"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Santiago Bernabéu comentó en una ocasión que nadie había representado al club con tal fanatismo y sentimiento como lo hizo Monjardín. Durante sus años de estancia en la entidad jamás dosificó un gramo de esfuerzo por el equipo y se dejó el alma en cada minuto que vistió la zamarra blanca. Además, tiene el honor de haber sido el primer jugador del Real Madrid internacional con la selección española. Nacido el 24 de abril de 1903 en A Coruña (España), fue un delantero de raza, con gran nobleza, valiente y batallador. Su gran virtud fue el remate de cabeza (está considerado el primer especialista español en este arte), aunque también tenía un potente chut con su pierna derecha. Se le conoció con el sobrenombre de El Nene.
Sus primeras patadas a un balón las dio en el Colegio del Pilar, al igual que han hecho otros históricos jugadores blancos como René Petit, Perico Escobal o Ramón Marsal. Del colegio pasó al Madrid en 1919 y pronto se convirtió en uno de los mejores futbolistas españoles de la época. Su debut oficial se produjo en el Campeonato Regional Centro de la temporada 1918-1919, en un duelo frente al Racing de Madrid en el que cayeron por 4-1. Por entonces en el cuadro merengue militaban, entre otros, Eduardo Teus, Pablo Hernández Coronado, Eulogio Aranguren o Santiago Bernabéu.
El primer título de su palmarés lo obtuvo en 1920 al superar el Real Madrid (en junio de este año pasa a llamarse Real por decisión del Rey) al Athletic de Madrid en el torneo regional por un solo punto, consiguiendo además la clasificación para la Copa de S. M. el Rey Alfonso XIII. En la competición copera se vieron las caras con un poderoso Athletic Club que les apeó en cuartos de final. En la ida, Monjardín puso las tablas de un enfrentamiento que finalizó 1-1, mientras que en San Mamés cayeron con rotundidad por 4-1 en un gran día del medio Laca.
En 1922 levantaron de nuevo el Campeonato Regional tras el fiasco del año anterior y volvieron a participar en la copa. Primero tuvieron como adversario al Arenas de Getxo en una eliminatoria vibrante que contó con cinco partidos (tres de desempate). En Ibaondo, el Arenas venció 4-0 y en O’Donell el Madrid hizo lo propio por 5-2 con triplete del ariete gallego. Los dos primeros replay acabaron 1-1 en O’Donell y el tercero y definitivo se jugó en el campo del Racing de Madrid. Allí Monjardín completó una actuación primorosa y sus tres goles dieron al bando madridista un triunfo por 3-0 que les hizo pasar de ronda. A continuació. el rival fue el Real Unión de Irún de René Petit, Echeveste, Eguiazábal o Patricio. En casa, los madrileños ganaron por 2-1 con otro gol de Monjardín, mientras que en Amute perdieron con estrépito por 4-1. El desempate, dos días después en Atocha, fue favorable a los irundarras, que eliminaron al Madrid por 4-0. El curso, además, trajo una noticia trágica al fallecer una de las figuras de la plantilla: el extremo zurdo Sotero Aranguren.
En 1923, el Real Madrid abandonó el campo de O’Donell y se marcha a Ciudad Lineal. En un terreno de juego de césped y con Quesada, Mengotti, Félix Pérez, Bernabéu y el propio Monjardín en el plantel, conquistó el Campeonato Regional por delante del Athletic y la Copa de Madrid después de vencer al conjunto rojiblanco por 6-2. En la Copa de S. M. el Rey Alfonso XIII, otra vez el Athletic Club les apartó del torneo al apabullarles por un global de 1-8 (1-3 y 5-0).
La estancia en Ciudad Lineal fue breve y en 1924 se trasladaron a Chamartín, un coliseo para 15.000 espectadores. Además siguieron con su hegemonía en el fútbol madrileño y se impusieron con suficiencia a Racing y Athletic de Madrid en el Campeonato Regional. Regresaron a la copa con el objetivo de mejorar sus prestaciones de ediciones anteriores y en esta ocasión alcanzaron la final. En cuartos de final de deshicieron del Natación Alicante con Monjardín liderando al equipo con dos dianas en cada partido (4-0 en Madrid y 2-3 en Alicante), y en semifinales por fin pudieron con su bestia negra, el Athletic Club. En el botxo perdieron 3-1 y en Madrid doblegaron a los bilbaínos por 3-1, el segundo obra de Monjardín. Dos días más tarde, en el Metropolitano, un solitario tanto del coruñés dio la victoria por la mínima al Madrid, que se presentó en la final de copa. Celebrada en Atocha el 4 de mayo de 1924 ante el Real Unión de Irún, los blancos lucharon pero no pudieron superar a los hombres de Steve Bloomer, que tras batir Echeveste a Cándido Martínez se alzaron con el trofeo.
La campaña posterior fue un fracaso y no lograron ningún título, pero los éxitos volvieron en 1926, cuando el profesionalismo (Monjardín se mostró reticente a esta nueva era) llegó al club madridista. En el Campeonato Regional, el atacante colaboró con cuatro tantos y el Real Madrid se hizo con el torneo tras imponerse al Athletic de Madrid. En la copa se estrenaron ante el Murcia en la liguilla de octavos con un triunfo por 6-2, con poker de goles de El Nene. Dos victorias más en Reina Victoria frente al Sevilla y en La Condomina contra el Murcia le dieron el liderato de su grupo y en cuartos quedaron emparejados con el F. C. Barcelona. El cuadro blaugrana, con Platko, Walter, Samitier o Alcántara, se mostró intratable y aplastó a los blancos 1-5 en Madrid (el gol del honor fue de Monjardín) y 3-0 en Les Corts.
El último curso completo de Monjardín con la camiseta blanca fue en 1926-1927. En dicha campaña revalidaron el Campeonato Regional tras aventajar en siete puntos al Athletic de Madrid y a continuación participaron en la Copa del Rey compartiendo grupo de octavos con el Extremeño y el Sevilla. El coruñés, con problemas físicos, únicamente disputó los duelos de fuera de casa en la liguilla y a pesar de que el Madrid llegó hasta semifinales no jugó ni contra el Europa en cuartos de final ni frente al verdugo merengue, el Real Unión.
Antes de la gira por Sudamérica que se inició en junio de 1927 y duró hasta septiembre, Monjardín se vio obligado a colgar las botas por una grave lesión cuando contaba con solo 24 años. Sin embargo, no fue su retirada definitiva, puesto que aún jugaría un encuentro de la recién estrenada liga en 1929. El conjunto entrenador por José Quirante se encontraba en cuadro y en la jornada 15 llamaron al ariete para que les echase una mano en el choque frente al Español en Chamartín. El único encuentro liguero de la trayectoria de Monjardín se saldó con una victoria local por 2-0 y un discreto papel suyo.
El bagaje que dejó Juan Monjardín en diez años de pertenencia al Real Madrid fue de 73 partidos y 55 goles entre liga, copa y Campeonato Regional.
Con la selección española fue internacional en cuatro ocasiones, logrando tres goles. Debutó en un amistoso frente a la vecina Portugal en 1922, donde marcó el tanto que dio la victoria a España por 1-2. Unos meses después, en su segundo choque vistiendo la zamarra roja, consiguió sus otros dos goles en el triunfo contra Francia en Atocha por 3-0.
En febrero de 1923, el delantero coruñés viajó a Amberes con el conjunto español para enfrentarse a Bélgica. Los Diablos Rojos, de la mano de Robert Coppée superaron a España de nuevo como hicieron en los Juegos de 1920.
El último encuentro en el que participó el delantero coruñés tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de París 1924. España, dirigida por Pedro Parages, contaba con un equipo formidable en el que destacaban Zamora, Vallana, Gamborena, Samitier o Chirri I. El sorteo deparó un enfrentamiento en la fase preliminar a una Italia entrenada por Vittorio Pozzo a la que ya habían vencido con claridad en la anterior cita olímpica. Esta vez la suerte no acompañó a los españoles, que quedaron eliminados. El partido, que fue dominado por los pupilos de Parages a pesar de sufrir la expulsión de Larraza en la segunda parte, se resolvió con una acción desafortunada del defensa Pedro Vallana. A poco del final, un disparo transalpino fue desviado por el zaguero con tan mala suerte que el balón se coló en la meta de Zamora. Vallana lloró desconsoladamente y de esta forma terminaba el periplo de España en el torneo y la carrera de Monjardín como internacional.
Posteriormente trabajó como agente de bolsa en la vacante que había dejado su padre al morir en 1933. Además fue directivo en varias ocasiones del conjunto blanco y su opinión siempre era consultada en el club. En 1943, el Real Madrid le homenajeó (fue el primer jugador de la historia merengue en recibir dicho honor) en Chamartín con un partido frente al F. C. Barcelona y en 1948 la Federación Castellana de Fútbol le concedió la Medalla al Mérito Deportivo.
Falleció el 13 de noviembre de 1950 en un accidente automovilístico entre las localidades toledanas de Villatobas y Corral.
* Alberto Cosín.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal