"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
La Copa de Europa de fútbol femenino dio un paso adelante con la final a partido único. Y con encuentros como el que decidió el título de 2014 aumenta su repercusión. Un partido que empezó con demasiada tranquilidad, pero que a fuerza de jugadas y goles espectaculares se convirtió en un clásico atemporal de este deporte.
Dos invictos
El VfL Wolfsburgo debutó en la Champions la temporada pasada. Su estreno fue inmejorable, ganando ocho de sus nueve partidos, incluida la final ante las aparentemente invencibles jugadoras del Olympique Lyonnais. Esta temporada alcanzó la final con un balance similar: siete victorias en ocho encuentros.
El Tyresö FF representa un proyecto ambicioso que ahora se tambalea. Ascendió a la máxima categoría sueca en 2010, dos años después se hizo con el título y en su primera experiencia europea ha llegado a la final, también sin perder partidos.
En las finales de 2002 (Frankfurt-Umeå) y de 2009 (Duisburgo-Zvezda Perm) también se enfrentaron dos clubes que nunca antes habían perdido partidos en Copa de Europa.
A pares
Tras casi media hora de tanteo, el Tyresö demostró su poderío ofensivo con dos goles en dos jugadas casi seguidas, primero de la brasileña Marta –en el minuto 28– y luego de la española Vero Boquete –en el minuto 30–. Anotar dos goles en un intervalo de dos minutos en la gran final europea ya lo habían hecho dos equipos, que luego quedaron campeones: el Umeå en el partido de vuelta de 2004 y el Duisburgo en la ida de 2009.
¿Ventaja suficiente?
El Wolfsburgo no podía creerse que, en un partido igualado, llegara al descanso con dos goles de desventaja. Una renta que viendo la historia de la competición se antojaba decisiva. Siempre que un equipo alemán llegó perdiendo al descanso por dos o más goles acabó con derrota (cinco veces) y los clubes suecos habían resuelto con victoria 43 de sus 44 precedentes (y el otro fue un empate del Umeå en la fase de grupos de 2007/2008 ante el siempre impredecible Rossiyanka ruso).
Y encima solo seis clubes habían ganado un partido tras irse al descanso perdiendo por dos o más goles: Codru Chisinau (2003), Djurgårdens (2005), Rapide Wezemaal (2006), Sparta Praga (2007), Saint Francis (2010) y Royal Standard de Lieja (2011).
Remontada
Lejos de desmoralizarse, el Wolfsburgo tuvo fe, empató el partido en apenas ocho minutos y, tras otro gol de Marta para el Tyresö, volvió a igualarlo a tres. Nunca antes ambos equipos habían marcado tres goles en un partido de la final, y en fase eliminatoria solo había ocurrido otras cinco veces en la historia de la Champions.
El gol clave
Cuando ya se intuía la prórroga, volvió a aparecer Martina Müller (diez goles en todo el torneo, aunque no pudo desbancar a la serbia Milena Nikolić, que con once fue la máxima goleadora de la temporada). El gol de Müller puso fin a la racha del Tyresö de 800 minutos seguidos sin ir por detrás en el marcador de un partido europeo y dio el título al Wolfsburgo porque las suecas, aunque lo intentaron hasta el final, no pudieron equilibrar el resultado.
Dobletes
Tanto la brasileña Marta como la alemana Müller anotaron dos goles en la final, algo que nunca antes había ocurrido cuando el título se ha decidido a un partido. Marta ya tiene en su cuenta particular seis goles en finales europeas –los otros cuatro los marcó con el Umeå– y solo tiene por delante a la alemana Conny Pohlers, que consiguió ocho (cinco con Turbine Potsdam y tres con FFC Frankfurt).
Müller también anotó el gol decisivo en la final de 2013 y se convierte en la cuarta jugadora en anotar en finales seguidas, tras haberlo conseguido las suecas Frida Östberg y Malin Moström (2003 y 2004) y, naturalmente, Conny Pohlers (2005 y 2006).
El campeón
Con el partido de una final con más goles de la historia, el VfL Wolfsburgo se convierte en el tercer equipo en ganar dos Champions seguidas y el primero alemán, porque antes lo hicieron Umeå (2003 y 2004) y Olympique Lyonnais (2011 y 2012).
Y tras 18 partidos en Copa de Europa el Wolfsburgo continúa invicto (16 victorias y 2 empates). Es la tercera vez que un club no pierde en sus 18 primeros partidos del torneo: el FFC Frankfurt empezó su andadura en la Champions con 22 partidos sin perder y el Duisburgo con 27 (este equipo perdió el 28º, la vuelta de la semifinal de 2011 y no ha vuelto a jugar el torneo).
UEFA Champions League
Real Madrid 4-1 Atlético de Madrid. La final masculina de la Copa de Europa agrupó todos los tópicos y leyendas que acompañan a ambos equipos. Coraje, lucha y fe hasta el final de los madridistas y desgracias deportivas en los colchoneros, especialmente en finales de Copa de Europa.
Ramos forzó la prórroga con un gol en el minuto 93 y en el tiempo extra hubo tres goles, todos del mismo equipo, como en la única final que hasta el momento había albergado Lisboa: Manchester United 4-1 SL Benfica en 1968.
La épica final no puede eclipsar un merecido título madridista cimentado en las goleadas. En cada ronda (fase de grupos y las cuatro eliminatorias) ganó algún partido por tres o más goles, lo que no había hecho ningún otro campeón europeo, y de sus siete rivales, solo la Juventus evitó una derrota abultada.
La crueldad del desenlace no tapará una temporada inmensa de un Atlético de Madrid negado en la máxima competición continental. Entre todas las secciones del club ha disputado cinco finales (dos en balonmano, dos en fútbol y una en hockey sala femenino) y las ha perdido todas.
Y además…
Johnny Wilkinson se despidió de la máxima competición europea –la semana que viene lo hará del rugby– anotando 13 puntos en la final que el RC Toulon ganó al Saracens inglés por 23-6. Con la segunda Copa de Europa seguida, el Toulon es el tercer club, primer francés, que gana dos ediciones consecutivas, tras el Leicester (2001 y 2002) y el Leinster (2011 y 2012).
Los Saracens tuvieron su momento al inicio del partido, pero solo consiguieron tres puntos y acabaron con únicamente seis, igualando la peor marca en la final del torneo que estableció el Colomiers en 1999 (perdió 6-21 ante Ulster).
La inesperada ausencia del Luch Moscú, ganador de 29 de las 34 últimas Copas de Europa entre hombres y mujeres, abrió la competición especialmente en categoría femenina.
Los italianos del Fiamme Gialle ganaron el título, como en 2012 y 2013, para dar a Italia tres entorchados consecutivos por segunda vez en su historia (había enlazado cuatro entre 1982 y 1985). Y lo que se estrenó fue subcampeón, el SL Benfica, cuyo equipo masculino de atletismo es la séptima sección del club que se proclama subcampeona de Europa.
El eterno aspirante al trono femenino, el Valencia Terra i Mar, sí que agradeció la ausencia del Luch y cualquier otro equipo ruso para ganar su primer título tras haber sido doce veces subcampeón en las quince ediciones previas. El título femenino nunca había ido a España y no salía de Rusia desde que lo ganase el SS Génova en 1996.
Rusia revirtió su decepcionante participación olímpica en Sochi con un campeonato mundial inmaculado donde venció todos sus partidos sin necesidad de jugar una sola prórroga, incluida la final, donde fue muy superior a Finlandia (5-2).
En los últimos veinticinco mundiales, solo Rusia en 2012 había sido capaz de lograr un pleno de triunfos sin disputar ningún tiempo extra. La lucha por el bronce se la llevó Suecia, que sumó su 45ª medalla (9 oros, 19 platas y 17 bronces), a tan solo una del récord que conserva Canadá.
La semana pasada se disputó la competición femenina y en esta, la masculina. Con un protagonista indiscutible: Denis Ablyazin. El ruso consiguió el oro por equipos y el título en los tres aparatos donde fue finalista: anillas (compartió el título con su compatriota Balandin), salto y suelo.
Ablyazin es el primer gimnasta que logra el oro en anillas, salto y suelo en un mismo campeonato de Europa (los soviéticos Korolev y Bilozerchev también tienen los tres títulos, pero a lo largo de toda su carrera).
El anterior gimnasta en irse de un campeonato de Europa con cuatro oros había sido Marian Dragulescu (all around, equipos, salto y suelo en Ljubljana 2004). Y el anterior en subirse a lo más alto del podio en tres aparatos diferentes había sido Vitaly Scherbo en Birmingham 1996 (paralelas, salto y suelo).
Otro hecho destacado fue la plata del húngaro Krisztián Berki en caballo con arcos, con la que igualó el récord de más medallas europeas en un mismo aparato que tenía el esloveno Mitja Petkovšek en paralelas.
China, campeón masculino en las cinco últimas ediciones, se plantó en semifinales con una racha activa de 29 victorias consecutivas. Pero Japón obró el milagro y lo derrotó, primera vez que ocurría desde la semifinal de 2002, y lo hizo por 3-0, un resultado que no sufría el equipo chino desde la final de 2000 ante Indonesia. Japón completó la hazaña derrotando a Malasia en el último set del último partido de la gran final, consiguiendo el primer título de su historia en la Thomas Cup.
En la Uber Cup, el nombre de la competición femenina, China sí pudo ganar y sumó su decimotercer título y decimosexta medalla. En esto último, en medallas, pudo igualar el récord que hasta el momento tenía Indonesia.
Ni en el circuito urbano de Montecarlo (Mónaco) los Mercedes dieron tregua y el equipo alemán sumó su quinto doblete consecutivo, esta vez encabezado por Nico Rosberg, que vuelve a situarse líder del mundial. Solamente McLaren, en 1988, cuando tenía como pilotos a Senna y Prost, fue capaz de ganar los seis primeros grandes premios de la temporada (y extendió la racha hasta once).
Córcega (Francia) acogió por primera vez en la historia el Mundial de trial y su estreno no pudo ser peor. En la primera de las dos pruebas previstas los pilotos protestaron por el escaso tiempo límite disponible para completar las zonas, provocando su propia descalificación y que nadie terminara la prueba. En la segunda todo cambió y Adam Raga aumentó su ventaja en la general ganando su tercer trial consecutivo. España completó el podio –segundo Bou y tercero Cabestany– y también situó al cuarto clasificado, Jorge Casales.
Es la cuarta vez que Raga vence en tres pruebas seguidas, tras haberlo hecho en 2005 (una vez cuatro consecutivas y otra tres) y en 2013 (dos victorias de Estados Unidos y una en Andorra).
Magnífico estreno del campeonato de relevos creado por la IAAF y cuya primera edición se celebró en Nassau (Bahamas). En categoría femenina, Estados Unidos se llevó cuatro oros (4×100, 4×200, 4×400 y 4×800) dejando la prueba larga, el 4×1500, para Kenia, que destrozó su propio récord mundial rebajándolo en 32’’14 para dejarlo en 16’33’’58.
En categoría masculina, Jamaica se llevó la velocidad ganando el 4×100 y 4×200, en esta última arrebatando el récord del mundo al mítico Santa Monica Track Club de Michael Marsh, Leroy Burrell y Carl Lewis entre otros (Francia, bronce, mejoró el récord europeo que la Italia de Pietro Mennea estableció en 1983). La última posta de LaShawn Merritt decantó el 4×400 a favor de Estados Unidos y el fondo fue para Kenia, especialmente en 4×1500, donde pegó un mordisco de 14’’01 a su propio récord mundial.
El primer torneo que vio a tres Yokozunas en acción desde el 2000 tuvo emoción hasta el último combate. En él, Hakuho derrotó a Harumafuji y sumó su 29º gran título, el sexto en el Natsu Basho de Tokio.
El mongol Hakuho es el tercer luchador que gana al menos dos títulos en ocho años consecutivos, tras haberlo conseguido anteriormente Kitanoumi (1974-1981) y Taiho (nueve años: 1961-1969). Con su sexto título en el Natsu iguala a Futabayama y Tachiyama en el palmarés del torneo y solo tiene por delante a Kitanoumi, que consiguió siete.
El C. N. Sabadell completó otra liga perfecta, la cuarta consecutiva, al derrotar al C. N. Mataró en los dos partidos disputados de la serie final. Con esta nueva liga, la duodécima del club, el C. N. Sabadell supera al C. E. Mediterrani como equipo más laureado de la competición.
El equipo vallesano no solo demuestra su superioridad en los títulos, sino también en unas rachas de victorias o de invencibilidad increíbles. Acabada la temporada el C. N. Sabadell acumula 94 partidos sin perder y 73 victorias consecutivas entre todas las competiciones. Y, solo en liga, son 100 triunfos seguidos, todos desde la derrota en el tercer partido de la final de 2010 ante el C. E. Mediterrani.
La Bundesliga más igualada de la historia tuvo un final digno de la competición. THW Kiel y Rhein Neckar Löwen llegaron empatados a la última jornada y también la concluyeron en igualdad. El criterio de desempate es la diferencia general de goles, donde el Kiel tenía que remontar ocho tantos para ser campeón, como en el 2000 (17 goles de ventaja) y 2007 (98 goles de ventaja), las otras temporadas donde los dos primeros terminaron empatados a puntos.
El Kiel, jugando en casa, pronto apalizó al Füchse Berlín, mientras que el Rhein Neckar, visitando al Gummersbach, le costó distanciarse. Finalmente el Rhein Neckar solo pudo vencer por cinco, mientras que el Kiel se impuso por catorce goles para hacerse con su 19º título nacional, 16ª Bundesliga (todas en las últimas 21 temporadas) y la novena de las diez últimas disputadas.
Malta fue el novedoso escenario elegido para disputar el campeonato y los Países Bajos se plantaron en la final impresionando. Ganaron todos sus partidos, incluido el último de la fase de grupos ante Inglaterra, y en semifinales berrieron a Escocia (5-0), en la mayor paliza en fase eliminatoria desde el encuentro por el tercer puesto de la Eurocopa de 2000, cuando también los Países Bajos vencieron a Grecia por 5-0 (por entonces el torneo era de categoría sub-16).
En el partido por el título hubo otro Inglaterra-Países Bajos, esta vez mucho más igualado, tanto que, por tercera edición seguida, la final se resolvió desde el punto de penalti. Inglaterra rompió el mal fario que le persigue en las tandas –también en categoría sub-17, donde en fases finales de Eurocopa había perdido las dos jugadas–, anotó sus cuatro disparos y se proclamó campeón de la categoría, como en 2010.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Sportsfile
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