Rory McIlroy, que recientemente anunció su decisión de intentar clasificarse para los JJ. OO. Río de Janeiro 2016 como irlandés, dominó de principio a fin el Open Británico celebrado en el Royal Liverpool y logró su tercer título de Grand Slam y el primero en el único major que se juega en Europa. Su actuación recordó a los mejores tiempos de Tiger Woods, que reapareció en este torneo, terminando 69º, su segundo peor resultado en un major donde completara las cuatro rondas, por detrás del 82º puesto del US Open de 1996 que jugó como amateur.
McIlroy se ha acostumbrado a ganar los majors con una facilidad pasmosa. El US Open del 2011, en el Congressional de Bethesda, fue líder en cada ronda y se impuso por ocho golpes, y en el PGA de 2012, en Kiawah, una gran última jornada le permitió ganar por la misma renta. En este Open Británico llegó a los últimos 18 hoyos con seis golpes de ventaja, pero la diferencia final fue de dos por la formidable actuación de Sergio García y Rickie Fowler.
El norirlandés es el séptimo jugador que gana el torneo siendo líder en solitario tras cada una de las cuatro rondas y el primero desde Tiger Woods en Saint Andrews en 2005. Y solo una floja última ronda, de uno bajo par, le impidió acercarse al mejor resultado en la historia de los grandes por golpes bajo par, McIlroy hizo -17, por lo que Woods mantiene el récord que estableció en Saint Andrews 2000 con -19.
McIlroy tiene tres majors en total y distintos. El anterior jugador en lograr sus tres primeros grandes en tres torneos distintos fue Tiger Woods (Masters 1997, PGA 1999 y US Open 2000).
Hasta dieciséis jugadores han ganado en tres de los cuatro majors, pero McIlroy solamente es el tercer europeo. Anteriormente lo lograron el inglés Jim Barnes (ganando el Open Británico de 1925) y el escocés, posteriormente nacionalizado estadounidense, Tommy Armour (conquistando el Open Británico de 1931). Tanto a Barnes como a Armour les faltó el Masters, que empezó a disputarse en 1934, y sus títulos en el PGA fueron bajo formato match play.
En la era dorada de Tiger Woods, cuando el major no era para él se lo llevaba un novato, es decir, alguien que estrenaba su palmarés en los grandes. Esto ha cambiado y esta temporada tres jugadores con un major en su historial se han hecho con los títulos (Watson, Kaymer y McIlroy), algo que no se veía desde 1983, cuando vencieron Ballesteros (Masters, su tercer grande), Larry Nelson (US Open, su segundo grande) y Tom Watson (Open Británico, su octavo y último grande).
Los subcampeones
Pudieron rendirse, vista la ventaja que les llevaba McIlroy, pero lucharon hasta los últimos hoyos y con una última ronda fantástica (-5 de Fowler, -6 de García) quedaron subcampeones con 15 bajo par. Solamente Chris di Marco en 2006 (16 bajo par en este mismo campo) hizo un torneo mejor quedándose sin título. Fowler ha vuelto a rozar un gran título este año, como en el Masters, donde terminó quinto, y en el US Open, donde también fue subcampeón.
Fowler es el primer golfista en ser subcampeón del US Open y del Open Británico en el mismo año desde Ernie Els en 2000. Y también el sudafricano Els es el anterior que acabó entre los cinco priemros en los tres primeros grandes del año sin ganar ninguno, como Fowler en 2014, pero con el añadido de que Els fue subcampeón en los tres.
Para el castellonense es su tercer subcampeonato de un major (PGA 1999 y Open Británico de 2007 y 2014), su décimo resultado entre los cinco primeros y su décimo noveno entre los diez.
Y además…
Sable
Las dos mujeres con más medallas de la historia en esta arma, Olga Kharlan y Mariel Zagunis, se enfrentaron en una final que terminó venciendo la primera de ellas. La ucraniana se convirtió en la cuarta mujer en alcanzar los dos títulos en sable (y ninguna de las cuatro ha llegado a tres oros).
En la competición masculina, Nikolay Kovalev sucedió en el palmarés a su compatriota Veniamin Reshetnikov, haciendo que Rusia sea el primer país con oros seguidos en sable masculino con tiradores diferentes desde 1997 (también Rusia, con Kirienko y Pozdnyakov).
Florete
El arma preferida de las chicas italianas trajo un triplete para el país transalpino (oro de Errigo, plata de Batini y bronce de Vezzali), el quinto en la historia del florete femenino y el segundo de Italia tras el conseguido en 2010. Con su duodécima medalla, Vezzali se reafirma como la persona con más medallas individuales en la historia del mundial.
Italia dejó libre un bronce que acabó siendo histórico al conseguirlo la tunecina Ines Boubakri, la primera persona africana en subirse al podio en cualquier arma individual.
En florete masculino hubo un representante chino por octava vez en el podio, y por octava vez se quedó sin oro. Jainfei Ma fue derrotado en la final por Alexei Cheremisinov, el segundo ruso campeón en este arma desde la independencia del país (Dmitry Shevchenko fue campeón en 1995).
Sable
Las italianas ganan mucho en florete, pero no en las otras dos armas. Así que el triunfo de Rossella Fiamingo tiene mucho más valor por ser la segunda italiana campeona mundial fuera del florete, tras el oro logrado por Laura Chiesa en espada en 1995.
En la final masculina, Ulrich Robeiri, nacido en la Guayana francesa, derrotó al surcoreano Park para dar un título individual masculino a Francia once años después del oro de Fabrice Jeannet, también en espada. Estos diez años (2004-2013) y siete ediciones es la época más larga que ha estado Francia sin ganar un oro individual masculino contando todas las armas.
El torneo volvió a disputarse en formato de liguilla entre los seis participantes. Todo estaba preparado para que el último partido, España-Portugal, hiciese las veces de final, pero Italia reventó los pronósticos, primero empatando con España e interrumpiendo una racha de 59 victorias consecutivas de los españoles en los grandes torneos, luego derrotando a Portugal por primera vez en diez años y por último remontando dos goles a Francia en la última jornada.
Aun así, España empezó su último partido sabiendo que si vencía se proclamaba campeona. Fue un encuentro maravilloso, con Portugal logrando ventaja de 2-0, 4-2 y 6-4 para terminarlo 6-6. Nadie marca más de seis goles a España desde Portugal en las semifinales del mundial de 1999 (y perdiendo 6-7 ante los españoles). Y en el campeonato de Europa no se veía un partido con ambos equipos marcando seis goles desde que ocurriera dos veces en 1994 (Italia 14-6 Alemania y Bélgica 12-6 Rusia). Pero en España solo apareció Pedro Gil, que pese a marcar cuatro goles (entre ellos dos en el último minuto y medio), no pudo dar a España su octavo campeonato de Europa seguido.
Italia, en plena renovación y siempre nostálgica de su era dorada, sumó su tercer título continental tras los de 1953 (que también fue campeonato del mundo) y 1990. España se conformó con la plata, pero al menos salvó su racha de imbatibilidad (65 partidos entre campeonato de Europa y mundial y 49 partidos contando únicamente el torneo continental).
Portugal, bronce, sumó otra medalla (ya van 42 en campeonatos de Europa, reéord histórico), pero lleva once años sin ganar nada (2004-2014), la segunda peor sequía se su historia tras quedarse en blanco entre 1926 (año del primero europeo) y 1947 (año del primer título europeo y mundial de Portugal).
Doblete de los rusos en categoría masculina. Rusia solo se ha hecho con el título en cuatro ocasiones, pero en las tres últimas también se llevó la plata (2008, 2011 y 2014).
Lena Schöneborn, en la prueba individual femenina, y Alemania, por equipos, lograron el segundo doblete alemán de este tipo tras el de 1993, cuando el oro fue para Kim Raisner. En el relevo femenino, Ucrania se hizo con el primer oro de su historia en esta modalidad.
El equipo anfitrión, Hungría, solo se llevó una medalla, el título por equipos masculinos. Es la quinta vez que los húngaros organizaban el campeonato y la primera donde no llegan a dos preseas.
Afrontando las últimas rondas con relativa tranquilidad –fue líder, empatada o en solitario desde la cuarta ronda hasta el final–, la rusa Valentina Gunina se convirtió en la cuarta jugadora bicampeona continental (nadie ha llegado a tres títulos). La subcamepona, la también rusa Tatiana Kosintseva, sumó su quinta medalla (dos oros, dos platas y un bronce), récord histórico de la competición.
La nueva Liga Mundial –la ampliación ha hecho que se jugasen 156 partidos en menos de dos meses por todo el planeta– vio a Estados Unidos coronarse como campeón por segunda vez, tras haberse hecho con el título en 2008. Los norteamericanos perdieron cuatro partidos, incluido uno en la fase final ante Italia, pero en una gran final vencieron a Brasil por 3-1.
Los brasileños, que se metieron en su décimo cuarta final, perdieron, como en 2013, y son el tercer equipo en caer derrotado en la final en años seguidos, tras Cuba en 1992 y Serbia en 2009. La revelación fue Irán, capaz de ganar tres veces a Brasil, una de ellas en Sao Paulo, y de superar el grupo de la fase final. En semifinales y en la lucha por el bronce no ganó un solo set, pero su cuarto puesto final es el mejor de la historia para un equipo asiático en las veinticinco ediciones del torneo.
Gran reunión en Mónaco, con muchos datos. Justin Gatlin ganó el segundo 200 en su carrera en Golden League/Diamond League once años después de hacerse con la victoria en Bruselas. Bondarenko intentó, sin éxito, batir el récord de Europa, pero al menos sumó su octavo triunfo en altura en la competición superando el récord de Ukhov. La colombiana Ibargüen se fue hasta 15,31 m en el último salto para ser la quinta triplista en conseguir esa marca. Y Valerie Adams sumó su 53ª victoria consecutiva en peso, modalidad donde nadie le hace sombra.
Los franceses brillaron con dos récords nacionales: Bosse, en 800 (Baala lo tenía desde 2002), y Pascal Martinot-Lagarde en 110 vallas: hizo 12’’95, la segunda mejor marca europea de la historia.
Y, con permiso de la altura, la prueba estrella era el 1500, donde Asbel Kiprop anunció su asalto al record mundial de El Guerrouj. Kiprop ni siquiera ganó la carrera, lo hizo Silas Kiplagat, pero esta pasará a la historia por tener a siete hombres por debajo de 3’30’’, cuando nunca antes lo habían hecho más de tres a la vez.
Shanghái acogió la XIX edición de la competición y los saltadores locales completaron una exhibición histórica al lograr para el país el resultado perfecto: oro y plata en las pruebas individuales (trampolín de 3 metros y plataforma) y el título en los saltos sincronizados y la competición mixta por equipos, para un total de 9 oros y 4 platas. Nunca antes un país había ganado el máximo número de medallas posible, pero China sí se había llevado todos los oros en 1993 (6), 2006 (10) y 2012 (8).
Tras la edición de 2014, China mantiene su pleno de oros, once, en dos modalidades: los saltos sincronizados masculinos y femeninos de plataforma.
Venciendo a los estadounidenses Rosenthal y Dalhausser por 15-13 en el tercer set, Grzegorz Fijalek y Mariusz Prudel, en su cuarta final, se convirtieron en las primeras personas de Polonia en ganar un torneo del Grand Slam.
Estados Unidos, que había ganado los dos mundiales disputados en su territorio, se vio sorprendido por Canadá en la gran final y perdió 5-8. Fue la final con menos goles de la historia (en total y también del equipo campeón) y permitió a Canadá ganar su tercer mundial.
Estados Unidos no solo perdió el título, sino que perdió por primera vez un partido de un mundial como anfitrión (había ganado los dieciséis anteriores) y estableció su peor marca goleadora, superando para mal el récord de siete goles en una victoria ante Inglaterra por 7-5 en Manchester 2010.
En el partido por el bronce, la sorpresa fue mayor y los Iroquois (los nativos americanos, casi todos estadounidenses pero también con algún canadiense) aplastaron a Australia (16-5), que había ganado medalla en los once mundiales previos, pero esta vez los creadores del lacrosse hace más de dos mil años se subieron al podio por primera vez en esta competición (los iroqueses ya habían logrado medalla en el Mundial Indoor y en el Mundial sub-19).
El accidente de Lewis Hamilton en la clasificación puso un gran aliciente a la carrera: ver cómo remontaba el británico. Rosberg se hizo con la victoria en el gran premio de su país, aumentando su ventaja en la general y Hamilton llegó hasta la tercera posición presionando hasta el final el segundo puesto de Bottas.
Es la mayor remontada para subirse al podio desde que Vettel pasase del 24º al 3º lugar en Abu Dábi 2012. Y la mayor en Hockenheim desde que en 2005 Juan Pablo Montoya saliese 20º y terminase 2º.
Toni Bou se acercó a su octavo título mundial tras ganar las dos pruebas del Gran Premio de Gran Bretaña en Nord Veu. El dominio español volvió a ser total, logrando las cuatro primeras posiciones del sábado y las tres primeras del domingo. España ha hecho triplete en los seis últimos triales mundialistas, lo nunca visto en la historia del campeonato.
La máxima competición europea de clubes cambió de nombre, ahora se denomina Big 6, y por segunda vez en su historia tuvo final alemana. En 1999, Braunschweig Lions venció a Hamburgo Blue Devils, y en 2014, Berlín Adler, que jugaba en casa, derrotó a los Lions para ceñirse su segunda corona europea, tras la conseguida en 2010.
Las otras competiciones continentales fueron para el Kiel Baltic Hurricanes, que venció en la final de la EFL a los Badalona Dracs, y para el Helsinki Roosters, que consiguió la Champions. Este último título fue el primero continental de un club finlandés desde que los Roosters ganasen la Copa de Europa de 1988.
* David Fernández es estadístico.
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