Alemania ganó en el banco de pruebas

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Alemania ganó en el banco de pruebas

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 18 noviembre, 2014 • 23:54

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1.- El partido fue un banco de pruebas para ambas selecciones que termina dejando sensaciones negativas a España en el marcador en un momento en el que las victorias calmarían el entorno, pero las conclusiones deben ir más allá del resultado. El primer tiempo tuvo un aire más de partido oficial que el segundo acto. Como es habitual en los amistosos, el carrusel de cambios y la presencia de jugadores menos habituales en ambas escuadras fue bajando el tono de un partido, que comenzando dominando España y que terminó amasando Alemania.

2.- España propuso un 4-2-3-1, algo asimétrico, en el que Busquets y Bruno Soriano aparecían al mando de las operaciones, la línea de tres por delante estaba formada por Raúl García en la derecha, Isco como mediapunta y Nolito tirado a la izquierda, dejando arriba a Álvaro Morata. Alemania sorprendió con una disposición táctica que hacía mucho tiempo que no utilizaba. Un 3-4-3 que en fase defensiva se convertía en un 5-4-1.

3.- Alemania jugó muchísimos años con una línea de cinco atrás, todos los torneos desde el Mundial de España 82 hasta la Eurocopa de Portugal en 2004, nada más y nada menos, pero sorprendió mucho porque hacía tiempo que Löw no lo utilizaba. La última vez fue en Kiev en un amistoso ante Ucrania en 2011 que terminó empate a tres. Rüdiger, Mustafi y Höwedes emulaban a Karlheinz Förster, Uli Stielike y Bernd Förster, como si hubiéramos detenido el tiempo en 1982. Rudy y Durm fueron los laterales, más cortos en el primer acto y más profundos con el paso de los minutos. Kroos y Khedira fueron los mediocentros, dejando arriba a Müller en la derecha, Volland en la izquierda y Götze como falso nueve.

4.- El primer tramo del partido fue de dominio de España, que recuperaba el balón muy arriba con una buena presión y merodeaba con facilidad la frontal del área alemana. Piqué y Ramos vivían en campo alemán, Bernat percutía por la banda izquierda y la sensación de dominio local se acrecentaba cuando Isco recibía en la frontal y buscaba la espalda de los tres centrales alemanes. España inclinaba más el campo hacia la banda izquierda. En la derecha, Azpilicueta dobló menos que Bernat en la otra banda y Raúl García, en un contexto de juego elaborado, es peor recurso en la derecha que cuando juega ahí en el Atlético y se convierte en una referencia para el juego directo.

5.- Cuando Alemania intentaba desplegarse en ataque, España no tardaba en recuperar el balón y Morata era el que compensaba la carencia de presencia española por la zona derecha de su ataque tirando desmarques muy acertados plenos de potencia y ayudándose muy bien del cuerpo para proteger el balón. Esa función la realizaba con maestría Fernando Torres en la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008 generando multitud de espacios para la segunda línea.

6.- Müller se retiró tocado en el minuto 22′ y entró Bellarabi. El jugador del Leverkusen activó el ataque de los de Löw aplicando toda la verticalidad de su fútbol en el costado derecho. Ya ha cuajado varias actuaciones magníficas con Alemania, una de ellas hace muy poco en Varsovia ante Polonia, pese a que el partido concluyó con derrota alemana. Con Bellarabi en modo alfil y Kroos tocando cada vez más el balón, Alemania fue minimizando a España, no sometiéndola, pero sí lo suficiente para igualar las fuerzas. Sin ocasiones claras, el partido llegó al descanso con la sensación de que a España le había faltado un plus de madurez para ponerse por delante cuando fue superior en el encuentro. Algo lógico por el momento actual de la selección y por la presencia de muchos jugadores nuevos en la alineación.

7.- El segundo acto vio el habitual carrusel de cambios en ambas selecciones que termina desluciendo el ritmo e interés de este tipo de partidos, pese a que se enfrenten selecciones potentes. Alemania terminó gobernando el partido, sin mucha profundidad, pero sí con la autoridad suficiente para controlarlo. España nunca le perdió la cara, pero perdió el balón y sus ataques carecían de continuidad, además de no tener ocasiones claras jugando más a la contra.

y 8.- La entrada de un delantero centro como Kruse por Götze a seis minutos del final terminó de fijar más atrás aún a los centrales de España en la segunda parte, Bartra y Albiol. Alemania ya vivía para entonces en campo contrario. En ese contexto de partido, a Kroos le gusta practicar su disparo desde fuera del área ,y así sorprendió al debutrante Kiko Casilla con un disparo raso, que botó justo antes de llegar a su alcance en un terreno rapidísimo por la lluvia que cayó durante todo el partido. España no volverá a jugar hasta marzo, tiempo suficiente para que Del Bosque recupere jugadores importantes y calibre el papel real de las nuevas incorporaciones en este periodo de transición que está viviendo la selección.