"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
Fútbol / Inglaterra / Premier League
Roberto Martínez está construyendo un equipo muy competente. En Liverpool eran escépticos con su fichaje. Moyes había dejado huella y Martínez suponía un cambio de estilo quizá demasiado brusco. Pero el tiempo empieza a darle la razón, aunque al principio costó. Dos jugadores fundamentales como Barry y Lukaku llegaron con la temporada ya empezada y Gerard Deulofeu ha ido entrando poco a poco en el equipo. Pero si algo tuvo claro desde el incio Roberto Martínez es que el Everton iba a plantear sus partidos a través del dominio del balón. Para esto llegó Barry como pivote posicional y por esto han permanecido prácticamente inamovibles como titulares James McCarthy y Ross Barkley. El escocés es un hombre de confianza para Roberto Martínez. El de Balaguer le entrenó en el Wigan y no dudó en ficharlo este verano. Tiene 23 años y Martínez piensa puede convertirse en un jugador de élite mundial. Ross Barkley es una de las jóvenes promesas inglesas. Tiene 19 años y ya ha debutado con la selección absoluta.
Jagielka y Distin aportan fiabilidad defensiva al equipo y Mirallas y Pienaar sirven de enlace entre el centro del campo y la delantera, atacan la zona exterior y su trabajo defensivo es encomiable. Pero el equipo juega al son de estos dos jugadores (James y Ross) tan jóvenes como descarados.
McCarthy juega al lado de Gareth Barry. Se posiciona a la espalda del mediapunta o segundo delantero rival para recibir en condiciones. Cuando Barry necesita ayuda para sacar el balón, se sitúa entre los dos centrales y es McCarthy el que actúa como pivote. Cuando esto sucede, generalmente ante presiones adelantadas, Barkley va a recibir atrayendo un jugador del centro del campo rival y es Lukaku quien, recibiendo de espaldas y jugando de cara, permite salir al equipo.
El movimiento favorito de Barkley es buscar la espalda del mediocentro rival. Para que él pueda recibir en perfectas condiciones es necesario el movimiento constante de los jugadores ofensivos. Mirallas y Pienaar (generalmente) estiran la lona exterior, Lukaku da profundidad con sus desmarques y hace que los centrales no puedan salir a defender a Barkley y Baines (u Oviedo últimamente) se ofrece en el costado izquierdo como posible salida de balón. Pero los dos jugadores fundamentales son McCarthy y Barkley, que junto a Barry son los que más intervienen con balón. Entre los tres buscan ocasionalmente al tercer hombre, es decir, si combinan Barry y McCarthy, Barkley se ofrece (creando una especie de triángulo) para recibir. Esto puede ser fácil de defender cuando el rival estudia al equipo de Roberto Martínez, por eso un jugador que da la profundidad de Lukaku es tan válido para el equipo. La alternativa del balón largo siempre está presente, aunque no se utiliza mucho. Y Pienaar y Mirallas, aunque no son unos virtuosos técnicamente, saben interpretar cuándo ocupar zonas interiores para facilitar la salida del balón y cuándo abrirse para dejar espacio en el centro.
No ayudó a Roberto Martínez que los primeros partidos del Everton se saldaran con empate. Pero él no dudó: su proyecto se basa en tener el balón siempre que sea posible. Que los mayores encargados de que el balón llegue hasta la fase ofensiva sean dos chicos jóvenes y sin complejos no es casualidad. Forma parte del proyecto de Roberto Martínez, que está construyendo un ambicioso equipo que ya ha jugado contra Manchester City, United, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham y se sitúa quinto en la clasificación. Y el equipo no parece dejar de evolucionar.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Liverpool Echo
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