La táctica venció al talento

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La táctica venció al talento

por RAFAEL LEON el 17 mayo, 2014 • 19:58

1.- Se hablará sobre todo de actitud, de voluntad, de coraje… Sí, todo eso es cierto. El Atlético encarna a la perfección todos esos valores y por ello sus victorias no escuecen a nadie. Sin embargo, hoy no han sido solo los catorce rojiblancos los que lo han dado todo, sino que también lo han hecho los catorce culés. Cada uno de los jugadores que pisaron el césped honró esa especie de final en que ha terminado la Liga 2013-14. Por ello, quien señale la actitud como el factor diferencial en la victoria atlética de hoy se equivocará. Si el Atlético ha logrado el empate que le daba el título ha sido porque tácticamente ha sido aún más superior a su rival de lo que es el talento culé respecto al atlético.

2.- Sabedor de que su calidad individual no es enorme, el Atlético lo hace todo colectivamente. Y las cosas que hace (porque su entrenador se lo ordena) son aquellas que está preparado para hacer. Su entrenador no le pide a Koke que remate centros al área como Martino se lo pide a Pedro. Simeone no le pide a Diego Costa que regatee y tire paredes constantemente. Martino, en cambio, le pide a Messi que dispute pelotazos enviados por una defensa que no tiene ni idea de cómo sacar el balón jugado pese a que, no hace tanto, conocía todas las maneras posibles de hacerlo.

3.- Y así hasta llegar a situaciones más colectivas. Simeone no pide a su equipo que evite contraataques situando a mucha gente por delante del balón teniendo posesiones de gran calidad que desordenen al contrario; Martino pide a sus jugadores que cuelguen centros al área, a ver si uno de los atacantes de 1,70 los rematan. Y si no les pide eso y lo hacen, peor aún por no saber imponer su criterio.

4.- En definitiva, el partido fue un compendio de los otros seis enfrentamientos que se produjeron entre estos equipos. Un conjunto que sabe a qué puede jugar y juega a ello contra otro que no y que si, pese a ello, compite es porque sus futbolistas son tremendamente superiores. El fútbol es de los futbolistas, sí, pero con frecuencia son los peores futbolistas dirigidos por el mejor técnico los que se imponen. Como ha sido el caso.

5.- ¿Que no toda la culpa es de Martino? Por supuesto. ¿Que, si un trabajador no funciona, la culpa es de quien le ha puesto? También. ¿Que quienes están en el palco están ahí porque la mayoría de los socios los pusieron y, recientemente, ratificaron? También. Pero hasta ahí. Porque si hay jugadores que no funcionan, hay un entrenador para poner a otros y en ningún momento lo ha hecho (hoy, con la suplencia de Xavi, ha tomado la primera decisión difícil con un peso pesado del vestuario en toda la temporada). Y quien piense que tener una junta directiva cuyas decisiones son muy cuestionables imposibilita que un técnico haga un gran trabajo, que mire al Atlético y la situación institucional previa a la llegada de Simeone.

6.- El Cholo es ni más ni menos que lo que fue Guardiola para el Barça: un genio, un profesional brillante que se encuentra en el lugar perfecto en el momento adecuado. No hay otra manera de explicar tan inmensa gesta. Esa perfección táctica, esa autoconfianza… Todos esos rasgos simbolizados hoy en cómo se ha levantado tras perder sucesivamente a sus dos puntales ofensivos y en cómo ha resistido al final, una vez más, conservando intacta su brillante organización defensiva. Obtenido el título que tanto merecían, podrán viajar a Lisboa sin la inmerecida presión de poder quedarse en blanco.

y 7.- Por parte del Barça, desgraciadamente ni Puyol ni Valdés han podido despedirse sobre el verde. El club les echará mucho de menos. No así a Gerardo Martino, quien ha sido incapaz de mejorar nada respecto a cuando el equipo estuvo sin entrenador a causa de la desgraciada enfermedad de Tito. Concretadas estas despedidas, es el momento de culminar fríamente las decisiones que debieron tomarse hace tiempo. Sin olvidar en ningún momento que se dispone de unos mimbres increíbles entorno a los cuales debe construirse el nuevo Barça y que, para volver a ser un gran equipo de fútbol, primero hay que volver a ser un gran equipo humano. En el último Extra del Club Perarnau analizamos detalladamente cómo debe hacerse.