Niño prodigio del fútbol balcánico a finales de los años veinte, es una de las grandes leyendas del BSK de Belgrado (actual OFK), donde forjó una estrecha amistad con la estrella de la época, Blagoje Marjanovic. Con la selección yugoslava fue internacional durante más de una década y años más tarde la dirigió en varios torneos de prestigio. Nacido el 15 de julio de 1910 en Krnjevo (Reino de Serbia), se desempeñaba como extremo derecho. Futbolista rápido, driblador, muy elegante en sus movimientos y con gran técnica, poseía además un gran olfato de gol. Se le conoció con el apelativo de Tirke.
Huérfano de padre al fallecer cuando tenía 4 años en el inicio de la I Guerra Mundial, se trasladó con el resto de su familia a Belgrado y allí empezó a dar las primeras patadas a un esférico. Sus inicios tuvieron lugar en el SK Olimpia, aunque pronto se marchó al SK Jugoslavija juvenil, donde un ojeador de nombre Radenko Mitrovic se fijó en él.
Poco tiempo después fichó por el BSK, donde pasó la mayor parte de su vida deportiva. En su llegada al conjunto capitalino hizo grandes migas con Mosa Marjanovic, que le adoptaría como su discípulo. Junto a él formó una excepcional pareja llamada la Banda Derecha Plavi. Por entonces en su país los grandes dominadores eran el Građanski Zagreb, con tres entorchados, y el Hajduk Split, con dos, pero con su aportación, la de Mosa y la de Vujadinović y Arsenijević llegaron los títulos en la década de los treinta.
Tirnanić ganó su primera liga en 1931, cuando el BSK superó al Concordia Zagreb y el Građanski Zagreb. La segunda llegó en 1933, después de una bonita pugna con el Hajduk. En ese curso sumó 31 puntos y aventajó en tres a los de Split y en ocho al SK Jugoslavija. Al siguiente año, Tirke añadió a su palmarés una copa y entre 1935 y 1936 ganó dos títulos de liga consecutivos. En 1935, mediante formato típico con el SK Jugoslavija en segunda posición y en 1936 en un sistema de eliminatorias en el que derrotaron de forma consecutiva al Radnički Kragujevac y al Ilirija Ljubljana, para posteriormente doblegar en la final al Slavija Sarajevo por un global de 2-1.
Todo indicaba que el extremo se quedaría muchos años en el conjunto blanquiazul, pero en 1937 un arranque de despecho le llevó a tomar la decisión de abandonar la entidad, tras vestir la camiseta del BSK en más de 500 ocasiones y marcar 326 goles. Firmó por el BASK, en que sólo permaneció la temporada 1938-1939, y a continuación se marchó a jugar al SK Jedinstvo. Dos años estuvo en este equipo belgradense y para finalizar su carrera eligió el Sloga, también de la capital, con el que disputó varios encuentros en el año 1942.
Con la selección de Yugoslavia fue internacional en 50 ocasiones y marcó 12 goles. Debutó en un partido de la Copa de los Balcanes frente a Rumanía el 6 de octubre de 1929. En aquel choque, celebrado en Bucarest, los locales se impusieron por 2-1 y empezaron con victoria el torneo. Tirnanić también jugó contra Grecia en esta competición, en un partido que perdieron por 2-1. En abril de 1930 consiguió su primera diana con el equipo nacional en un amistoso en Belgrado ante Bulgaria, a la que derrotaron por 6-1.
Yugoslavia fue invitada al primer mundial que se disputó en Uruguay en 1930. Tirke fue incluido en la lista del seleccionador Boško Simonović. Junto a él estaban otras estrellas yugoslavas como Milutin Ivković, Milorad Arsenijević, Blagoje Marjanovic o Ivan Bek. El sorteo en el grupo inicial les deparó como rivales a Brasil y Bolivia. Todo el mundo daba como favoritos a los brasileños, pero el cuadro balcánico dio la sorpresa y les doblegó por 2-1 en la primera jornada. Tirnanić puso en ventaja a Yugoslavia a los 20 minutos (esa diana le hizo ser por unos días el goleador más joven de la Copa del Mundo) y poco después Bek aumentó el tanteo. Por Brasil marcó Preguinho, en la segunda parte, pero fue un tanto inútil. En el siguiente duelo, los plavi se deshicieron con facilidad de Bolivia por cuatro goles de diferencia y pasaron como primeros. En semifinales, con el papel cumplido de sobra, Uruguay fue un hueso demasiado duro. Aun así Yugoslavia empezó fuerte y se adelantó en el marcador. Sin embargo, la máquina charrúa de los Cea, Scarone, Andrade o Nasazzi les apabulló por 6-1.
Antes de regresar a Europa viajaron a Buenos Aires para celebrar un amistoso contra la albiceleste que perdieron, y ya en el Viejo Continente continuaron con su participacion en la Copa de los Balcanes. Con Tirnanić en el once se impusieron de forma consecutiva a Bulgaria en Sofía y Grecia y de nuevo a los búlgaros en la capital del país. Con estos resultados, el siguiente duelo ante Rumanía se antojó clave para dilucidar al vencedor del torneo. Los rumanos, que también estuvieron en el mundial, no dejaron tiempo a la duda y en Belgrado asaltaron el fortín capitalino con un triunfo por 2-4 que les sirvió para llevarse el título.
La siguiente edición de la Copa de los Balcanes también tuvo lugar en 1931, aunque esa vez solo con tres selecciones: Yugoslavia, Turquía y Bulgaria. El papel de la selección yugoslava en esta ocasión no fue tan bueno y, tras caer en los dos partidos, quedó última pese a que Tirke fue el segundo máximo realizador. Posteriormente, el equipo viajó por Europa para jugar varios encuentros amistosos. Jugó contra Polonia, España y Portugal y no ganó ningún partido.
En 1932 y 1933 se disputaron la tercera y la cuarta edición de la Copa de los Balcanes. Yugoslavia, con el refuerzo de hombres como Valjarević, Ivan Gajer, Glišović o Gustav Lehner, estuvo en la pelea hasta el final, pero tuvo que hincar la rodilla ante Bulgaria y Rumanía. Sin embargo, en 1934 conquistó el trofeo por primera ocasión. Con un Tirnanić muy eficaz (fue el mejor artillero con tres tantos), Yugoslavia alzó el trofeo tras superar a Bulgaria y Rumanía y perder con Grecia. La victoria hizo olvidar en cierta forma la decepción por no clasificarse para el Mundial de Italia. Suiza sacó un empate in extremis en Belgrado y en la segunda fecha de la clasificación, ya sin Tirke, los rumanos les apartaron del sueño transalpino.
El extremo del BSK fue llamado para varios amistosos entre 1936 y 1937 en los que marcó sus últimos tantos con el cuadro azul. Marcó uno en la visita a Turquía en julio de 1936 y otro en la aplastante victoria contra Polonia en Belgrado (9-3). Los meses posteriores no logró anotar ningún gol más, aunque Yugoslavia sacó resultados positivos ante húngaros, belgas, turcos y rumanos. Tirnanić se retiró de la selección en 1940, en plena II Guerra Mundial, tras un partido contra Rumanía en Bucarest correspondiente a la Copa Danube.
Después de retirarse de la práctica en activo tuvo varias experiencias como técnico en el equipo nacional. Entre 1946 y 1948 formó parte del comité técnico que dirigía a Yugoslavia. Concretamente se incorporó para un encuentro contra Checoslovaquia en Praga. El primer gran triunfo de su palmarés tuvo lugar con la plata de los Juegos Olímpicos de Londres. Su segunda etapa comenzó en 1952 y durante dos años se repitió la fórmula de finales de la década anterior. Consiguió de nuevo el segundo puesto en los JJ. OO. de Helsinki.
Sin embargo, en 1955 tomó las riendas en solitario, y así se mantuvo hasta 1958. En ese tiempo se alcanzaron brillantes triunfos, como el obtenido ante Italia en Turín en la Copa Dr. Gero; en amistosos contra Alemania Occidental, vigente campeona del mundo; de nuevo Italia en Zagreb; o Inglaterra en el estadio JNA de Belgrado (victoria por 5-0 en mayo de 1958). Meses antes, Tirke clasificó al equipo para la Copa del Mundo de Suecia tras ser muy superior a sus dos adversarios de grupo, Rumanía y Grecia. Para el mundial incluyó en su lista de convocados a Beara, Zebec, Milutinović o Šekularac. En cuartos de final tuvieron que hacer las maletas. Su primera fase fue buena, al quedar invicto en un grupo con Escocia, Paraguay y Francia, pero los dos empates cosechados les impidieron ser líderes. En cuartos, Alemania, a la que había ganado en el amistoso de 1955, se tomó la revancha y con un gol de Rahn les apeó de la competición.
Tras la Copa del Mundo, Tirnanić se sentó en el banquillo en un par de partidos amistosos, pero iniciado el año 1959, un nuevo comité, que también contó con su colaboración, se hizo con el control de la situación. Allí estuvo hasta 1960, cuando junto a Ljubomir Lovrić y Dragomir Nikolić se colgaron el oro en los Juegos Olímpicos de Roma y fueron subcampeones de la primera Eurocopa.
Su tercer y último período al frente del equipo nacional fue en otro comité técnico que estuvo en el cargo entre 1965 y 1966. El punto final de este ciclo llegó tras no conseguir un billete para el Mundial de Inglaterra después de ser superada por Francia en el grupo 3 de clasificación. Falleció el 13 de diciembre de 1992 a los 82 años de edad en Belgrado.
* Alberto Cosín.
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