Competitividad

por MARTI PERARNAU el 4 mayo, 2012 • 23:55

Lo mejor que ha logrado el Real Madrid esta temporada no es la Liga recién conquistada, sino la recuperación de la competitividad, una característica que entró en barrena con el virus galáctico que se apoderó del vestuario blanco en la pasada década. Competitividad significa que un equipo de dicho nivel alcance las cotas finales de cada competición con perspectiva ganadora, con opciones, con posibilidades auténticas de hacerse con el triunfo. No significa ganarlas todas, porque eso ocurre en ocasiones muy esporádicas como hemos comprobado recientemente. Significa estar ahí en el momento de la verdad. Esta virtud se había evaporado en el Madrid, víctima de determinadas políticas, centrado más bien en la búsqueda de un título anual que colmara los expedientes que reclamaba la masa social y envenenado por un entorno invocador de espíritus.

Así ocurrió durante años, cuando una Liga equivalía al éxito pleno y enmascaraba la falta de ímpetu en las restantes competiciones. Los aficionados barcelonistas más veteranos entenderán de lo que hablo. El cambio del presente curso que termina se ha producido precisamente en este apartado. Aunque el Madrid lo cierra con un único título también, el de la regularidad, que ha sido su principal virtud, ha peleado por todos los demás hasta el último peldaño posible. El Barça le arrebató la Supercopa y le apartó también de la Copa, lo que no es banal: hablamos del equipo más brillante de la historia del fútbol, el Pep Team. Y un excelente Bayern le eliminó de la Champions en el estertor de las semifinales. Este Madrid lo peleó todo y esta es una gran noticia para el Barça que hereda Tito. Los grandes equipos nunca se forjaron ante rivales blandos, sino compitiendo contra los más potentes. Tras ganarlo todo, el Pep Team 2.0 ya tiene ante sí el nuevo reto: vencer a un Madrid realmente competitivo.