"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
No se puede pedir más. Una ciudad única, un escenario majestuoso y ocho hombres luchando por ser el mejor de la temporada. No ocho hombres cualquiera, sino los ocho tenistas más sobresalientes del planeta (con la excepción de Rafa Nadal, baja en el torneo por su operación de apendicitis). Quince partidos dispuestos en ocho días en los que el el espectador podrá disfrutar del mejor tenis del circuito. Garra, magia, clase, plasticidad, carácter, constancia, potencia y madurez son solo algunas de las habilidades que definen a nuestros protagonistas, de los que solo dos (Federer y Djokovic) saben lo que es consagrarse como maestros. La batalla está más abierta que nunca y, sin que sirva de precedente, ninguno desea irse de vacaciones. Conozcamos en profundidad a los contendientes:
Previsión: es el gran favorito, el bicampeón vigente, el que nadie quiere cruzarse. El número uno del ranking ATP vuelve a Londres para rematar una gran temporada que, de no haber sido por su derrota en Roland Garros, hubiera rozado la perfección. Sí, vale, solo ha levantado un Grand Slam, pero lo hizo en Wimbledon e inclinando al heptacamepón del torneo. Siete finales disputadas y solo una fallida, además de ser el que mejor porcentaje de triunfos ha cosechado este curso frente al top-10. Tres victorias le separan de asegurar su lugar en lo más alto de la clasificación, aunque el objetivo del serbio no es ese, sino proclamarse Maestro por tercera vez consecutiva, algo que solo han conseguido Ilie Nastase e Ivan Lendl.
Previsión: pocos lugares han visto celebrar más títulos al suizo que el que baja el telón a la temporada ATP. En concreto solo dos, Halle y Wimbledon (siete coronas en cada uno). Lejos de la hierba, sus seis cetros en el torneo de maestros le hacen ser siempre un hombre peligroso, más aún tratándose del jugador con más victorias esta temporada y el que más finales ha disputado. Su grupo no será nada fácil y la Copa Davis, una semana después, se postula como el gran objetivo del helvético. El acelerador está en su pie, solo él sabe cuánto puede pisarlo.
Previsión: imprevisible. Capaz de lo mejor y de lo peor. Su temporada se ha ido desinflando igual que un globo con el tiempo. Dos torneos, dos títulos, así empezó el 2014 para el de Lausana. Luego dos pinchazos y un tercer entorchado en Montecarlo. Por aquel entonces, número uno en la Race y un tenista tan irreconocible que parecía otro. Hasta que la presión pudo con todo y volvió no el Wawrinka de siempre, sino uno peor. Sus caídas en primera ronda ya han dejado incluso de ser una sorpresa. Ahora repite actuación en Londres junto a los mejores del mundo. No se sorprendan si se marcha a casa con tres derrotas. Tampoco si sale campeón.
Previsión: primera participación en el O2 Arena para el japonés, alguien a quien llevábamos esperando mucho tiempo. Con 24 años, Nishikori ha terminado por fin de explotar en el circuito, sumando hasta cuatro títulos y firmando una final de Grand Slam. En números, solo cuatro tenistas han sacado mejor nota que él, algo que habla muy bien de su evolución y de cómo se ha instalado en el ático de la ATP. El de Shimane cuenta con victorias ante la mayoría del top-10 durante el curso, con el único problema de un físico que todavía no responde en determinadas situaciones. La gasolina de su depósito tras once meses de competición será clave en su devenir en el torneo.
Previsión: no estaba muerto, aunque muchos quisieron enterrarle. Septiembre caía en el calendario y Andy Murray seguía sumando meses a su decepcionante temporada, recordando cómo su operación de espalda y su ruptura con Ivan Lendl le habían hecho olvidar su gran triunfo sobre el pasto de Wimbledon. Desde aquella gesta, ni títulos, ni finales ni grandes victorias. Hasta que en una dosis de inspiración el británico encadenó una marca de 20-3 con tres coronas que sellaron su billete hasta Londres, allí donde no pudo participar el curso pasado por lesión. Una Copa de Maestros sin él no habría sido lo mismo.
Previsión: sin grandes éxitos, pero con mucha regularidad. En eso se basa la carrera del checo que, por quinto año consecutivo, vuelve a estar entre las ocho mejores raquetas del mundo. No sin sufrir, ya que logró asegurar su puesto bajo la bóveda de París-Bercy. Sus resultados discretos le hacen partir como uno de los más débiles del torneo, aunque ha demostrado en numerosas ocasiones que, si quiere, tiene armas y es capaz de vencer a cualquier jugador que se le presente, pese a que los números digan lo contrario. Pero claro, hace falta que quiera.
Previsión: primer jugador nacido en los años 90 que disputa una Copa de Maestros. Con 23 primaveras, Milos Raonic capturó su pasaporte hacia Londres en la última prueba del calendario, nada menos que dejando a dos top-10 en el camino (Federer y Berdych) para acabar cediendo ante Djokovic en la final. París le brindó la oportunidad de alargar dos semanas más su mejor temporada en el circuito y el canadiense aceptó encantado. Ahora, ya sin nada que perder, el pupilo de Ivan Ljubicic (otro exmaestro) sueña con dar una última campanada en el mejor escenario posible.
Previsión: por los pelos. O mejor dicho, por los puntos. Octavo clasificado, pero con un comodín bajo el brazo, su triunfo en el US Open. El croata se ha tomado el lujo de darse un descanso en esta última parte del año (aludiendo problemas físicos) sabiendo que su figura en Londres estaba más que asegurada. Ahora es el momento de aprovechar ese tiempo de reflexión y demostrar que lo que ocurrió en Nueva York no fue fruto de la casualidad, sobre todo en un Grupo A en el que conviven tres campeones de Grand Slam. Al igual que Wawrinka, podemos estar ante una gran sorpresa o una gran decepción.
Como siempre, el torneo contará con dos suplentes de lujo en caso de que haya alguna baja de última hora. Ni Dimitrov, ni Tsonga ni Gulbis aceptaron la suculenta proposición –68.000 euros solo por viajar–, con lo que una última puerta se abre para La Armada. David Ferrer (#10) y Feliciano López (#14) serán los dos jugadores que ocupen el banquillo londinense a la espera de cualquier incidente. Será la tercera ocasión en este milenio (2005, 2008) en la que España no cuente con participantes en el certamen, algo que no hubiera sucedido de no darse la inoportuna apendicitis a la que Rafa Nadal –tercero en la Race– ha tenido que hacer frente. Con o sin él, toca disfrutar de este gran espectáculo, el penúltimo que nos queda del calendario 2014, a la espera de que aterrice la Copa Davis.
* Fernando Murciego es periodista.
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