Fútbol / Crónicas 2014-2015 / Inglaterra
1.- El derbi del norte de Londres presentaba a dos equipos que no han comenzado la temporada con la fuerza que de ellos se esperaba. El Arsenal titubea en la Premier League entre empates mientras decepciona en Champions y Capital One Cup –en ésta última competición ya está eliminado– y el Tottenham aún parece andar en busca de la regularidad que lo confirme como un outsider a tener en cuenta. Tras los noventa minutos, el balance fue favorable a los spurs, que si bien no se llevaron la victoria del Emirates, sí se posicionaron como un equipo competitivo. El Arsenal sumó un nuevo tropiezo en un inicio de curso catalogado por Arsène Wenger como frustrante.
2.- Con un Tottenham dispuesto a mantener el orden ante las acometidas gunners, el Arsenal apostó por ataques posicionales sin desdeñar la velocidad que les ofrecían Oxlade-Chamberlain y Welbeck. En la banda izquierda, Özil se mostraba más participativo que en partidos anteriores. La línea defensiva formada por Naughton, Kaboul, Vertonghen y Rose tuvo bastante trabajo para intentar que los rivales no llegaran a Lloris. Cuando los zagueros se veían superados, el meta francés respondía con sobriedad.
3.- No se había cumplido ni media hora de partido cuando la sala de máquinas del Arsenal comenzó a chirriar, vaticinando el colapso absoluto que estaba por acontecer. El gemelo de Mikel Arteta dijo basta, obligando a Wenger a mover el banquillo. Flamini ocupó su lugar en el campo, pero la génesis del fútbol gunner no suele pasar por las botas del francés, otorgando una importante ventaja táctica al Tottenham.
4.- Debió de tranquilizarse mucho más Mauricio Pochettino al borde del descanso cuando cayó al suelo Aaron Ramsey, echándose la mano a la parte posterior del muslo. Su gesto pidiendo el cambio fue claro y rotundo, sin dudas: estaba lesionado. Con la entrada de Cazorla, Wenger ya había gastado dos cambios antes del paso por vestuarios –ni Arteta ni Ramsey estarán ante el Chelsea–. La medular comenzaba a resentirse gravemente, más aún teniendo en cuenta que Wilshere sufrió una dura entrada a la altura del tobillo que hizo temer lo peor. La fragilidad de las articulaciones del internacional inglés volvía a hacer acto de presencia, aunque en este caso sí pudo continuar jugando.
5.- Con dos creadores en la enfermería y un tercero obligado a estar más pendiente de la estabilidad de su tobillo que de los desmarques de sus delanteros, Oxlade-Chamberlain, Welbeck y Özil empezaron a perder influencia. Kaboul y Vertonghen se agigantaron y el balón ya apenas visitaba a Lloris. Las lesiones son el tema recurrente en el entorno del Arsenal en las últimas temporadas, y en la presente parece que van a ser aún más relevantes que en otras ocasiones.
6.- Esta coyuntura era tremendamente favorable al Tottenham, que golpeó en cuanto pudo para silenciar el Emirates. Eriksen, jugador a menudo tachado de displicente, demostró que sí sabe arremangarse por el equipo robándole un balón a Flamini cuando intentaba iniciar la jugada. En un visto y no visto, el robo le llegó a Lamela, que asistió a Chadli. Menos de tres segundos después, el marcador ya lucía el 0-1, con un horizonte más que negro desde los ojos de Arsène Wenger.
7.- Obligado por las circunstancias, el técnico alsaciano gastó la última bala que le quedaba en la recámara. Alexis tenía que ser el encargado de revolucionar unos ataques en los que ya no parecía haber nadie dispuesto a romper las líneas defensivas del Tottenham. Lógicamente, los spurs redoblaron sus esfuerzos en defensa de cara a la recta final.
8.- Özil, Cazorla y Alexis comenzaron a buscarse, más por tendencia rutinaria que como parte de un plan preestablecido para devolver la igualdad al marcador. En ocasiones, los tres atacantes se juntaban en una parcela no superior a diez metros cuadrados, facilitándole la tarea a Kaboul y compañía. Oxlade-Chamberlain y Welbeck estaban cada vez más desconectados del partido, pero Wenger ya no podía introducir más variantes.
9.- En uno de los escasos balones que consiguió salir del embrollo del flanco izquierdo del ataque del Arsenal llegó el tanto del empate. Welbeck no consiguió rematar de primeras, pero atento desde la derecha llegó Oxlade-Chamberlain para batir a Lloris, celebrar su primer gol de la temporada e intentar enardecer a las gradas del Emirates, frías y desencantadas ante tanta lesión acumulada.
y 10.- Mauricio Pochettino sacó entonces el manual de pragmática futbolística, jugando con el cronómetro mientras este se encaminaba al minuto noventa. Sus dos últimas sustituciones llegaron con parsimonia, asegurando así un reparto de puntos que deja a los spurs más convencidos de sus posibilidades de cara a siguientes compromisos. En la acera del eterno rival, por el contrario, la preocupación empieza a extenderse no solo por los resultados, sino por la preparación física de una plantilla a la que la temporada se le puede hacer interminable si se mantiene el ritmo de lesiones actual.
* Agustín Galán es periodista.
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