Polonia organizó por primera vez un mundial de voleibol y el éxito fue total. Desde el récord de espectadores en el partido inaugural hasta la final, el anfitrión contra el campeón, la deseada para cualquier evento de este tipo. El voleibol deberá estar eternamente agradecido al público polaco por su pasión hacia este deporte que hizo que tras tres semanas y 103 partidos, una cantidad exagerada, se desearan más encuentros.
Inauguración
El campeonato comenzó con un Polonia-Serbia disputado en un escenario especial, el Estadio Nacional de Varsovia, recinto cubierto para la ocasión, que permitió que 62.000 personas vieran el partido en directo, récord en la historia del mundial superando un URSS-Checoslovaquia en 1952 en Moscú que congregó a 50.000 espectadores. Polonia puso la guinda a la fiesta venciendo ese partido por 3-0.
Primera fase
La primera fase de grupos, con 60 partidos en total, solo eliminó a un equipo europeo (Bélgica) y presenció las tres únicas remontadas de dos sets en este mundial: Finlandia ante Cuba, Italia ante Francia y Rusia ante Bulgaria. A Cuba jamás le habían remontando un 2-0 en un mundial y tanto para Italia como para Rusia fue la primera vez que vencían un partido mundialista tras perder los dos primeros sets.
Segunda fase
Varias eliminaciones sonadas como las de Estados Unidos (campeón de la Liga Mundial este verano), Cuba (el vigente subcampeón mundial) e Italia, que terminó 13º, su peor puesto desde que concluyese 14º en Argentina 1982.
La séptima plaza estadounidense es la peor para un vigente campeón de la Liga Mundial. De hecho, todos los ganadores de la World League se subieron al podio en el mundial siguiente.
Tercera fase
El peculiar sistema de competición hace que en esta fase solo se disputen seis partidos y, además, todo estuvo decidido antes de acabar la última jornada. Pero aquí hubo un enfrentamiento histórico: el que Polonia le ganó a Brasil por 3-2 y que truncó la racha brasileña de 13 victorias consecutivas, la más amplia desde las 29 de la URSS entre 1974 y 1986.
Semifinales
Francia y Alemania se presentaban como víctimas ante Brasil y Polonia, pero ambos obligaron a sus rivales a estar más de dos horas en pista para superarles. Alemania asumió mejor la derrota y venció a los franceses por 3-0 en el partido por el bronce, consiguiendo la primera medalla de su historia (la RDA fue campeón en 1970).
Final
La final esperada desde el primer día es la que se vio en Katowice: el anfitrión contra el vigente campeón. Y ya fue histórica sin empezarla, porque el anfitrión no jugaba el partido por el título desde 1978 (Italia perdió en Roma ante la URSS) y se enfrentaron en ella dos países campeones del mundo por segunda vez en la historia (la otra fue en 2006, cuando también jugaron Brasil y Polonia).
En sus últimas tres finales, Brasil siempre había tenido un set donde desbordaba a su rival, y esta vez fue en el primer parcial, que ganó por 25-18. El segundo set fue dominado por los polacos y, cuando los brasileños lo consiguieron igualar, los anfitriones ahuyentaron los fantasmas de la final de 2006 (perdida por un claro 0-3) para empatar el partido. La igualdad presidió el resto del encuentro, pero en los puntos decisivos los polacos fueron mucho mejores para acabar ganando por 3-1 (18-25, 25-22, 25-23, 25-22).
El campeón
Es el segundo título mundial de Polonia en voleibol tras el logrado en México en 1974. Los polacos acabaron con el gafe del anfitrión, que no se hacía con el título desde Checoslovaquia en 1966, pero por su derrota ante Estados Unidos en el inicio de la segunda fase no pudieron emular a la URSS de 1982, el último equipo que ganó el mundial venciendo todos sus partidos.
El subcampeón
La derrota fue dolorosa para Brasil porque se quedó sin el ansiado tetracampeonato consecutivo, ese que, en cualquier deporte colectivo de verano solo ha conseguido la Unión Soviética en baloncesto femenino. Brasil es el segundo campeón mundial en vigor que pierde la final de la siguiente edición (URSS fue oro en 1982 y plata en 1986) y vuelve a ser subcampeón mundial y olímpico a la vez, como ya le pasara tras perder la final mundial en Buenos Aires 1982 y la olímpica en Los Ángeles 1984.
El mejor jugador
El opuesto polaco Mariusz Wlazły, que estuvo en el subcampeonato mundial de su país hace ocho años, se llevó un premio que no lograba un jugador europeo desde 1998, cuando se lo dieron a Rafa Pascual pese a que España concluyó en octava posición.
Y además…
La capital granadina volvió a ser la sede de un mundial de tiro 81 años después, aunque esta vez de todas las pruebas y categorías para un total de 53 eventos diferentes. China dominó el medallero con 44 preseas, 19 de ellas de oro, pero pasaron otras cosas reseñables.
Yusuf Dikeç, con sus títulos en pistola estándar y pistola center fire, dio a Turquía los primeros oros mundiales de su historia en este deporte.
Suiza volvió a ganar la competición por equipos del rifle 300 metros 3 posiciones. En esta modalidad, que se disputa desde 1897, los helvéticos suman 27 títulos, más que cualquier otro país en cualquier otra arma.
Diez de las pruebas en categoría absoluta tenían competición masculina y femenina. Ningún país se llevó los cuatro oros posibles (dos individuales y dos por equipos), pero lo que sí ocurrió fue que un país ganara los dos oros individuales: lo hizo China en 10 metros blanco móvil mixto (primera vez que un país se lleva los dos títulos en una misma edición) y Corea del Sur en 10 metros pistola de aire (desde la URSS en 1989 nadie había conseguido este doblete).
Cuarta edición del campeonato con dos clases nuevas, el 49er FX femenino, que ganó Brasil (con Martine Grael, hija del mítico Torben Grael, en la embarcación), y el Nacra 17, clase mixta que ganó Francia.
En el resto de clases lo más destacado fue la victoria de Austria en 470 femenino, ya que el país austriaco es el segundo sin mar que gana un título en este evento (Bielorrusia se impuso en el láser radial femenino de 2007).
Además, Nathan Outteridge, Przemysław Miarczyński y Saskia Clark igualaron el récord de tres medallas en la historia del campeonato de Robert Scheidt y Malcolm Page. La británica Clark es la primera mujer que logra más de dos medallas.
El mundial regresó a Estados Unidos 25 años después y Francia se llevó toda la gloria con permiso de la australiana Jessica Fox.
En K1 masculino, los franceses se llevaron oro, plata y bronce, lo que nunca había hecho otro país en la especialidad. Un francés, ahora compitiendo por Estados Unidos, como Fabien Lefèvre ganó el C1. Y Francia consiguió tres oros por equipos (K1 masculino y femenino y C2 masculino), el mejor resultado de cualquier país desde 1991, cuando también Francia se llevó esos mismos títulos.
Lo único que no pudieron ganar los franceses fue una prueba individual femenina, porque Jessica Fox logró el oro en ambas, K1 y C1. Ninguna otra persona había ganado estas dos modalidades en una misma edición y solo la eslovaca Jana Dukátová tiene ambos oros (campeona del K1 en 2006 y del C1 en 2010).
Y no se puede hablar de un mundial de piragüismo slalom sin mencionar a Michal Martikán. El eslovaco, campeón olímpico en Atlanta 1996, estuvo en el relevo dorado de su país en C1, una medalla que le mantiene con la persona con más preseas en la historia del campeonato (18) y le deja a tan solo un oro del récord de títulos de Jon Lugbill (12).
Los mismos seis países de la pasada edición en Pau 2010 consiguieron medalla (México, España, Francia, Argentina, Cuba y Uruguay), pero quien lideró el medallero fue México gracias a sus seis títulos. Francia (en Biarritz 1958), España (en Santiago de Cuba 1990) y México (en México 2006) también consiguieron seis títulos, aunque el récord (8 oros de Francia en San Sebastián 1952) se mantiene intacto.
Tres de las pruebas casi siempre tienen el mismo ganador. En paleta goma en trinquete, Argentina se hizo con el título por 16ª vez en 16 ediciones. México tiene como prueba predilecta el frontenis femenino, que ha conquistado en los siete mundiales donde se ha celebrado. Y España domina la pelota mano: los navarros Alberto Ongay en individual y Yoldi/Tobar en parejas mantuvieron la hegemonía de España, que lleva ganando estos títulos desde 1986 (individual) y 1990 (parejas).
Los dos grandes dominadores de la competición, Italia y Países Bajos, se enfrentaron en la final por tercera edición consecutiva, muy lejos del récord de 16 que protagonizaron entre 1969 y 1999. A diferencia de las dos últimas, esta vez el triunfo cayó del lado neerlandés por 6-3 (también habían ganado en la fase de grupos por 5-0). Los Países Bajos consiguen oro o plata por 23ª edición consecutiva.
Los neerlandeses manifestaron su superioridad ganando todos sus partidos (nueve) por al menos tres carreras, lo que no hacía ningún otro equipo desde ellos mismos en 1999 (jugando ocho partidos).
El campeonato respetó el orden histórico. El país con más oros (Países Bajos con 21) logró ese metal; el que tiene más platas (Italia con 16) fue subcampeón; y el que ha conseguido más bronces (España con 14) volvió a ser tercero.
Jens Voigt se regaló, para terminar su carrera profesional y celebrar su 43º cumpleaños, un intento de una de las pruebas más míticas sobre una bicicleta, el récord de la hora en pista. Y, desde el primer metro, Voigt mejoró la anterior marca hasta recorrer 51,115 km, una mejora de 1,415 km, la cuarta más amplia en la historia de la prueba.
Voigt, de 43 años y 1 día, es el más veterano en poseer este récord y también es el primer alemán que lo consigue.
Bilbao volvió a ser la sede de la final de maestros, que tuvo como campeón a Viswanathan Anand. El indio ha estado desaparecido del ajedrez de elite para preparar su duelo por el título mundial ante Magnus Carlsen en Sochi a final de año, pero su regreso ha sido triunfal con tres victorias en las cinco primeras rondas y una intrascendente derrota el último día cuando ya era campeón. Con el Masters, Anand suma 15 victorias en grandes torneos (5 en Linares, 5 en el Melody Amber, 3 en Wijk aan Zee y 1 en Dortmund).
Simultáneamente al Masters también se disputaron en Bilbao las dos Copas de Europa. Los campeones de 2013 (Novy Bor y CE Monte Carlo) fueron subcampeones y los títulos fueron para el Socar Bakú masculino, que ya lo había ganado en 2012, y para el Nona Batumi femenino.
Un club georgiano no era campeón de Europa de ajedrez desde 2005, cuando el NTN Tblisi venció el torneo femenino. Y la ciudad de Batumi no había ganado la Copa de Europa en ningún deporte.
Singapur volvió a cumplir las expectativas. La carrera fue lo más larga posible –no acabó por vueltas si no que hubo que recurrir a la norma que la limita a dos horas–, salió el safety car (siete veces en siete ediciones) y las diferentes estrategias permitieron emoción hasta el final por el triunfo que acabó llevándose Lewis Hamilton. El británico, beneficiado por el abandono de Rosberg, es líder del mundial por segunda ocasión en lo que llevamos de temporada.
Por segunda vez en este gran premio no se pudo completar el número de vueltas previstas (se hicieron 59 en 2012 y 60 en 2014, en lugar de las 61 programadas) y por primera vez lo ganó Lewis Hamilton.
La final del campeonato más importante de este deporte tradicional irlandés enfrentó a Kerry, el equipo con más títulos, ante Donegal, que nunca había perdido una final. Kerry venció por 15-12 y es, con mayor motivo si cabe, el equipo hegemónico porque con este nuevo título, el 37º, tiene tantos como finales el que le sigue en el ranking: Dublín (24 títulos en esas 37 finales).
En el fútbol gaélico se puntúa con goles (tres puntos) y pase por palos (un punto). Kerry ganó el título con tan solo nueve balones pasados por los palos, lo que no ocurría desde el replay de 1996 con Meath (también nueve).
El belga, pero siciliano de nacimiento, Pino Cerami falleció a los 92 años. En su palmarés sobresale el bronce mundial en ruta en 1960 y la París-Roubaix de ese mismo año. Y también una etapa en el Tour, la única de su carrera en una gran vuelta, que pasaría desapercibida si no fuera porque la consiguió con 41 años y 95 días, aún hoy récord de veteranía en la gran ronda francesa.
* David Fernández es estadístico.
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