"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
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Vi jugar por primera vez a Angeliño cuando todavía estaba en edad infantil. Es de esos jugadores jóvenes de los que en dos segundos te das cuenta de que tiene ángel. Sus controles, su disparo, su conducción, su potencia y sobre todo un carácter sobre el campo que no deja de aparecer en cada una de sus acciones no dejan a nadie indiferente. Era infantil, pero jugaba como un juvenil veterano. Cualquier aficionado que presenciase aquel partido se habría marchado con la impresión y la satisfacción de haber visto a un enorme proyecto de futbolista.
Hoy, ese proyecto está a punto de convertirse en realidad y Ángel Esmorís Tasende va camino de convertirse en uno de los mejores laterales izquierdos que ha parido Galicia.
Desde Silván, una pequeña aldea gallega, llegó a las escuelas de fútbol Luis Calvo de Carballo (La Coruña). Allí duró muy poco porque sus cualidades le llevaron al Deportivo La Coruña todavía en edad alevín. Ya en Abegondo, desde el primer día Ángel se convirtió en una esponja para adquirir los fundamentos del juego, lo que unido a sus cualidades innatas le llevaron a destacar durante la temporada y ser nominado entre los cinco mejores del prestigioso torneo de Brunete en 2009. A partir de ahí, los grandes comenzaron a fijarse en él y tanto F. C. Barcelona como Real Madrid pusieron como objetivo su fichaje.
Jugó tres temporadas más en el club coruñés y se convirtió en una de las perlas más codiciadas de la factoría de Abegondo. Desde su posición de lateral, Ángel destacó en este periodo como uno de los máximos goleadores de la cantera deportivista: llegó a anotar 20 goles en su última temporada como blanquiazul, algo muy poco frecuente y que deja bien a las claras la claridad y calidad ofensiva del joven talento gallego.
Pese al gran interés de Barça y Madrid, fue finalmente el Manchester City el que en enero de 2012 logró hacerse con sus servicios. En el club inglés ha continuado su meteórica progresión y con tan solo 17 años fue elegido en el once ideal de la última Youth League y debutó como internacional con la selección española sub-17.
En la actualidad alterna el equipo sub-18 con el reserva, en el que también se ha ganado un papel destacado consiguiendo incluso un hat-trick frente al Leicester City. El exfutbolista Patrick Vieira, responsable del segundo equipo, y el cuerpo técnico se encargan de pulir un diamante que no tardará en brillar al más alto nivel.
Su calidad, trabajo y determinación deberían hacer el resto. De momento, el gallego ya sabe lo que es entrenarse y ser convocado con el primer equipo que dirige el técnico chileno Manuel Pellegrini. En breve, con gran probabilidad, se incorporará en calidad de cedido al New York City.
El equipo reserva de City jugó un partido contra la selección argentina y Angeliño fue el secante del mismísimo Leo Messi.
Hay quien se ha atrevido a compararlo con el mítico Roberto Carlos, y la verdad es que tanto en sus virtudes como en sus carencias el juego de Angeliño se asemeja bastante al del brasileño. Salvando las distancias, y con la prudencia necesaria, estamos ante un jugador de potencial impredecible.
El potro, así es conocido en su tierra natal y quizá sea esa la mejor definición que pueda hacerse del jugador en este apartado.
Potente, ágil, veloz y por momentos desbocado, que no alocado. Ángel se muestra cada partido como un portento físico de capacidad inagotable. Su tren inferior le permite unas arrancadas explosivas muy difíciles de soportar para sus rivales. Su carrera parece no tener fin y es capaz de mantenerla al ritmo de umbral a lo largo de todo el campo si es necesario y aparecer como un rayo hasta la línea de fondo, llegar y ponerla en las mejores condiciones. Hasta la fecha ha ido quemando etapas dando la sensación de que lleva un pistón más que los de su edad, y por ello se ha adaptado rápido al ritmo que se le impone cada día, superando las exigencias por muy altas que estas sean.
Capaz de aguantar las embestidas de rivales más grandes que él, no duda en las disputas y pese a su corta estatura, su capacidad de salto le permite disputar lo balones por arriba.
Pese a que ya ha conseguido un gran nivel físico, dada su juventud, su desarrollo tiene todavía un margen de mejora evidente.
Buenos controles, conducciones, regates, centros y disparos forman parte del juego habitual de un lateral que maneja todos los registros del juego.
Sus controles, sin ser de una técnica depurada, son lo suficientemente buenos como para que le permitan obtener ligera ventaja en la acción siguiente, lo que unido a su cambio de ritmo le facilita superar al rival en la primera acción.
Desde su posición de lateral zurdo domina la conducción en carrera rápida y con cabeza erguida con el balón cerca de su pie.
Capaz de colocar el balón con la precisión y la fuerza que requiere cada centro, sabe buscar al rematador tanto al primer como al segundo palo.
Ángel tiene un fusil en su pierna izquierda y su golpeo en carrera es tremendo y preciso. Buen lanzador a distancia, posee un desplazamiento largo de gran precisión. Sus golpeos de volea llamaron la atención desde bien pequeño y son admirados por el público en los partidos y por sus compañeros en los entrenamientos. Potencia y precisión en un lance de los más difíciles del juego demuestran el nivel técnico y la calidad de un lateral que cuando llega al área rival sabe definir como un delantero.
Como la mayoría de jugadores zurdos, en el debe apuntaremos su manejo de la pierna derecha, que sin embargo utiliza muy bien como apoyo en los regates y cambios de dirección en carrera.
En defensa, su debe más acusado, se impone por velocidad y anticipación, va al suelo en el corte con decisión y debe mejorar su presión al rival en los marcajes y en el uno contra uno.
Capaz de combinar por dentro, desdoblarse por la banda ocupando los espacios libres y leer el juego también cuando este se desarrolla en la banda contraria. Cuando su equipo no tiene el balón, es inteligente en el repliegue y rápido en la transición defensiva. Sufre en la defensa posicional y los desplazamientos laterales.
A su favor está la lectura del juego tanto en la fase defensiva como la ofensiva. Pocos laterales interpretan también el juego y manejan tantos registros tácticos con tanta claridad.
Sus conducciones hacia dentro para llegar a la segunda línea, sus desdoblamientos por fuera o sus llegadas en paralelo a la línea de banda suelen finalizar con éxito.
Su instinto ofensivo le lleva oler la sangre del adversario y se mueve con inteligencia buscando las carencias del rival. Conceptos tácticos que le facilitan su llegada y su facilidad para verse inmerso en situaciones de gol para asistir o finalizar, lo que le lleva a anotar gran cantidad de goles en cada temporada.
* Manel Díaz.
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