26 segundos bastan para identificar el plan de juego del Real Betis. Presión alta emparejando en dos contra dos a los centrales y limitando recepciones interiores de Khedira y Modric.
A primera vista parece un 4-2-3-1 con ú activando a Jorge Molina, pero se sitúan casi a la misma altura. Y es Nosa quien sale a primer receptor en salida. Matilla, en un escalón inferior, vigila a Modric.
Los exteriores Cedrick y Juan Carlos cierran por dentro orientando al Real Madrid a salir con Marcelo y Carvajal.
Özil queda como hombre libre de oposición, pero la reducción de espacios interiores de los jugadores nombrados anteriormente anula su juego.
El Betis, en defensa organizada se plantaba en 4-4-2, estrechando los espacios con las líneas muy juntas para entorpecer el ataque posicional del Real Madrid.
Pocos jugadores blancos en posiciones intermedias. El Betis siempre cerrando por dentro, orientando al Madrid hacia las bandas.
Los últimos cuatro hombres jugaron muy altos, sin conceder apenas espacios por delante. Como consecuencia provocaron fueras de juego.
Más de lo mismo. Cuatro jugadores del Madrid por detrás de la última línea. Sólo Carvajal ofrece amplitud. Cedrick cierra en exceso, pero los madridistas vuelven a caer en la telaraña verdiblanca.
Línea de cuatro no pisa el área ante el centro lateral.
Antes de seguir con situaciones de la segunda parte, un detalle: cómo y dónde recibe el balón Cedrick en el 0-1.
Inicia el segundo acto y el Real Betis sigue estrechando el campo en el lado fuerte, dejando el espacio libre en el lado opuesto.
Minuto 72, no cambia el guión. Defensa muy alta, reducción de espacios dentro y pasillos exteriores sin ocupar.
De esta manera orientaba el Betis a salir con laterales al Madrid, imposibilitando a Modric y Khedira la recepción del balón.
Una vez sacado el balón a la banda, el extremo del lado fuerte presiona intensamente al poseedor del balón. A eso se le sumaban las marcas y el cierre de las líneas de pase.
Marcelo tiene que pasar hacia atrás ante las marcas individuales presionantes en el uno contra uno, como se observa en la imagen.
La circulación llega al central opuesto y el Betis vuelve a ajustarse sin perder las marcas y vigilancias de sus pares.
La presión alta sigue muy viva, aunque las posiciones se desordenen ante una pérdida. Permutan Molina y Verdú.
Una hora de partido y el equipo dirigido por Pepe Mel sigue yendo a presionar el saque de meta de Diego López. Consecuencia: juego directo.
El compromiso en transición defensiva es tremendo. Ocho jugadores en el campo contrario para una falta frontal. En apenas 15″ todo el Betis, excepto Jorge Molina, repliega y para el contragolpe del Real Madrid. Tremendo retorno defensivo.
Sorprende la altura de Jorge Molina en el 82′ y con 1-1. Rol perfectamente definido del delantero.
Y sólo en el minuto 88, ante el desgaste físico y mental, Nosa no llega a la marca del primer receptor.
* Daniel Alonso en licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Entrenador Nacional de Futbol.
– Foto: Reuters
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