"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
Fútbol / Crónicas 2014-2015 / Inglaterra
1.- El Etihad volvió a tomarle el pulso a la Premier League después de los partidos internacionales de octubre, y lo hizo con la atractiva visita de un Tottenham aún en fase de adaptación a la batuta de Mauricio Pochettino, que intentó borrar el mal recuerdo que dejaron los dos encuentros de la temporada pasada frente al Manchester City, en los que los spurs recibieron un total de nueve goles. Pero no solo no consiguieron irse con mejores sensaciones del feudo citizen, sino que además lo hicieron envueltos en un mar de dudas y con la obligación de empezar a nadar a contracorriente si no quieren perder el tren que lleva a Europa.
2.- El gran responsable de que el Tottenham volviera cabizbajo a Londres fue el Kun Agüero, que está empeñado en discutirle a Diego Costa el título de delantero más intimidante de la competición. El menudo ariete argentino se aprovechó de la inmensidad de espacios que había entre los defensores visitantes para firmar su primer póquer desde que viste la camiseta del Manchester City, una gesta que pudo ser aún más excelsa de no haber perdonado el segundo de los tres penaltis que tuvo a su disposición.
3.- No necesitó apenas tiempo de aclimatación Agüero para inaugurar el marcador, al recibir un balón de Lampard en el flanco izquierdo del ataque citizen. El Kun se paró con el balón y pareció detener el tiempo con él, ya que ningún defensor se atrevió a encimarlo. Con espacios, el argentino es letal, y colocó el balón en el palo contrario, donde no podía llegar Hugo Lloris. Kaboul y compañía ya estaban avisados de la tarde que se les venía encima con el ’16’ en plena inspiración.
4.- El primer gol del Manchester City no conllevó una bajada de brazos en su rival, que quiso demostrar que estaba a la altura del campeón con una respuesta rápida, consiguiendo un gol tan solo dos minutos después. Fernando, coprotagonista de inicio en el doble pivote junto a Lampard, perdió un balón que propició un rápido contragolpe, en el que Soldado asistió a Eriksen. El mediapunta danés está siendo uno de los jugadores más destacados del Tottenham en el inicio de temporada y parece dispuesto a luchar por quitarse de encima el sambenito de displicente que lo ha acompañado en las últimas temporadas. Con actuaciones como la del Etihad, en la que rayó bastante por encima de la media de su equipo, lo tendrá más fácil.
5.- La alegría le duró bastante poco al Tottenham. Los spurs no carburaban en ataque, con síntomas de escasa compenetración, y la defensa estaba muy desconectada del partido y del resto del sistema táctico de su equipo. El dúo formado por Younès Kaboul y Federico Fazio demostró estar muy necesitado de minutos juntos; con el francés claramente superado intentando cubrir no solo el peligro que llegaba por su zona, sino también el que permitía el argentino, muy superado en su primer examen serio desde que está en Inglaterra. No fue Fazio, sino el extremo Erik Lamela, el que pecó de novato ante Lampard, que forzó el penalti que dio origen al segundo gol de Agüero.
6.- Capítulo aparte merece la actuación de Lampard. A pesar de no estar en condiciones de disputar cincuenta partidos por temporada y de tener la MLS ya en el horizonte, el veterano centrocampista sigue aportando minutos de calidad cuando está sobre el terreno de juego. En 28 minutos, los que precedieron a su lesión, dio la asistencia del primer gol y forzó con toda su veteranía el segundo, además de dirigir con soltura un centro del campo acostumbrado a la eterna presencia de Touré. Los focos iluminan a Agüero tras su exhibición, pero los jugadores del Tottenham saben que Lampard fue igual de culpable de su derrota. Su nueva afición sabe que es un jugador que está en Manchester de paso, pero eso no es óbice para que le regalen ovaciones con las que muchos de sus compañeros soñarían. Cuando el Etihad despidió envuelto en aplausos a un Lampard en camilla, el marcador ya indicaba la victoria del City, situación que ya no variaría.
7.- Se fue el exjugador del Chelsea, pero el Manchester City seguía teniendo problemas serios con los que lidiar. Los chispazos de Eriksen en ataque se veían difuminados ante su soledad, y Agüero, Silva y Navas amenazaban con profundizar aún más en la herida. Se rebeló contra ellos Hugo Lloris, salvando varias ocasiones de gol que evitaron un escándalo del que hubiera sido difícil recuperarse. El francés incluso consiguió detener un penalti ante el héroe del partido que lo salva de la quema generalizada. El disparo de Agüero al centro fue la única concesión a la piedad que tuvo sobre un rival entregado.
8.- El fallo del penalti por parte de Agüero pareció aletargar el partido, que pudo haber cambiado radicalmente si Soldado no se hubiera topado con Hart cuando tuvo la ocasión de poner el 2-2 desde los once metros. El carrusel de penaltis puso al Tottenham nuevamente en la senda del encuentro, pero el delantero español, titular en lugar del habitual Adebayor, desperdició la posibilidad. Justo después llegó la sentencia definitiva, con la puesta en evidencia de Agüero a Fazio, que terminó expulsado tras agarrarlo en un incisivo ataque de Navas por la derecha. Esta vez no había margen ni intención de perdonar, y el 3-1 subió de forma natural al marcador.
9.- Toda esta exhibición ofensiva del Manchester City llegó con Yaya Touré en el banquillo. En las últimas temporadas, la presencia y la influencia del centrocampista marfileño en el equipo lo situaba como uno de los imprescindibles, una situación que podría comenzar a cambiar de aquí en adelante, dado su discreto rendimiento en los primeros meses y la presencia de jugadores dispuestos a asumir galones sin la obligada necesidad de compartirlos con él. Touré esperaba en la banda cuando Agüero culminó su obra maestra con el cuarto de la tarde, dejando que el capitán entrara precisamente en el momento en el que comenzaban los minutos más prescindibles.
y 10.- La muestra de autoridad que llevó a cabo el Manchester City ante uno de los equipos nobles de la Premier League lo sitúa como el más serio perseguidor del Chelsea, que sigue mirando a los de Manuel Pellegrini a una considerable distancia de cinco puntos cuando aún no se han cumplido las diez primeras jornadas. Goleadas como esta sirven a los citizens para verse capaces de luchar por revalidar el título, una lucha en la que tendrá mucho que decir Kun Agüero a poco que los músculos lo respeten y la inspiración no se separe de él.
* Agustín Galán es periodista.
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