Fútbol 2011-2012 / España / Liga BBVA 2011-2012
1.- El Bernabéu se convierte en el escenario. La interpretación la llevan a cabo crueles tiburones que bailan claqué mientras el público, unos sobre el propio escenario y otros sentados, admiran la obra. La sensación es que el Real Madrid pudo y se gustó cuando decidió estar activado. Impone su verticalidad y resume sus opciones a la capacidad para golpear la portería contraria. Virtud y defecto. Pero (casi) siempre vistoso. Un partido de detalles y escasa eficiencia en el global.
2.- Míchel quiso robar la posesión al Madrid. Deivid, Trochowski, Rakitic, Navas, Reyes… Argumentos suficientes para pensarlo. La realidad es que fue a ráfagas escasas. Rakitic, inédito y Trochowski, preocupado por tapar la herida de la región derecha del Sevilla. Consiguió el balón durante diez minutos de manera continua. Hasta que sonó el despertador y el Madrid comenzó la sinfonía de los momentos. Movimientos continuos para agitar una defensa tremendamente organizada del Sevilla, que se volvía inversamente proporcional a su hambre atrás.
3.- Benzema, Marcelo y Cristiano van cayendo desordenadamente por el sector izquierdo y Özil, hombre orquesta, aparece en las zonas más decisivas. Justo donde, hoy, el Sevilla echó de menos a Medel. El Sevilla se expone a superioridades porque no ajusta ni bascula. El ejemplo más nítido ha sido el desastroso partido de Coke: su confianza defensiva se ha ido minando hasta revertir en errores simples en la salida de balón. Precedido todo por el sufrimiento de las exposiciones a 1 vs 1 o 2 x 1 frente a tipos como Cristiano o Marcelo y por recepciones cómodas de todos los atacantes en tres cuartos.
4.- La telaraña envolvente del Sevilla se volvía ineficaz por propio demérito. La falta de agresividad, donde el Madrid mira a la contundencia frente a frente, le cuesta goles y ocasiones. No es la línea defensiva la que falla, sino la fase. Desde Negredo hasta Javi Varas. El Madrid expandía hacia la banda para herir con huecos interiores. La fractura no ha sido gigantesca porque Di María aún está sin electricidad. Su sacrificio siempre es admirable, pero la fluidez ofensiva de ideas permanece apagada. Ésto y la tendencia interior del Fideo han hecho que el peligro amenace solo el sector central-izquierdo.
5.- Otra idea clara que ratifica este partido y que el Madrid viene demostrando esta temporada es el fenómeno del repliegue defensivo. El equipo se parte incluso cuando está conectado al partido. Cuando sufre fases de relax como hoy, coexiste con una fractura permanente en la que Xabi Alonso malvive como bisagra, expuesto a situaciones límites de idas y vueltas. Reyes visualizó y habitó el espacio desocupado entre Granero y Di María parar lanzar contraataques. El Sevilla gozó, pero no remató. Hubo espacios, pero el Sevilla no los mordió. Solo olisqueó.
6.- Un factor que, sin duda, puede explicar las idas y vueltas puede ser la ausencia de los bastones fundamentales: Medel en el Sevilla y Khedira en el Real. El trabajo sordo de ambos mengua las capacidades para golpear del rival. Hoy, sin ninguno de ellos, el Madrid sintió como el Sevilla le generaba ocasiones y sufrió. El Sevilla padeció ante un Madrid certero que le acribilló cuando corrió.
y 7.- El Mou Team se recuperó de su batacazo europeo con sus formas habituales. Correr y golpear, decidir todo por su capacidad ofensiva. Con esto ha saldado un enfrentamiento que se podía complicar en tanto en cuanto había que observar su capacidad para recobrar el aspecto emocional frente a un rival en fase de crecimiento. Evitó esa complicación y se embolsa la Liga.
– Fotos: Ángel Martínez – Elisa Estrada (Real Madrid)
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