"Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose al enemigo". Sun Tzu
Schrojf figura dentro de esa nómina de excelentes guardametas que ha dado la República Checa a lo largo de la historia, junto con el mítico Frantisek Planicka en los años treinta, Ivo Viktor en los setenta o más en la actualidad Peter Cech. Fue elegido mejor portero en el Mundial de Chile de 1962, aunque en la memoria de todos quedará su actuación en la final ante Brasil, donde dos errores suyos ante Amarildo y Vavá facilitaron la derrota de su equipo. Nacido en Praga (Checoslovaquia) el 2 de agosto de 1931, fue un arquero muy ágil, vigoroso, con excelente blocaje de balón y de gran regularidad durante toda su vida deportiva. En su país le apodaron el Gato Negro por su indumentaria siempre oscura y sus intervenciones felinas.
Inició su carrera en el Admira Praga XIII y durante el servicio militar estuvo en el recién creado club de la Fuerza Aérea Krídla vlasti Olomouc. La llegada al equipo de su vida, el Slovan de Bratislava, tuvo lugar en 1955 cuando contaba con 24 años. Allí permaneció una década jugando un total de 240 encuentros y obteniendo un título de liga y dos copas.
En el curso de su debut levantó el título de liga en una dura pugna con el Dukla de Praga. El Slovan, que contaba con jugadores internacionales como Vican, Tegelhoff, Benedikovic o Pazicky, superó al Dukla por dos puntos gracias a su poder defensivo y a un buen año de Schrojf, que fue el menos goleado del campeonato con 14 goles recibidos. En la temporada siguiente intentaron revalidar el trofeo, pero el Dukla de Masopust, Pluskal o Novak fue demasiado rival para un Slovan que se desinfló en la recta final del campeonato liguero. Además, en su primera participación en la Copa de Europa eliminaron al Legia de Varsovia en la primera ronda por un global de 4-2, pero cayeron en la siguiente fase frente al Grasshopper suizo por 1-2. A partir de ahí el nivel del equipo sufrió un bajón del que no se recuperaría hasta 1960, cuando firmó un subcampeonato. En 1961 ocupó la tercera posición y en 1962 volvió a alzar un trofeo, la Copa de Checoslovaquia. En la final se enfrentó al gran rival de la época, el Dukla de Praga ,y tras el 1-1 del primer partido se tuvo que resolver todo en un duelo de desempate en Brno. En el estadio Jana Svermy, los hombres de Karol Borhy arrollaron a los soldados y vencieron por 4-1. Al año siguiente, el Slovan revalidó el trofeo y conquistó la segunda copa de su historia frente al Dinamo de Praga (actual Slavia). De nuevo hizo falta otro duelo para romper la igualada después de firmar tablas en Praga. En el Tehelné pole de Bratislava, el equipo de Schrojf, en una tarde esplendorosa, apabulló a los rojiblancos por 9-0.
En 1965 abandonó la entidad celeste con destino el Lokomotiv Kosice y en 1967 emprendió una aventura en el Slavia de Melbourne australiano, donde compatibilizó el puesto en la portería con el de técnico. A finales de la década de los sesenta se marchó al fútbol austriaco, primero al First Vienna, en el que jugó cinco temporadas, y posteriormente al ASK Kittsee, que fue su último club. Al igual que en su etapa australiana, en el conjunto del estado de Bungeland se encargó de dirigir al equipo desde el banquillo y ocupar el marco en algunos encuentros. Se retiró definitivamente en 1977 con casi 46 años de edad.
Con la selección checoslovaca fue internacional durante doce años (1953-1965) en los que disputó un total de 39 encuentros. Su debut tuvo lugar nada más y nada menos que contra Hungría en 1953, momento álgido de aquel equipo en el que figuraban Puskas, Bozsik, Hidegkuty o Grosics. Schrojf salió en la segunda mitad y solo encajó un tanto de Puskas, pero al descanso el marcador era de 1-4. Volvió a encontrarse con los húngaros dos años después en la Copa Dr. Gero, donde los húngaros de nuevo se hicieron con la victoria en Praga por 1-3.
Desde agosto de 1956 hasta octubre de 1959 dejó de contar en los planes de los técnicos Antonín Rygr, Karel Bejbl o Karel Kolsky, y hasta la contratación de Rudolf Vytlacil no volvió con frecuencia a las convocatorias. Titular en varios choques de la fase de clasificación para la Eurocopa de 1960, llegó a jugar las semifinales y el duelo por el tercer puesto. En la clasificación jugó en Brno en el triunfo por 5-1 ante Dinamarca y en Bratislava en la victoria ante los rumanos por 3-0. En la fase final encajó tres tantos de la URSS en las semifinales y en el partido por el tercer y cuarto puesto el equipo checoslovaco superó a los anfitriones por 2-0 en Marsella.
Al año siguiente comenzó la lucha por un billete para el Mundial de Chile 1962 con Schrojf siendo fijo en el marco. Compartieron liguilla con Escocia e Irlanda y con seis puntos lideraron el grupo junto los escoceses, teniendo que celebrarse un partido de desempate entre ambas selecciones. El choque se celebró en Bruselas y al término de los noventa minutos el resultado era 2-2. En la prórroga, dos tantos de Pospichal y Kvasnak dieron el billete a Checoslovaquia para la Copa del Mundo.
En tierras chilenas formaron parte del grupo de la muerte con Brasil, España y México. En la primera jornada se impusieron por la minima a un combinado español que contaba con Puskas, Del Sol, Santamaría, Gento o Luis Suárez en sus filas. A continuación, en un gran día de Schrojf, aguantaron las acometidas brasileñas con un Pelé que aún no se había lesionado y sacaron un empate a cero. En el último duelo se vieron sorprendidos por una ya eliminada México y cayeron por 3-1, pero se vieron beneficiados por la derrota de España ante Brasil y pasaron como segundos de grupo. En cuartos les tocó un viejo conocido, Hungría. Los húngaros tenían una nueva generación de futbolistas como Meszoly, Florian Albert o Sandor Matrai y de la década anterior solo permanecían Gyula Grosics y Lajos Tichy. Checoslovaquia los derrotó por 1-0 con un heroico Schrojf, que hizo su mejor actuación del torneo y salvó en innumerables ocasiones a su equipo, saliendo a hombros a la finalización del partido. En las semifinales se enfrentaron con el vigente subcampeón europeo, Yugoslavia. El cuadro plavi, dirigido por el tándem Ljubisa Lovric y Hugo Rusavljann, era muy poderoso, con Soskic, Galic, Sekularac, Skoblar o Jusufi, pero no pudo hacer nada ante el poder de los centroeuropeos. Checoslovaquia ganó 3-1, con dos tantos claves en los últimos minutos de Scherer y otro gran papel de Schrojf en la portería, y se plantó en la gran final. Celebrada el 17 de junio de 1962 en el Estadio Nacional de Santiago, la República Checa tuvo como rival a una selección brasileña sin Pelé, pero con Garrincha, Nilton Santos, Didí, Vavá o Amarildo que les superó por 3-1. Masopoust dio ventaja al cuadro centroeuropeo, pero Brasil empató pronto: Amarildo se internó por el costado izquierdo y con un zurdazo batió a Schrokf, que dejó la puerta abierta tras no cubrir su palo. En la segunda mitad marcó Zito de cabeza y el tercero y definitivo se produjo a diez minutos del final: Djalma Santos colgó un balón en el área y el arquero checo, cegado por el sol, no atajó el cuero, aprovechándose de ello Vavá para certificar el triunfo brasileño. Schrojf, fundamental para que su país llegase a la final del mundial, tuvo su peor tarde en el duelo decisivo.
La participación del portero de Praga fue decayendo poco a poco los siguientes años, aunque jugó algunos amistosos. La ida ante la RDA en la clasificación para la Eurocopa de 1964 y frente a Portugal y Rumania en la fase clasificatoria para el Mundial de Inglaterra. Se despidió del combinado nacional precisamente en el duelo contra los rumanos, en el que sucumbieron por 1-0 en Bucarest.
En 2003 la UEFA le eligió entre los mejores jugadores de los últimos cincuenta años. Falleció a los 76 años el 1 de septiembre de 2007 en Bratislava.
* Alberto Cosín.
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