Surgido de la cantera de River Plate, comenzó su andadura profesional a los 16 años, cuando comenzó a trabajar con el primer equipo con Daniel Passarella, un gran gestor de promesas en el país sudamericano. Posteriormente fichó por el Villarreal, y tras una temporada en el filial se ganó un sitio en el primer equipo.
Aprendió muchas cosas de Gonzalo Rodríguez y Diego Godín en su primera temporada como miembro del primer equipo del Villarreal, y a día de hoy acumula más de 100 partidos en Primera y es uno de los mejores zagueros de la Liga BBVA. Solidez, colocación y serenidad, son los conceptos básicos de un veterano de 23 años de edad.
No es el típico central poderosísimo que asusta a primera vista. Es un central moderno, alrededor del 1,80 m de altura, musculado, pero en ningún caso con físico imponente. En cambio, sí que tiene un tren inferior potente, que le provee de una aceleración en corto destacable. Su mayor virtud no corresponde al aspecto físico, aunque no por ello está exento de un gran juego aéreo, que incluso aprovecha en ataque, siendo fijo en el área rival a balón parado.
Es diestro, tiene una gran salida de balón y un primer toque excelso. Normalmente, juega en el lado derecho del campo, pero no tiene reparos en actuar a perfil cambiado, donde rinde igual de bien.
El concepto que mejor puede definirlo es serenidad. El argentino rebosa confianza y tranquilidad en acciones y situaciones. Donde otros futbolistas tienen problemas en resolver, Musacchio responde de gran forma, liderando a su defensa con un orden tremendo.
Es vital señalar que su debut profesional ocurrió antes de cumplir los 18 años: empezó a entrenar (a las órdenes de Daniel Passarella) a los 16 años de edad con el primer equipo de River Plate. Además, Musacchio cuenta ya con más de 100 partidos de experiencia en el máximo nivel del fútbol español y la amarga experiencia de un descenso. En resumen, es un veterano de 23 años.
Aunque su físico no desentona, aquí es donde es diferencial. Su primer pase es una delicatessen; es clave en la salida del Villarreal, donde es el primer bloque. Tiene muchísima calidad para pasar en largo, siendo un gran lanzador de contragolpes en situaciones concretas.
En cuanto a los conceptos defensivos, su calidad es altísima. Posee una colocación envidiable, y a partir de ahí potencia sus demás virtudes: aceleración, robo y entradas al suelo. En general, es un central bastante limpio, y sus dos tarjetas amarillas esta temporada han sido por faltas tácticas (en repliegue intensivo). Jugando como último hombre es casi imposible superarlo, porque llega casi siempre un tiempo antes al balón. Colocado como segundo central sí que tiene más fallos, porque pierde el sitio con asiduidad y eso es perjudicial para su juego.
Tiene la capacidad de realizar conducciones con cierta velocidad y cuenta con un gran salto y habilidad para cubrir la pelota. Es un central bastante completo y, sobre todo, con un talento innato para tratar el balón.
Normalmente juega en el sector derecho de la defensa. Esta temporada, acompañado habitualmente por Dorado (zurdo), ha jugado en su sector habitual, pero tras la lesión del zaguero español está siendo acompañado por otro diestro, Gabriel Paulista, por lo que se coloca a perfil cambiado.
Su tremenda salida de balón beneficia muchísimo a su equipo en el sentido de que tiene un seguro de vida en el primer pase. A partir de ahí, el Villarreal construye. En transición también es un valor con sus balones largos. Más allá de eso, y alguna conducción de vez en cuando hasta el centro del campo para después apoyarse en otro comapañero, no aporta mucho en la construcción del juego.
A balón parado sí que es de gran utilidad para el Villarreal. Nunca falta en el área rival cuando su equipo dispone de una falta lejana o de un córner. Suele situarse en el primer palo y peinar la pelota o, en su defecto, rematar a puerta. Solo ha marcado un gol esta temporada, ante el F. C. Barcelona, a la salida de un córner.
Musacchio es muy fiable a nivel defensivo. Es el futbolista que más pases intercepta en la Liga BBVA (91), y su colocación juega un papel clave para ello. Además, hasta hace que el equipo de Marcelino cayó en un bajón de juego en las últimas semanas por las bajas (Cani, Bruno y el mismo Musacchio), el Villarreal era el cuarto menos goleado de la Liga BBVA.
Normalmente vence en el uno contra uno, donde aprovecha su potencia y aceleración para presionar muchísimo al delantero, aunque no tiene reparos en correr hacia atrás. Rara vez comete infracciones muy aparatosas, pues prefiere utilizar su colocación y lectura para anticiparse al receptor.
* Roberto Testas.
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