"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Uno de los mayores talentos que ha dado Marruecos a lo largo de su historia, en clara competencia con la estrella de los años 40 y 50 Larby Ben Barek. La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo eligió en el noveno puesto de los mejores jugadores africanos en el siglo XX. Nacido el 7 de diciembre de 1946 en Mohammédia (Marruecos), se desempeñaba como mediapunta y fue un futbolista de gran clase y calidad. Tenía una magnífica visión de juego y un disparo muy potente desde la media distancia. Su pierna izquierda era un guante y golpeaba de forma exquisita el balón con el exterior.
Comenzó a jugar en las calles de su barrio y pronto entró a formar parte de uno de los clubes más populares de la ciudad, el Chabab Mohammédia. Su precoz desarrollo físico, táctico y técnico le hizo debutar con 18 años en el primer equipo y allí pasaría el resto de su extensa carrera. Hasta su llegada, el Chabab era un equipo modesto del fútbol marroquí, pero con su liderazgo y el apoyo de otros jugadores destacados como Glaoua, Kouidri o el defensa Hadj Med Raad la entidad se fue haciendo un hueco entre la élite del país. En su primera temporada completa fue el máximo goleador con 16 goles y el Chabab terminó en una meritoria quinta posición. Tres años más tarde, en 1972, llegó el primer éxito con la consecución de la Copa de forma compartida con el Racing Casablanca, tras no disputarse la final. En 1973 conquistaron la Copa del Magreb, competición que jugaban los campeones de copa del curso anterior en Túnez, Argelia, Libia y Marruecos. En semifinales vencieron por 2-1 al MC Alger argelino y en la final derrotaron por 1-0 al Club Africain tunecino.
Esa misma campaña, Faras volvió a ser el mejor artillero del campeonato doméstico con 16 goles, llamando la atención de varios equipos como el Real Madrid, el Bastia francés o el Nueva York Cosmos estadounidense, que se interesaron por sus servicios sin llegar ninguno a materializar el traspaso. En la liga no lograban acercarse a los puestos para luchar por el título, pero en la copa sus actuaciones fueron más destacadas y en 1975 cosecharon otra victoria. En la final celebrada en Casablanca se impusieron por 1-0 al Unión Sidi Kacem y con ello obtuvieron la posibilidad de participar en la Supercopa marroquí y en otra edición de la Copa del Magreb. Los resultados fueron opuestos, y mientras que en la Supercopa superaron al campeón de liga, el Mouloudia d’Oujda, por 1-0, en la Copa del Magreb cayeron por 4-3 en la tanda de penaltis ante el Étoile Sportive du Sahel de Túnez. Además, en el plano individual se premió su fantástico rendimiento y fue elegido mejor jugador africano del año por delante del camerunés Roger Milla y el guineano N’jolea.
En las siguientes temporadas no se cumplieron las expectativas, con papeles discretos en todas las competiciones, y no fue hasta 1979 cuando se llegó a la final de Copa, perdida contra el Wydad de Casablanca por 2-1. En la temporada 1979-1980, el Chabab de Faras, el portero Raad, Miguel y Haddadi Driss o Abdellatif empezó muy fuerte la liga, derrotando al Raja de Casablanca, Unión Mohammédia o Mouloudia d’Oujda. A medida que pasaba el campeonato las victorias costaban más y fue en la última jornada cuando se proclamaron campeones de Liga por primera y única vez en la historia del club, tras aventajar en un sólo punto al Wydad de Casablanca. Con este trofeo, Faras completó su palmarés y en 1982, después de 17 temporadas en el club y con casi 36 años, puso punto final a su carrera.
* Alberto Cosín
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