1.- Para que un futbolista rinda al máximo nivel, el entrenamiento, la alimentación y el descanso son fundamentales. Cuando te llamas Messi y tu estado de ánimo está por las nubes, es posible llegar a un partido de estas características sin una buena preparación y ser el jugador decisivo.
2.- El Barcelona jugó un gran partido con Messi, pero también sin él, sobreponiéndose a la dificultad que siempre plantea el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Simeone situó a Fernando Torres junto a Griezmann en ataque, mandó a los suyos a defender en bloque bajo con dos líneas de cuatro y sus dos delanteros por delante para dificultar la salida de balón a Mascherano, Vermaelen y Busquets. En ataque, la velocidad de Torres y Griezmann inquietaba a Mascherano y Vermaelen, que volvía a destacar hasta que se lesionó, solo, en un córner a favor. Entró Mathieu por el belga.
3.- El colectivo funcionaba, pero en la primera parte destacaba Iniesta. El manchego estaba a otro nivel: vislumbrando en el horizonte qué es lo que necesitaba su equipo en cada momento del partido, sin sprints fulgurantes, extraía el diagnóstico del encuentro. Dónde atacar, cuándo acelerar, darle pausa al juego… Iniesta es el mejor lector de partidos del mundo, y los descifra para guiar a su equipo, a su ritmo.
4.- El Atlético recuperaba muy atrás y le costaba salir, aunque Fernando Torres tuvo una buena ocasión para adelantar a su equipo. También el Barcelona, pero a Rakitic se lo impidió Oblak y a Luis Suárez el larguero. Entre manos protestadas por ambos conjuntos e Iniesta sacando la partitura, pasó el primer tiempo y apareció Fernando Torres, futbolista intermitente pero de grandeza singular, para aprovechar una mala posición de Mathieu y la separación que había entre Alba y Mascherano. Al espacio y ajustando al palo, adelantó a su equipo, que parecía dar un paso adelante en la segunda parte.
5.- Cuando parecía que todo se complicaba para los culés, Neymar copió la falta que marcó hace solo unos meses en el Sánchez Pizjuán y cambió de nuevo el guión del encuentro, con el marcador igualado, las sensaciones para los visitantes y Messi en el campo. Con el argentino, un buen Barcelona se convirtió en un Barcelona intimidante, que creyó definitivamente en llevarse la victoria.
6.- El Atlético se hundía hasta su propia área, Busquets jugaba muy arriba y Messi y Neymar, con la ayuda –ahora más secundaria– de Iniesta, combinaban por el centro a la espera de encontrar el hueco definitivo que vio Suárez tras una jugada de imprecisiones. Los rojiblancos querían sacar el balón del área, pero el Barcelona estaba bien colocado para robar y los de Simeone no tenían opciones de pase claras por delante del esférico. Jordi Alba lo recuperó, Suárez con un toque sutil habilitó a Messi y el diez, con un toque más sutil aún, batió a Oblak.
7.- Jackson, Vietto, Ferreira-Carrasco, Griezmann y Koke en la base acabaron el partido para el Atlético, pero el dominio era del Barcelona, que solucionó con solvencia un partido muy complicado por el rival, el momento –primero tras el parón de selecciones– y las bajas. Sergi Roberto volvió a destacar como lateral derecho, anteponiendo el sentido del juego y la comprensión de las necesidades del equipo a su poca experiencia en esta posición y la falta de velocidad. El tiempo dirá si una solución puntual acaba convirtiendo a Sergi Roberto en un lateral derecho de nivel.
y 8.- Y Messi, siempre Messi. Cansado, saliendo 30 minutos en un escenario como el Calderón y contra el Atlético de Simeone. La orquesta del Barcelona funcionaba, pero faltaba poner la última nota para cerrar la audición con notable. El argentino venía sin ensayar, pero la puso. Messi nunca desafina.
* Ismael Ledesma. Follow @ismael_Ledesma
– Foto: FC Barcelona
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