Fútbol / Crónicas 2014-2015 / Inglaterra
1.- La vorágine competitiva en la que se hallan inmersos esta temporada Liverpool y Everton ha convertido su derbi en una fecha más dentro de un calendario atestado de partidos. Encajonado entre una jornada copera y otra europea, ambas aficiones supieron darle al encuentro un necesario punto extra de color, aunque sobre el terreno de juego la agenda inminente de reds y toffees hizo que el partido tuviera un factor más cerebral que pasional.
2.- El Liverpool asumió las riendas del choque, ayudado por su condición de local; mientras el Everton hacía suyo el papel de visitante timorato. Los ataques posicionales reds pusieron a prueba a la defensa de Roberto Martínez, lo que llevó a Tim Howard a tener el protagonismo en los primeros compases, cuando el Liverpool buscaba con más determinación el gol.
3.- Una vez más, la atención estaba puesta en Mario Balotelli. El delantero italiano no está brillando especialmente en su regreso a la Premier League, y la recuperación de Daniel Sturridge está a la vuelta de la esquina. El ’45’ fue perdiendo influencia en el juego a medida que avanzaba el reloj, pisando poco el área del Everton y probando fortuna desde lejos, siempre con resultado infructuoso para su equipo.
4.- La responsabilidad de la escasa eficacia en ataque del Liverpool no le corresponde en exclusiva a Balotelli. Markovic y Lallana volvieron a estar lejos de lo que se espera de dos de los fichajes con mayor proyección de futuro en la Premier League, y el equipo se lo volvió a echar a la espalda Raheem Sterling, aprovechando la ausencia de Seamus Coleman para percutir desde la izquierda. Su soledad ofensiva fue la peor noticia para un Liverpool que veía cómo Howard vivía con tranquilidad los primeros 45 minutos.
5.- Estancado en ataque el Liverpool, el Everton tampoco mostró nada para inquietar a Mignolet. Los laterales españoles Manquillo y Alberto Moreno se afanaron en labores defensivas para anular a Mirallas y McGeady (el belga solo aguantó sobre el terreno de juego media hora antes de lesionarse) el excolchonero y a Lukaku el exsevillista. Esta férrea vigilancia, además de la dispersión de Naismith como punta de lanza, facilitó mucho la tarea defensiva a Skrtel y Lovren, que apenas se vieron exigidos y podían iniciar el juego con limpieza.
6.- Con un escenario en el que las dos defensas se mostraban solventes para alejar los peligros, el partido solo podía abrirse cuando alguien encontrara una mínima fisura de la que sacar provecho. Tuvo que pasar más de una hora de partido para que esta situación se diera. Siguen pasando los años y Steven Gerrard se mantiene como una buena boya a la que agarrarse cuando la claridad de ideas escasea. Los guantes de Tim Howard, firmes e impenetrables hasta ese momento, cedieron ante el capitán red en una falta directa que sirvió de reivindicación para el emblemático ‘8’ ante su propia gente.
7.- Una vez abierto el marcador, el Everton tuvo que asumir mayores riesgos si no quería irse de vacío de la casa del eterno rival. Ni siquiera esta mayor necesidad hizo que el Liverpool se mostrara más dispuesto a seguir buscando a Howard, que solo vio cómo una de las escasas internadas de Balotelli en su área terminó con el balón en el larguero. El delantero italiano volvió a preferir enzarzarse en batallas dialécticas de las que sale él más descentrado que sus marcadores a mostrar el torrente de talento que tiene en sus botas, un talento que cada vez empieza a estar más discutido a medida que los grandes delanteros de Europa siguen engordando sus carreras a base de goles mientras él apenas suma conflictos.
8.- Brendan Rodgers aguantó a Balotelli en el campo hasta el minuto 88, ya con su mente en riesgo de combustión frente a Stones y Jagielka, muy aplicados en su anulación, e introdujo a Lambert para ganar inteligencia táctica y ahorrar en sufrimiento en la recta final para asegurar la victoria por la mínima. Sobre el papel, todo estaba atado para que el Liverpool luciera tres puntos más en su haber, pero la realidad irrumpió en Anfield sin avisar, dejando helada a la afición local.
9.- Con el descuento ya iniciado, el balón rondaba por el área del Liverpool guiado por un Everton sin demasiada convicción. Ante la falta de un plan preestablecido, Jagielka no dudó y tomó un balón bastante alejado del área como munición. El cañonazo fue tomando velocidad y altura de forma endiablada dejando helados a todos los presentes. Si Gerrard encontró una fisura en la defensa toffee media hora antes, Jagielka hizo exactamente lo mismo en el otro extremo del campo, castigando las redes contrarias.
y 10.- Brendan Rodgers y Roberto Martínez plantearon un derbi desde la inteligencia táctica, faceta en la que ambos han demostrado sobradas capacidades. Sobre el césped, la determinación de Gerrard y Jagielka demostró que en esta clase de partidos también puede marcar la diferencia un juego más visceral, más dependiente de sentimientos y sensaciones. Hasta en las salidas del guion empataron Liverpool y Everton en Anfield antes de volver a ponerse el traje europeo.
* Agustín Galán es periodista.
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