Apareció Diego, apareció el fútbol

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 6 abril, 2012 • 7:15

1.- Atlético está en semifinales con todo merecimiento. En un partido en el que había que «remangarse» y estar preparado para sufrir, lo ha hecho desde el principio, aunque le costó mucho encontrar continuidad en el juego. Enfrente, un Hannover que cumple el tópico de los equipos alemanes de toda la vida. Es un conjunto intenso, directo, con buenos jugadores para centrar desde las bandas, en las faltas laterales y en los lanzamientos de córner, por lo que es peligroso en el juego aéreo a balón parado. Además es un equipo rápido, sobre todo arriba. No tiene pausa, para lo bueno y para lo malo. Un rival que ha obligado al Atlético a igualar su ritmo para imponer su mayor calidad.

2.- Un 11 con la idea de tener la pelota. El Cholo Simeone dispuso un once con centrales poderosos en el juego aéreo, Joao Miranda y Diego Godín, sabedor del peligro del rival en los balones aéreos. Un medio campo con Mario Suárez y Tiago, el español más de trabajo y pelea; el portugués con la idea de elaborar. Una línea de tres con Koke EN derecha, Diego y Adrián intercambiando la zona central y la banda izquierda, dejando arriba al Tigre, Radamel Falcao.

3.- Su virtud, el juego directo. Mirko Slomka, técnico del Hannover, dispuso un once para jugar directo, bien ordenado atrás, agresivo en medio campo e intentando explotar las bandas y la velocidad arriba. Sin Stindl, que es un jugador importante en banda derecha por los buenos balones que sirve, las jugadas a balón parado son propiedad del lateral izquierdo, Christian Pander. Aunque hoy no ha creado el peligro que suele crear en las faltas laterales y córners. De los cuatro centrocampistas de inicio en el Hannover, sólo Pinto tiene pausa y criterio. Tanto Schlaudraff y Rausch por fuera, como Schultz, acompañando a Pinto, basan su juego en la presión y la intensidad. Durante la primera parte, cuando han tenido el balón, han creado menos peligro que cuando han conseguido robar y buscar la velocidad de Ya-Konan, por detrás de Diouf.

4.- Equipo largo, con tendencia a jugar por dentro y sin la incorporación de los laterales. La primera parte del Atlético ha sido un reflejo de los problemas que padece en las últimas temporadas cuando tiene el balón. El 4-2-3-1 de salida, o 4-3-3 cuando Koke se junta con Tiago y Mario Suárez, dejando a Diego y Adrián por detrás de Falcao, se convierte en un 4-2-4, con mucha distancia entre líneas. Mario Suárez y Tiago tocaban el balón hacia delante, casi nunca hacia los costados y la pelota les duraba muy poco. Koke, Diego y Adrián tenían tendencia siempre a ir hacia dentro, pero lejos de los mediocentros. Perea y Filipe Luis no doblaban nunca para crear superioridad y Falcao quedaba absolutamente desactivado. Cualquier pérdida de balón suponía un contragolpe peligroso, aunque el Hannover no creaba ocasiones claras. Soberbio trabajo de Miranda y Godín en el juego aéreo, sólo con una laguna en la jugada del gol de Diouf.

5.- Cambio de escenario en la segunda parte: equipo más junto y aparición de Diego. El Atlético ha jugado mucho más junto. Mario y Tiago dan un paso adelante, Koke y Adrián juegan más pegados a las bandas y, sobre todo, aparece Diego por el centro. Dependiendo de donde se produce la jugada, se posiciona más cerca de los mediocentros o más cerca de Falcao. La consecuencia es que el Atlético juega más tiempo en el campo del Hannover y, sobre todo, juega con más sentido. Cuando pierde la pelota, la recupera más arriba y da menos opciones a recibir alguna contra peligrosa. Sigue sin ser un equipo que llegue por fuera, pero tiene que elaborar menos porque juega mucho más arriba.

6.- Diego, Adrián y Falcao, la calidad al poder. Si algo tiene el Atlético de Madrid es calidad en los jugadores de arriba. El golazo de Adrián, tras pelear la posición en un envío al espacio de Diego, darse la vuelta, regatear al portero, recortar en seco a Pander y definir con una pausa que recordó a Emilio Butragueño en ese tipo de acciones, le puso la eliminatoria muy de cara al Atlético. Diego Pablo Simeone se da cuenta que necesita llegar por fuera y da entrada a Salvio, quitando a Koke. El canterano sufre una carencia que puede cortar su proyección. No es un mediocentro de elaboración, no es mediapunta de último pase, ni es un jugador de banda. Es un magnífico centrocampista para dar continuidad al juego, de los de «toco y acompaño», pero el Atlético no suele jugar a eso y, en muchas ocasiones, desaparece de los partidos. Hoy ha sido uno de esos días.

7.- Toque de corneta. El Hannover tocó a rebato, como era previsible, y a base de empuje complicó de nuevo la eliminatoria a un Atlético cuyo punto fuerte no es enfriar los partidos con el balón. Con la entrada de Abdellaoue por Rausch, Ya-Konan pasó a la banda derecha, Schlaudraff a la izquierda y el marroquí arriba con Diouf. Un saque de banda mal despejado por Godín, en su único fallo en todo el partido, le cayó a Diouf que se dio la vuelta y empató el partido. El Hannover tiene mucho mérito. Los rivales saben que uno de sus principales peligros está en los saques de banda que peinan hacia atrás buscando un remate o la segunda jugada; pese a ello, consiguen hacer gol en muchas ocasiones de esa forma.

8.- Otra vez Diego, por primera vez Falcao. Radamel Falcao es un excelente delantero centro, pero que necesita del equipo. Es un futbolista que necesita de sus compañeros para que le asistan. Menos en el tramo final de la pasada temporada en Oporto, cuando su estado de gracia le permitía destacar también en acciones fuera del área, el colombiano es sobre todo un delantero de área, un 9 clásico. Si los compañeros le habilitan, él responde con creces. En muchos partidos del Atlético queda desactivado. En este encuentro iba camino de pasar desapercibido, cuando Diego robó una pelota en la frontal, picó un pase con maestría hacia el pecho de Radamel, que acomodó y disparó con violencia, sellando la victoria y el pase a semifinales.

y 9.- Atlético y Valencia van a disputar las semifinales, revancha para el Valencia de los 1/4 de final de hace dos temporadas. Los rojiblancos vuelven a soñar, sólo dos años después, y de la mano de Diego, con levantar un nuevo título europeo.