En el clásico más antiguo del mundo, entre dos potencias de todos los tiempos, Uruguay cayó derrotado por 1-0 ante Argentina, que obtuvo el triunfo gracias al gol del Kun Aguero.
El trámite fue favorable a la albiceleste en todo momento. Argentina tuvo la tenencia del balón y alguna que otra jugada de peligro que pudo haber inclinado la balanza en el primer tiempo. Por su parte, Uruguay decidió renegar sus posibilidades ofensivas para atascar, tanto como fuese posible, los circuitos de los de Martino. Hasta el minuto 68, cuando llegó la única anotación del partido, mal no le fue. Sin embargo, en la búsqueda de minimizar los riesgos se terminó por asumir demasiados riesgos, y así fue que el aroma a gol siempre rondó las cercanías de la portería de Muslera.
Los intentos de embestida de los uruguayos fracasaron una y otra vez, y es lógico que así fuera, porque cuando los celestes recuperaban el esférico, no tardaban más de tres o cuatro segundos en volver a cederlo. Esto no se debió tanto a un tema de imprecisión como de inferioridad espacial: Uruguay intentaba salir prácticamente desde dentro de su área, porque allí fue donde pellizcó algún balón, y no solo se encontraba a 70 u 80 metros del arco contrario, sino que además todos sus hombres se hallaban por detrás de la línea del balón, al tanto que Argentina lo tenía sitiado en su propio campo. Fue la diferencia entre un equipo que se ordenó tras el balón y otro que se ordenó con él.
De ese modo, el desarrollo del encuentro se le hizo muy cuesta arriba a los hombres de Tabárez; implacables gregorianos guiados por un timorato emperador que no pierde esa característica ante débiles imperios y mucho menos ante las grandes potencias.
Hay dos maneras de enfrentarte a la adversidad. Podés elegir tirarte al piso y jugarte a aguantar los golpes o podés pararte y hacerle frente. Es más que probable que en cualquiera de ambas circunstancias Argentina pegase más duro y Uruguay terminara en la lona, pero hay formas y formas. La celeste apostó por la suya.
Uruguay se puso de pie tarde, pero estuvo muy cerca de lograr la igualdad antes del final del encuentro. No se dio, y ahora le tocará pelear la clasificación ante el siempre duro Paraguay.
Por su parte, Argentina llegará a la última fecha, en la que la espera Jamaica, con la clasificación asegurada, pero procurando consolidarse para lo que viene.
Argentinos y uruguayos podrían volver a verse las caras pronto, en instancias más avanzadas.
* Rodrigo Zacheo.
– Foto: AFA
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