Este es el análisis desde un punto de vista personal y, como no, discutible, del error de Víctor Valdés en el partido de ida de la Supercopa de España, que el pasado 23 de agosto enfrentó al Barcelona y al Real Madrid, y que supuso el gol de Di María.
Tras leer varios artículos al respecto, en los cuales únicamente se hace mención a la acción técnica de control y a su correcta o incorrecta toma de decisión de si debía haberse realizado o no, considero interesante analizar esta jugada desde otro punto de vista y exponer de una manera breve, clara y concisa cual fue, bajo mi modesta opinión, el error.
Considero que el error, en gran medida, estuvo ocasionado por una falta de “comunicación” que generó una situación comprometida que se podía haber evitado de una manera sencilla. Para que podaís comprender mejor mi conclusión, lo expongo de la siguiente manera:
Una vez que Adriano se hace con la posesión del balón decide ceder o pasar el balón a Víctor Valdés. Automáticamente, y nada más efectuar el pase, se abre intentando ofrecer una línea de pase al portero, que es tapada por la presión de Di María al encontrase éste en ese mismo lado en el cual se estaba desarrollando la acción. Para mí, esta situación se podía haber evitado. Considero que Victor Valdés recibe el balón en un espacio inadecuado y que el pase iba en dirección a la pierna inadecuada.
¿Cómo se podía haber evitado la situación? Pienso que Valdés podría haber elegido el espacio y la pierna sobre la cual quería recibir el balón, simplemente mediante comunicación. En este caso mediante comunicación no verbal, abriendo el brazo y marcando el espacio en el cual deseaba recibir el balón, para hacerse con su posesión con un primer contacto mediante control orientado e intentar jugarlo con un segundo mediante pase o golpeo, enviando el balón a la espalda de los jugadores que también se aproximaban a su posición por su lado derecho, intentando “conectar” con los de arriba o, simplemente, despejándolo.
Pienso que Adriano tenía claro que quería pasar el balón a Valdés para que éste se lo devolviera, pero que en ningún momento pensó en otras opciones. El pase de Adriano debería haber sido justo al espacio contrario para ser recibido por Valdés sobre zonas más centradas a la portería o situadas más a la derecha, donde mediante un control con pierna derecha poder dejar el balón en buena posición para ser jugado en un segundo contacto, bien a modo de pase a una segunda línea o bien mediante un golpeo largo a modo de despeje. De esta manera se hubiera evitado también la presión más cercana, la de Di María. El error en su control y la situación posterior vienen generados por una incorrecta o inexistente toma de decisión sobre cuál es el espacio o el lugar en el que quiere recibir el balón.
Considero que Victor Valdés es víctima de una mala cesión que se produce por una falta de comunicación y porque él mismo no toma excesiva parte “activa” en la situación. Es Adriano el que decide dónde y cómo realizar el pase, y no Valdés. Este es para mi el error y no todo lo que sucede a posteriori. Tras analizar la jugada varias veces, aunque si os digo la verdad con una sola reproducción del vídeo me ha bastado, sigo pensando que el error de Victor Valdes no estuvo en el “después” sino en el “antes” y que la responsabilidad fue de los dos (también de Adriano) aunque también considero que el portero pudo hacer algo más para que no se generara esta “particular” situación.
Me gustaría terminar comentando que todo lo comentado en este artículo no debe ser entendido como una crítica, sino como un análisis reflexivo de una situación puntual del juego. Una y otra vez, gracias a mi trabajo, me veo inmerso en el estudio de este tipo de situaciones y, en todos los casos, lo primero que hago siempre es preguntar a los protagonistas en qué estaban pensando en ese preciso momento y cual era la solución que tenían al problema en ese mismo instante. Cuando termino de escucharlos, cada vez tengo más claro que llego a la conclusión de que cada uno “tenemos nuestra propia percepción y nuestra propia solución a una determinada situación”.
Hoy he expuesto las mías, pero eso no quiere decir que tenga la razón. Lo interesante de estas situaciones es que unos y otros, mientras las analizamos, aprendemos a percibir cosas que normalmente no apreciamos; ésta es la parte maravillosa de los errores. Víctor Valdes, sin quererlo, nos ha hecho un gran regalo. Desde aquí desearle mucha suerte para todo lo que le queda de temporada. Y para nosotros, los que estamos al otro lado del telón, a seguir pensando, aprendiendo y mejorando para que la percepción y las tomas de decisión de nuestros porteros y jugadores sean cada vez mejores.
* Jon Pascua Ibarrola es Entrenador de porteros del Mamelodi Sundowns FC de Sudáfrica. En Twitter: @jpascuaibarrola En la web: www.jonpascua.com
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