El Levante ha tropezado en los últimos partidos, pero no ha llegado a caer. El inicio de temporada (obviando el partido del Camp Nou) fue positivo para el equipo, numéricamente y en cuanto a sensaciones, lo que hizo que los aficionados levantinistas miraran más hacia Europa que a las posiciones de descenso.
Tras la décima jornada, contra el Espanyol, todo era felicidad. El Levante recuperaba sensaciones perdidas en la segunda mitad de la temporada pasada y Caparrós parecía encontrar un once base, que podría ser el formado por: Keylor Navas; Pedro López, Rodas, David Navarro, Juanfran; Diop, Simao Mate, Xumetra, Rubén García; El Zhar y Baba. A este se le sumaba la participación de jugadores como Ivanschitz, Pedro Ríos, El Adoua o Vyntra.
Todo va relacionado y unas semanas con demasiadas visitas a la enfermería de los jugadores del Levante han coincidido con cuatro jornadas sin ganar y tres derrotas consecutivas.
El Adoua sigue con su esguince de rodilla, Babá está tocado de los aductores, Rubén y David Navarro también arrastran molestias desde el pasado domingo, Rodas tiene una lesión en el hombro, etc. A esto se le suma el proceso febril de Chris Lell y el golpe en la rodilla de Gomis. Sin olvidar la baja por sanción de Keylor Navas, que también llegó con molestias de la concentración con su selección.
En el Benito Villamarín estaba todo preparado para alargar la dinámica positiva. El Betis tenía muchas urgencias, el clima era tenso y además estaban con diez jugadores. Y fue aquí, como haciendo ver lo que se venía en las siguientes jornadas, cuando el Levante decidió parar. Dando la sensación de poder y no querer, los granota se conformaron con un empate fuera de casa que en otras condiciones podría ser un gran resultado, pero según avanzaba el partido supo a poco. La racha negativa se inició por falta de ambición.
Contra el Granada, en el Ciutat de València, el partido fue equilibrado. Hubo ocasiones para los dos equipos y se lo acabó llevando el Granada con una genialidad de falta de Piti. Es algo que puede pasar, como contra el Athletic en San Mamés, con remontada (y ya van varias) de los de Valverde. Tras el parón llegó el Villarreal. Siempre nos quedaremos con la duda de qué hubiera ocurrido si el Levante no hubiera tenido la expulsión de Keylor (justa), con su consiguiente penalti y gol de Bruno Soriano. Un jugador menos y 0-1 a los diez minutos fue una losa demasiado grande contra un equipo que sabe a lo que juega y lo hace tan bien como el Villarreal.
El siguiente partido es frente al Getafe de Luis García, un entrenador que conoce el funcionamiento interno del Levante y al cual se le tiene un gran cariño en el Ciutat. Urge puntuar. El guión del partido parece claro: el Getafe teniendo la posesión del balón y el Levante esperando para salir al contragolpe. La gran duda reside en quién ocupará el lugar de Baba en ataque. Todo parece indicar que el elegido será Barral, pero no podemos descartar otras opciones como El Zhar o Rubén (Caparrós lo probó frente al Villarreal).
Llega el Recreativo, uno de los mejores equipos de la Liga Adelante. Pero este año sin Europa League, la Copa del Rey se plantea como una oportunidad para involucrar en la dinámica de grupo a jugadores que están contando con pocas oportunidades de jugar, como Barral, Nong, Nikos y el curioso caso de Gomis.
Hay tiempo para reaccionar, pero el Levante necesita puntuar para salir de la dinámica negativa en la que se encuentra. Los de Orriols tienen 17 puntos, cinco por encima de los puestos de descenso. La igualdad es máxima y cada punto vale oro. Tres jornadas consecutivas perdiendo son muchas; Caparrós lo sabe. Y en ello está.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Jorge Ramírez (Levante UD)
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