"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Fútbol / Inglaterra / Manchester City
En agosto, la mayor parte de la crítica veía al Manchester City como uno de los aspirantes a ganarlo todo. A mediados de febrero, el equipo de Pellegrini sigue aspirando seriamente a ello. Ha tenido cierta irregularidad en su juego, alejándose de la imagen que daba hasta el año pasado de equipo demasiado sostenido por las individualidades, y poco a poco ha ido mostrando señas de identidad de equipo trabajado.
La primera de ellas es el juego por las bandas. El equipo se siente muy cómodo atacando por ahí. Es donde más peligro crea, en especial por la derecha. Zabaleta y Navas se entienden muy bien y el City vuelca el juego por ahí. ¿Hasta qué punto tiene importancia este aspecto del juego?
En la reciente derrota en casa contra el Chelsea por 0-1, el City hizo el 70 % por cierto de sus ataques por las bandas (dos tercios por la derecha). En la primera vuelta, en la visita a Stamford Bridge, el 64 % del ataque fue por las bandas (con un mayor equilibrio entre derecha e izquierda). En la derrota en casa contra el Bayern en la primera fase de la Liga de Campeones, los de Pellegrini jugaron por las bandas el 69 % del tiempo de ataque.
Así, sin más, estos datos no dicen nada. Pero si se analiza el mismo dato en las victorias más importantes del City este año se puede observar una diferencia. En el reciente triunfo en la FA Cup contra el Chelsea, el City jugó por las bandas el 77 % de sus ataques. En el 2-3 de Múnich, el 75 %; en el baño al Arsenal (6-3), el 72 %; y en la goleada al Tottenham (1-5), el 77 %.
La conclusión parece clara: cuanto más ataca el City por banda, más peligro crea a los rivales y más cerca de la victoria está. Curiosamente, para llegar a ser tan peligroso por las bandas, Pellegrini prácticamente renuncia al extremo izquierdo y acumula muchos hombres por el centro. Las bandas son para Navas y los laterales. Tanto Kolarov como Zabaleta suben constantemente.
A continuación se muestran dos mapas de posicionamiento de los jugadores del City en los que seguramente hayan sido sus mejores partidos: contra los Spurs a domicilio, y con Navas en el campo; y otro del 6-3 al Arsenal, sin Navas en el campo. Se ve claramente que la acumulación de hombres por el centro es para descargar continuamente el ataque por los costados.
Esta capacidad para abrir el campo sin ocupar posicionalmente las bandas puede explicar otra de las características principales del equipo de Pellegrini. Tiene una capacidad enorme de generar ocasiones de gol, aun sin jugar bien y a pesar de no tener la pelota. Casi siempre, en todos los partidos en los que haya ganado o no, el equipo genera ocasiones. De fuera hacia dentro, atacando de la forma más de difícil defender.
No necesita tener una posesión para generarlas. Quiere la pelota, pero como punto de partida, no como una obligación. Así, en el 1-5 a los Spurs chutó 24 veces (10 a puerta) con un 66 % de posesión. En el 6-3 contra el Arsenal, con un 52 % de posesión, chutó 22 veces (8 a puerta). En las derrotas le pasa igual. En el reciente 0-1 liguero contra el Chelsea, el City tuvo la pelota un 65 % y chutó 24 veces (eso sí, solo tres a puerta). Y en el 1-3 contra el Bayern, con solo el 34 % de la posesión, chutó 9 veces (tres a puerta). Teniendo en cuenta solo la Champions, el City es el segundo equipo que más disparos a puerta realiza, con 7,2 por partido. Tan solo el Bayern lo supera: 9 por partido.
Los encuentros del City suelen ser abiertos. De la misma forma que es capaz de generar ocasiones, también las concede. En la Champions es uno de los equipos que más chutes permite al rival, 13 por encuentro. Sin embargo, sus mejores partidos se han caracterizado tanto por su pegada como por su capacidad para ahogar al rival. Contra el Chelsea en la FA Cup, los de Pellegrini dejaron a los de Mou en tres chuts durante todo el partido. En el 1-5 contra el Tottenham, el equipo defendió bien, concediendo tan solo cuatro disparos a puerta.
Para terminar, y relacionado con el principio del análisis, una de las claves del partido puede estar en la capacidad que tenga el City de alejar al Barça de su portero y obligarle a jugar más cerca de Valdés. Ambos equipos tienen siempre a sus defensas muy lejos del guardameta, pasando tan solo el 23 % del tiempo del partido en el primer tercio de campo. Y el Barça sufre mucho para vencer si no es capaz de estar cerca del 60 % del tiempo en campo contrario.
Porque, el Barça es un equipo que necesita estar equilibrado, de tener mucho orden tanto en ataque como en defensa para jugar bien. Cuando no lo hace, sufre. Sirva como curiosidad: el Barça reparte de forma perfecta las zonas de ataque. El 33 % por banda derecha, lo mismo que por el centro y la izquierda. Si no se desordena, tendrá mucho ganado. Si el City lo abre, lo hace largo y lo empuja hacia Valdés, los de Martino sufrirán.
* Daniel Arias.
– Datos extraídos de Squawka y WhoScored
– Foto: Manchester City
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