraataques a placer, permitiéndose, cuando la situación lo reclamaba, asentar la posesión en campo contrario. La jugada más repetida del partido era ver a cuatro o cinco jugadores blaugrana correr desesperados hacia atrás mientras el Málaga sembraba el pánico en el Camp Nou.

6.- Entraron Rakitic por Rafinha y Pedro por Iniesta, otro ejemplo de que Luis Enrique prioriza la transición al juego de posición. La jugada más repetida del Barcelona era ver a Messi recibiendo por el centro con dos líneas defensivas por delante y sin opciones claras de pase. Cada pérdida era sinónimo de riesgo. El dibujo táctico del Barcelona tras la entrada de Mascherano por Alves resultó difícil de entender. El caos se apoderó del equipo, lo que provocó situaciones como ver a Jordi Alba tirando desmarques de ruptura desde el costado derecho, o a Messi recibiendo a la altura del mediocentro.

7.- El partido era un reflejo perfecto de lo que es este Barça. Brillante cuando puede correr y sus figuras tienen espacios, los de Luis Enrique se ahogan ante defensas replegadas y organizadas, y como carecen de un plan de juego que lleve hasta el extremo el juego de posición y ofrezca variantes ante estas situaciones, los futbolistas acabaron desesperados y colgando balones al área.

8.- A resaltar el gran trabajo táctico de Javi Gracia, que corrigió las -pocas- situaciones en que el Barcelona podía encontrar un foco de peligro, como la banda derecha con Pedro en la segunda parte. Supo encerrar y aburrir a Messi y Neymar y permitió a sus jugadores salir al contraataque. Pese a no tener la posesión de balón, durante muchos minutos parecía más cercano el 0-2 que el 1-1.

9.- Lógicamente, el gol malagueño fue clave para entender lo que sucedió posteriormente. Pero también es cierto que el Barcelona dispuso de más de 80 minutos para darle la vuelta y ni lo consiguió ni pareció poder hacerlo. Luis Enrique deberá trabajar más a fondo el ataque posicional ante defensas cerradas en busca de variantes ya que cuando Messi se cierra, el equipo sufre mucho: no hay desequilibrio ofensivo y sí defensivo, porque la transición se ve muy mermada.

y 10.- Lo bueno de tener a Messi y Neymar es que individualmente son capaces de resolver una gran mayoría de situaciones en favor de su equipo. Lo malo, que cuando no están acertados y sí muy bien defendidos, el Barcelona sigue siendo predecible, lo que le conduce a la desesperación. El martes, ante el City, difícilmente se enfrentarán los culés a un sistema defensivo tan bien trabajado como el de Javi Gracia de hoy, el gran triunfador de la jornada.