Ambos merecían ser terceros

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 30 junio, 2013 • 20:19

1.- Italia y Uruguay dieron sentido y dignificaron el partido por el tercer y cuarto puesto de esta Copa Confederaciones. Ambos salieron a competir y el resultado fue un partido disputado, cada uno con sus armas, 120 minutos de un desgaste tremendo y una tanda de penaltis para recordar al mundo quién es Gianluigi Buffon, pese a que no atraviesa su mejor momento de forma.

2.- Prandelli decidió volver al sistema 4-3-2-1 que ha sido el más habitual en el torneo. En el eje de la zaga formó con dos centrales zurdos: Astori como central derecho aportando una buena salida de balón y Chiellini como central izquierdo. Maggio y De Sciglio fueron los laterales. De Rossi completó un inicio de partido excepcional como regista, flanqueado por Montolivo a su derecha y Candreva a su izquierda. Diamanti y El Shaarawy ofrecían soluciones muy diferentes para la mediapunta. Alberto Gilardino fue la referencia arriba.

3.- Tabárez formó con un 4-3-1-2 de inicio. El Mono Pereira y Cáceres en los laterales con el cacique Lugano y Godín como pareja de centrales. Arévalo Ríos, intocable para el profe, por delante de la zaga; Gargano y Cebolla Rodríguez como escuderos. La posición del actual Forlán genera dudas. El tiempo y el desgaste no le permiten realizar la soberbia función que hizo en el pasado mundial y en la última Copa América; como enganche se machaca y pese a ello el equipo se parte. Uruguay necesita un jugador que conecte el medio con los puntas; Gastón Ramírez y Lodeiro tienen un reto por delante. Arriba formaron Cavani, conmovedor su momento de forma, y un Luis Suárez que no ha llegado bien al torneo.

4.- El inicio de Italia fue muy bueno. De Rossi distribuía con criterio y Candreva aparecía constantemente. Pese a que su mejor posición no es la de interior izquierdo, desde allí desplegó su repertorio de pases interiores, capacidad para asociarse y destreza para el disparo. Italia dominaba, con tendencia a volcar el campo hacia el costado izquierdo porque Maggio se prodiga menos por la derecha con defensa de cuatro que cuando es carrilero.

5.- Una gran falta de Diamanti tocó en el larguero y en la espalda de Muslera para que Astori la empujase a puerta vacía. Uruguay respondía a Italia con contragolpes verticales y directos, pero con el paso de los minutos cada vez era más dominada.

6.- Tabárez detectó el problema y cortó la sangría cambiando el sistema. Cambió a una defensa de tres centrales con Cáceres como central derecho. Maxi Pereira pasó a ser carrilero derecho y el Cebolla cambió su posición como interior izquierdo a lateral izquierdo largo. Uruguay fue más profundo e hizo retrasar a Italia unos metros.

7.- Una buena acción de Gargano al inicio del segundo acto encontró a Cavani, que resolvió con maestría buscando el palo largo de Buffon. Empate a uno y la sensación de la eterna competitividad charrúa. Italia quería seguir dominando, pero el partido estaba más abierto, ya no era el dominio azzurro del inicio del partido.

8.- El desgaste físico y la intensidad de ambos era notable. Entró Álvaro González en Uruguay por el Cebolla Rodríguez para mantener el vigor en el costado izquierdo pese a perder profundidad, pues el centrocampista de la Lazio no es un habitual en esa posición.

9.- Diamanti y Cavani se retaron a un duelo de libres directos. El resultado fueron dos golazos: uno salió de la zurda de Diamanti y otro de la derecha de Cavani, aunque quizá en el lanzamiento del charrúa pudo hacer algo más Buffon.

10.- El partido ya era un intercambio de golpes. Tabárez quiso recuperar la profundidad por los costados y dio entrada a Palito Pereira por el Mono Pereira, pasando Álvaro González a la zona derecha. Prandelli se acordó de Aquilani por un castigado y exhausto De Rossi.

11.- La prórroga se jugó en condiciones difíciles por el cansancio. Italia perdió a Montolivo tras ver su segunda amarilla. Antes había entrado Giaccherini por Diamanti en un intento de revitalizar la zona de tres cuartos pese a perder la amenaza latente que supone la zurda del jugador del Bolonia.

y 12.- Uruguay terminó mejor. Cavani, siempre Cavani en este torneo, tuvo la victoria al final, pero no encontró el tanto. De nuevo Italia llegaba a una tanda de penaltis y ahí apareció Buffon. Su eterna sonrisa, su magnífico compromiso, su veteranía y su capacidad para detener penas máximas. Detuvo los lanzamientos de Forlán, Cáceres y Gargano para otorgar el tercer puesto a Italia ante una selección uruguaya que tiene una generación con un mérito enorme. Bajo la bandera de la competitividad ahora mismo es cuarta del mundo, campeona de América y cuarta de la Confederaciones.