María Pujol: “Sigo luchando en cada carrera para que tengamos las mismas oportunidades que los hombres»
Se inició como deportista a muy temprana edad. Con apenas diez años ya había cosechado sus primeros éxitos a nivel regional y nacional. Hace una década que logró la tercera posición en un Campeonato de España de Duatlón sub-23 que resultó ser la antesala de una meteórica trayectoria. Fue en el 2005 cuando la triatleta María Pujol conquistó su primer Campeonato de Andalucía, así como el Campeonato de España sub-23. Estos logros le abrieron las puertas del Campeonato de Europa sub-23 y de la Copa del Mundo absoluta. Un año después tomó la decisión de dejar su ciudad natal, Sevilla, para afincarse en el Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume de Madrid.
Su palmarés siguió creciendo, permitiéndole asentarse en la élite de nuestro país en el 2007. Participó en dos Copas del Mundo más, donde logró quedar entre las treinta mejores, y se clasificó para el Mundial Élite de Triatlón. Participó en varias pruebas internacionales y al fin, en el 2009, se consagró como la mejor española de Europa y la segunda del mundo. En 2010 se marcó el difícil reto de participar en los pasados Juegos Olímpicos de Londres. Pese a cosechar excelentes resultados en diferentes campeonatos de España de Duatlón, Acuatlón y Triatlón, en sus distintas modalidades, una tendinitis en el tendón de Aquiles le impidió alcanzar el sueño olímpico. Tras quince meses sin competir, María ha vuelto a entrenarse con cierta normalidad, pero también con mucha cautela. Tanto ella como su entrenador, José María Merchán, olímpico en Sídney y actual presidente de la Federación Andaluza de Triatlón, han preferido no marcarse objetivos concretos y centrarse en que María vuelva a disfrutar, a sentirse deportista.
Pergunta .- Ahora que parece haber dejado atrás su lesión, ¿cuáles son sus sensaciones?
Respuesta.- Son buenas, aunque hay que readaptarse. Llevo casi un año y medio sin poder entrenar las tres disciplinas, y la verdad es que el cuerpo lo nota. Mi tendón cada vez va mejor, aunque no está como debería, pero es algo normal después de quince meses. A veces soy demasiado precavida y levanto el pie antes de la cuenta. Siempre existe el miedo a recaer.
P.- ¿Cuándo estima que volverá a estar al 100 %?
R.- Si te soy sincera, ni siquiera lo he planteado con mi entrenador. Vamos metiendo entrenamientos sin fijarnos en el reloj, no hemos puesto objetivos, así que no lo sé. Me gustaría participar pronto en carreras populares que me proporcionen entrenamientos de calidad, pero no creo que mi tendón esté preparado para el asfalto. Ahora corro siempre sobre terreno blando, en parques, por ejemplo.
P.- Quince meses sin competir para una deportista de élite tiene que ser una experiencia muy dura. ¿Se planteó la retirada durante la lesión?
R.- Claro que me lo he planteado. Cuando no era una cosa era la otra. He tenido muchos obstáculos. Pero bueno, el deporte es así. Igual que te lo planteas, sale de tu mente. Los deportistas, si se caen, se vuelven a levantar; somos personas luchadoras que en la adversidad podemos encontrar una oportunidad. Me encuentro mejor que nunca y tengo muy claro que quiero seguir entrenando al máximo nivel, volver a ser deportista y vivir de ello.
P.- Antes de lesionarse su gran objetivo era conseguir una plaza en los Juegos Olímpicos de Londres. ¿Descarta llegar a los de Río de Janeiro?
R.- Clasificarse para unos Juegos es muy complicado y hace falta mucho dinero. Hay que competir en muchas pruebas en todo el mundo y ahora apenas dan becas, por lo que tendría que costeármelo yo o tener un patrocinador muy potente, algo muy complicado en este momento. Estoy en una etapa de mi vida en la que prefiero disfrutar sin tener la presión de los Juegos Olímpicos. Puede que cuando empiecen las clasificaciones me vea preparada, pero después de una lesión tan grande solo pienso en volver a disfrutar.
P.- ¿Qué factores cree que han impulsado la popularidad del triatlón en los últimos años?
R.- Pues, precisamente, que las distancias se han hecho populares. Se han hecho asequibles a cualquier persona que se plantee un reto y haga deporte con normalidad. Antes existía el mito de que el triatlón era un Iron Man, pero no es así. La gente se ha dado cuenta de que es un deporte muy divertido y que engancha cuando lo pruebas. La recompensa es superarte, llegar a meta, no solo ganar.
P.- En una entrevista, cuando le preguntaron si se podía vivir del triatlón, dijo que usted, más bien, malvivía y seguía viviendo con su madre. ¿Ha cambiado tu situación desde entonces?
R.- Creo que se sacó un poco de contexto, ya sabes cómo son estas cosas. Me refería a que tenía que esperar al fin de semana y ganar una carrera para conseguir 300 euros y arriesgarme a no tener ese dinero si pinchaba. Vivo con mi madre porque yo lo he elegido, soy feliz en mi casa. Cuando volví de Madrid no tenía independencia económica, algo que me he preocupado en buscar desde hace tiempo. Ya no tengo la presión de tener que ganar, ya que obtengo ingresos por otro lado: soy entrenadora, imparto cursos de formación, etc.
P.- Hace apenas unos días que Javier Gómez Noya recibió la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo. ¿Podría suponer este galardón un pequeño impulso para su deporte?
R.- Por supuesto. Javier lleva muchos años luchando por ella y creo que se la ha merecido. Es el colofón a su carrera, su dedicación al triatlón. Todos los premios serán positivos para este deporte y le darán mayor repercusión para que llegue a todo el mundo y anime a las grandes marcas a apoyar al deportista.
P.- Quizás solo falte un poco más de apoyo por parte de las instituciones deportivas a los deportes minoritarios.
R.- Sí, claro. En los Juegos Olímpicos te empapas de esos deportes, disfrutamos viéndolos, pero uno de los problemas es ese. Y no es por atacar al Instituto Municipal de Deportes, pero en Sevilla no existe una escuela municipal de triatlón. Me parece inconcebible. Solo en la capital hay cuatro o cinco triatlones, siendo uno de ellos el de mayor número de participantes en Andalucía, con casi 4.000 inscripciones.
P.- Por si fuera poca la repercusión de algunos deportes, existe también el problema del deporte femenino. ¿Percibe que se le da menos protagonismo a las mujeres que a los hombres en el triatlón?
R.- Es algo que ocurre de forma generalizada. Las mujeres salimos a altas horas de la noche en televisión, cuando apenas hay nadie, por ejemplo. Es verdad que las cosas están cambiando, pero sigue sin haber igualdad entre hombres y mujeres. En las carreras reguladas por la federación no, pero en las de entidad propia se están dando diferentes premios a ellos y a ellas, y eso no es concebible a día de hoy. Nosotras, por ejemplo, salimos a las nueve de la mañana y los hombres a las doce, cuando hay más público y mejor clima. Yo me niego a asistir a estas carreras, porque entonces les estaría dando mi aprobación. La mujer siempre sale perjudicada.
P.- ¿Qué porcentaje de responsabilidad cree que tiene la prensa deportiva en todo esto?
R.- En primer lugar, la prensa deportiva tendría que querer. El lector está deseando empaparse de cosas diferentes, no siempre de fútbol, fichajes y demás. Puede que así consigan que la gente compre más periódicos. Esto radica en que quieran cambiar y fomenten deportes minoritarios, aunque yo no considero que lo sean. Simplemente, no tienen tantos adeptos ni llega tanto dinero, que es lo que marca la diferencia.
Trasladamos la entrevista a un escenario distinto a la par que emblemático: la Plaza de España, donde tendrá lugar una particular reunión de mujeres. Bajo el lema Nosotras Sí, María Pujol lleva a cabo junto con la marca BPositive, y a raíz de su lesión, una iniciativa que persigue motivar a las mujeres a hacer deporte y superarse en el día a día. Ataviadas con camisetas de color rosa, cerca de cuarenta mujeres de todas las edades se reúnen en un punto concreto de la plaza esperando recibir una clase por parte de Belén Recio, diez veces campeona de España de atletismo en 100, 200 y 400 metros y amiga de María. “No sabía que esto movería a tanta gente, estoy impresionada”, me comenta antes de dirigir el entrenamiento
La más veterana de sus alumnas es Cari (por Caridad), una señora de 65 de años que dice estar encantada con estas reuniones semanales que descubrió a través de su hijo y de las que se mantiene al tanto, curiosamente, a través de internet. “Aunque lo mío no es la carrera ni la bicicleta”, confiesa.
Mientras Belén enseña a las chicas algunos ejercicios de calentamiento, María y yo mantenemos una pequeña conversación acerca del origen de esta iniciativa y del papel de la mujer en el deporte hoy en día.
P.- ¿Por qué Nosotras Sí?
R.- Porque nosotras no solo corremos, hacemos cualquier deporte: salimos en bicicleta, jugamos al pádel, hacemos equitación…
P.- ¿Equitación?
R.- Este movimiento no soy yo, son ellas, y si ellas me dicen que montemos a caballo, seguramente, de estas treinta y cinco mujeres, al menos quince quieran ir. Aquí no hay nivel, todas somos iguales. La que empiece andando terminará corriendo el día de mañana. Pero el principal motivo por el que estamos aquí es para pasarlo bien haciendo deporte.
P.- Veo a mujeres de todas las edades.
R.- Sí, incluso tenemos a Cari, la súperabuela. Aquí se reúnen chicas de todas las edades, niveles y colores. Eso sí: somos mujeres.
P.- ¿Cuántas acudieron a la primera reunión?
R.- Unas diez. Hay que decir que muchas no están hoy aquí porque tienen trabajo, pero es magnífico que haya más de treinta mujeres juntas haciendo deporte.
P.- Visto el desarrollo de la iniciativa, ¿aceptarán hombres en algún momento?
R.- Aunque tengo en mente llevar a cabo algunas actividades con hombres, me gustaría que ellas estén motivadas y sean ellas mismas. Entre ellas se entienden a la perfección.
P.- ¿Incluirán el triatlón en su catálogo de actividades?
R.- Todo llegará. La época del triatlón comienza cuando llega el buen tiempo y algunas de ellas ya me han dicho que quieren hacer duatlón. Ya estoy dándole vueltas al asunto.
P.- ¿Qué le motiva a llevar las riendas de este movimiento?
R.- A día de hoy soy una ONG, lo hago sin ánimo de lucro. Me apasiona y me resulta muy gratificante.
P.- ¿A qué se debe la presencia de Belén Recio aquí hoy?
R.- Estuve pensando en cómo sorprenderlas y se me ocurrió acudir a Belén. Ella es amiga mía, se lo planteé, se prestó… y me ha dicho que está flipando con que hayamos conseguido mover a tal número de mujeres en apenas dos meses. Incluso quedan entre ellas a través de las redes sociales para entrenar otros días.
P.- ¿Cuál es el papel de la mujer en el mundo del deporte actualmente?
R.- Se está igualando con el del hombre. Sí es verdad que en las competiciones y en la retransmisión de grandes eventos deportivos no tenemos la misma cobertura. Sigo luchando en cada carrera para que tengamos las mismas oportunidades que ellos, y seguiré luchando hasta el día en que me muera porque, para mí, el deporte es un estilo de vida. El deporte se está volviendo algo popular, está llegando a los ciudadanos, y la gente está haciendo un esfuerzo por su salud. Es vital que en las relaciones de pareja también exista una igualdad, y que si él sale a hacer deporte ella también tenga su tiempo para hacerlo.
P.- ¿Le decepciona que, pese a conseguir la mayor parte de nuestras medallas en Londres, se siga relegando a las deportistas españolas a un segundo plano?
R.- La realidad es que esas medallas se consiguieron en deportes minoritarios, que captan mayor atención en los Juegos Olímpicos. Pero también es cierto que los deportistas vivimos de vosotros, los periodistas y los medios de comunicación. Es una labor de todos.
* Carlos García Urbano.
– Fotos: Carlos García Urbano – Santiago Molina
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