"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Fútbol 2011-2012 / Informes España
Un Chelsea distinto. Más físico, más orden. Agazapar para golpear. Este Chelsea difiere en buena medida del que hemos visto a lo largo de la temporada. Comandado por Roberto Di Matteo, que sustituyó a Villas-Boas en una traumática media temporada blue. El técnico portugués pasó con más pena que gloria, se enfrentó a una plantilla donde pesan más los jugadores que el entrenador, algo que no fue capaz de superar y le supuso la desconfianza del vestuario. Sin once fijo y sin resultados a corto plazo que facilitaran trabajo a largo plazo.
Di Matteo llegó para subsanar el resto de la temporada como técnico interino de carácter provisional. Buscó desde el primer momento ganar la confianza de los veteranos del vestuario (Lampard, Terry, Drogba…) y optó por imprimir más carácter que juego al equipo. Primero, querer y creer; después, jugar. Y viene dando resultado. Su equipo no realiza un juego vistoso, pero crece a partir del físico. Ha sido capaz de recuperar una versión notable de Fernando Torres escoltado por un Mata con total libertad de movimiento y galones en ataque.
El Chelsea es sexto a cinco jornadas para el final de la Premier. Persigue en la pelea por entrar en Champions a Tottenham y Newcastle, cuarto y quinto respectivamente, que se hallan dos puntos por encima del conjunto blue.
SISTEMA TÁCTICO
Di Matteo parece haber encontrado el equilibrio plantilla-equipo. Línea por línea, es difícil encontrar grandes debilidades. Si existe una es el puesto de creador. Lampard viene ocupándolo en los partidos importantes, escalonado en el doble pivote con Obi Mikel, mediocentro de contención absoluta. Bien es sabido que el inglés es llegador y jugador para ocupar los espacios entre líneas más que para trasladar el balón, pese a su calidad para desplazar en largo.
El técnico italiano luce un esquema que se ha convertido en habitual: 4-4-1-1 para defender y 4-2-3-1 con posesión. Previsiblemente, poco apreciable de este último esquema en la eliminatoria contra el Barça porque cederá el balón al contario para salir al contragolpe, situación en la que más cómodo se siente el Chelsea.
Defensa: La defensa habitual la forman Ivanovic, David Luiz, Terry y Ashley Cole. El sector derecho brilla sobre el izquierdo. El central serbio reconvertido a lateral es pragmático, físicamente fuerte y de reacción rápida. El mando, pese a su edad, lo lleva David Luiz. El central portugués es, con seguridad, uno de los siete mejores del mundo en su posición, siempre y cuando su concentración se lo permite. Es dado a arriesgar en la salida con conducciones largas y su talento defensivo es discutible. Capaz de combinar brillo y calamidad. Aún así, es brillante al corte y posee una buena salida de balón. La lesión en el tendón de la corva que se produjo David Luiz el domingo en semifinales de FA Cup frente al Tottenham puede hacerle ser baja en la ida frente al Barça. En su caso, parece Cahill el elegido para esta posición. Sin las numerosas cualidades físicas del portugués, pero más riguroso en la posición y emocionalmente estable. Terry y Cole son los veteranos. Aportan pausa donde el sector derecho pone frenesí.
Mediocentros: En el centro del campo los ya citados Mikel y Lampard. Un doble pivote escalonado. Un jugador para destruir y otro para iniciar elaboración o transición. Partiendo desde el sector central-derecho, Mikel despliega a lo ancho para destruir pero la movilidad de Aimar ya lo desarboló en cuartos de final. Puede sufrir sobremanera con la movilidad de Iniesta o Cesc.
Bandas: En defensa, en 4-4-2, Mata queda liberado de trabajo defensivo salvo el inicio de la jugada rival. Ídem que el delantero referente (Torres o Drogba). Ambas bandas son exigidas de largo recorrido, de ahí la apuesta por Kalou y Ramires habitualmente. Dos jugadores con más rigor y entrega que Malouda o Sturridge. Ambos intercambian banda, aunque el brasileño suele partir desde la derecha. Posición más natural para él, aunque contra el Barça pueda hacerlo en la izquierda para tapar las permanentes superioridades en banda con Alves -lo hizo en la vuelta para tapar la superioridad de Benfica con Maxi Pereira y Bruno César-.
Delanteros: Arriba, dos alternativas, Fernando Torres y Mata o lo que es lo mismo: calidad y explosividad. Un mediapunta con último pase y un delantero móvil, explosivo y con mayor capacidad para esfuerzos anaeróbicos. O Mata y Drogba. El marfileño no aprovecha tanto las transiciones, pero su potencia es indiscutible. Aporta recepciones de espaldas y más pegada. Torres o Drogba, dos perfiles distintos para un mismo fin.
TRANSICIONES
Un equipo construido para agazapar, volar y golpear. Se siente cómodo replegado a partir del mediocampo propio y no duda a la hora de contragolpear ocupando todos los carriles. A menudo, de manera caótica, lo cual puede dificultar a la defensa. Ramires, Kalou, Mata, Torres y Lampard pueden llegar de cara a portería. En pocos segundos, transición defensa-ataque. Fútbol directo, incluso iniciando desde la defensa. Es frecuente ver desplazamientos largos de Luiz a Torres sin intermediario. Por desmarque de apoyo o, incluso, de ruptura a la espalda de los centrales.
El planteamiento del Chelsea cara a la eliminatoria contra el Barcelona parece claro. No discutirá el balón, ejercerá de perro de presa y buscará constantes transiciones para encontrar espacios. Posiblemente, a partir de la recepción del 5 en campo contrario.
JUGADOR DETERMINANTE
Mata. El ‘10’. Jugador que activa las transiciones, esencia blue. Es sensible a los espacios y busca siempre la opción adecuada. Preciso en desplazamiento medio, cirujano en el pase al hueco. Sus recepciones desahogadas podrán explicar parte de la eliminatoria. Escolta de Torres en la pizarra, libertad plena para crear superioridades dejando caer a los carriles exteriores, aunque siempre hacia dentro. El caudal ofensivo del Chelsea se entiende a partir de él.
PD: David Luiz -si finalmente se recupera de su molestia muscular- podría resultar definitivo si el planteamiento es el indicado en el artículo. Si él está bien, la fase defensiva del Chelsea será correcta. Si su cabeza anda en otras labores, puede ser resolutivo en contra de su equipo. Su estabilidad emocional responderá a ciertas fases de la eliminatoria.
LA ELIMINATORIA
Barça parte como favorito. En primer lugar, porque su apuesta está asentada y los resultados son más que evidentes. En segundo, porque su nivel físico permanece in crescendo y llegará a un brillante tono. En el debe se encuentra la transición defensiva. Si esta mejora, puede tener parte de la eliminatoria inclinada a su favor. Chelsea exigirá vértigo, idas y vueltas. El Barça promete masticar y masticar. Y Messi.
* Fran Alameda es periodista. En Twitter: @Fran_Alameda
– Fotos: Reuters
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