Como cada mes de octubre desde 1978, la isla de Hawái acogió el campeonato del mundo de Ironman, el triatlón extremo. Se empieza con 4 kilómetros de natación en aguas abiertas, luego una etapa ciclista (180 km) y para terminar, una maratón, 42,195 km.
En la competición masculina, el aplastante dominio estadounidense en las primeras ediciones (se hizo con todos los títulos entre 1978 y 1993) ha dado paso a éxitos de otras naciones, en especial Australia, cuyos hombres de hierro habían ganado las seis últimas veces aunque en esta ocasión fue diferente. El mejor en natación fue Brandon Marsh, de Estados Unidos, hundido estrepitosamente en la prueba ciclista, donde perdió casi veinte minutos con los mejores.
El relevo lo tomó su compatriota Andrew Starykowicz, que voló en el tramo de bicicleta (4h21’50’’, aunque un poco lejos del récord de Norman Stadler en 2006: 4h18’23’’).
Tras el segundo tramo el australiano Luke McKenzie estaba muy cerca de la cabeza, a 45’’, pero el belga Frederick van Lierde dio la sorpresa y corriendo la maratón en 2h51’ (6 minutos más rápido que McKenzie) remontó casi tres minutos de desventaja y se hizo con la victoria. Los mejores en la carrera a pie (Aernouts con 2h44’ e Iván Raña con 2h48’) no pudieron acceder al podio, pero sí lograron puestos de finalista.
Frederick van Lierde es el segundo belga que se proclama campeón del mundo tras hacerlo Luc van Lierde (su entrenador, pero no su familiar) en 1996 y 1999.
En la categoría femenina, la maratón decidió la prueba. Porque la australiana Mirinda Carfrae la completó en un tiempo increíble de 2h50’38’’, record histórico de los 42,195 km en el Ironman de Hawái. Con semejante marca dio igual que Carfrae se dejara más de cuatro minutos en natación y otros tres más en el tramo de bicicleta. Terminó la prueba en 8h52’14’’, récord femenino de un Ironman, mejorando en 1’48’’ el registro de la británica Chrissie Wellington en el 2009 (también poseedora de la antigua mejor marca en maratón con 2h52’41’’).
Carfrae consiguió su quinta medalla seguida y segundo título (tras el logrado en el 2010) y es la primera mujer que se sube cinco veces seguidas al podio desde Natascha Badmann (seis seguidas entre 2000 y 2005).
Rachel Joyce y Liz Blatchford dieron plata y bronce al Reino Unido, que es el segundo país que consigue dos medallas pero se queda sin oro, tras ocurrirle a Australia en el 2005.
Y además…
En las pruebas por equipos Alemania ganó ambas finales por 3-1, a Grecia la masculina y a Rumanía la femenina. Es la cuarta vez que un mismo país gana ambos títulos tras hacerlo Hungría en tres ocasiones: 1960, 1978 y 1982. Además, Alemania, que lleva 32 enfrentamientos consecutivos ganados, consiguió su sexto título seguido en categoría masculina igualando el récord de Suecia (1964-1974).
En individuales, Dimitrij Ovtcharov sucedió a Timo Boll y dio a Alemania su cuarto oro masculino consecutivo, algo solo conseguido por Suecia (cinco seguidos entre 1982 y 1990). El título femenino fue para la sueca de origen chino Fen Li; el país nórdico solo había logrado el oro en 1994 con Marie Svensson.
En dobles, el gran protagonista fue España, país sin medalla en ninguna categoría en la historia del campeonato, que consiguió tres de una tacada, todas ellas de bronce (Zhiwen He/Carlos Machado, Yanfei Shen/Sara Ramírez y Galia Dvorak junto a la sueca Ekholm). El oro masculino fue para el croata Tan y el polaco Wang. Muy noticioso el éxito de este último porque Polonia nunca había ganado un título masculino de dobles. La pareja femenina vencedora fue la formada por Solja y Winter, ambas alemanas, el primer título de la prueba para el país desde 1998, cuando vencieron Struse y Schall.
La penúltima cita de las World Marathon Majors trajo un doblete keniano. En chicos se impuso Dennis Kimetto (2h03’45’’), ganador este año en Tokio, por delante de Emmanuel Mutai (2h03’52’’), en la primera maratón de la historia con dos hombres por debajo de las 2 horas y 4 minutos. Kimetto es además el primer atleta que, habiendo ganado en Tokio, se ha impuesto en otra de la maratones del circuito.
En la carrera femenina venció Rita Jeptoo, campeona en Boston este mismo año, prolongando el dominio de Kenia, que ha vencido cuatro de las cinco grandes maratones ya celebradas en el 2013. Noruega, en 1986 (Grete Waitz ganó en Londres y Nueva York e Ingrid Kristensen en Boston y Chicago), era el único país que había vencido en el mismo año al menos cuatro de las maratones femeninas que actualmente componen el circuito mundial.
Vettel y Red Bull llegaron a Suzuka con opciones de sentenciar los mundiales de pilotos y constructores y, aunque no lo lograron, se van con muy buen sabor de boca por estar más cerca y por el doblete pese a estrategias diferentes. Vettel fue a dos paradas y Webber, a tres, y eso fue decisivo para que el alemán consiguiese por primera vez en su carrera deportiva cinco triunfos consecutivos. Es el sexto piloto que lo logra y en la India, a parte de hacerse con el título, podría llegar a seis victorias seguidas, lo que solo ha ocurrido cuatro veces (con tres pilotos).
Completó el podio Romain Grosjean. Francia no gana una carrera desde 1995, pero con Grosjean está volviendo a puestos de honor. Fue su segundo podio consecutivo, algo que no conseguía ningún compatriota desde 1997 (Jean Alesi en Montmeló y Montreal).
El campeonato se desplazó a Asia y el dominio español continuó. Otro triplete de victorias (el noveno de la temporada), otro triplete en el podio de Moto GP (el octavo de lo que llevamos de curso) y más récords. Porque con las tres victorias en Sepang España suma 38, mejorando el récord en una temporada que Gran Bretaña tenía en 37 desde 1967. En cuanto a podios, los británicos lograron 93 hace 45 años, mismo número que llevan ahora los españoles a falta de tres carreras.
En Moto 3 estuvo la otra noticia, el décimoquinto puesto de Ana Carrasco, la primera mujer española (cuarta en total) que puntúa en el mundial. Ninguna chica lo conseguía desde que la alemana Katja Pönsgen fuese décimocuarta en 250cc en Mugello el 3 de junio de 2001.
Gold Coast abrió una nueva temporada de las Series Mundiales de rugby a siete y Nueva Zelanda se mostró intratable. Los All Blacks ganaron sus cuatro primeros partidos sin recibir ni un solo punto, algo que ha ocurrido cuatro veces en toda la historia y que no pasaba desde que lo hiciera la propia Nueva Zelanda en Durban’01. Luego en la final no tuvo piedad de Australia, a la que aplastó por 40-19 para conseguir su segundo título en el país vecino (ganó en Adelaida’11).
Otra de las noticias estuvo en el abultado resultado que Inglaterra endosó a Sudáfrica en la lucha por el tercer puesto, un 47-0 que iguala la tercera peor derrota sudafricana y que es la peor de su historia ante un equipo de fuera de Oceanía.
Novak Đoković no acusó la pérdida del número uno y conquistó su 15º Masters 1000 (solo el segundo de esta temporada) batiendo a Juan Martín del Potro y manteniendo su prodigiosa racha en finales. El serbio ha disputado 60, y en 39 de ellas tuvo algún set de ventaja, ganándolas todas. La estadística perfecta cuando gana el primer set es de 31-0. Además, cuatro se han resuelto en el tie break del set final venciendo las cuatro veces.
En dobles, Ivan Dodig y Marcelo Melo lograron su primer título como pareja (que también es el primero para el croata en dobles) después de perseguirlo mucho tiempo. En semifinales batieron a los Bryan y en la final a los españoles Marrero y Verdasco. Solo otro croata había logrado un título de Masters 1000 en dobles: Goran Ivanišević en Roma’91, junto a Omar Camporese.
Levon Aronian aprovechó la ausencia de Magnus Carlsen, concentrado en el asalto del título mundial y campeón los dos años previos, para volver a ganar en Bilbao el Masters, como ya hiciera hace cuatro años.
El armenio terminó invicto (venció una vez con blancas, otra con negras y entabló cuatro veces). El torneo, que se creó en el 2008 e intenta reunir a los mejores jugadores del año, solo había visto a otro campeón invicto, Vladimir Kramnik en 2010.
El Vakifbank Estambul prolongó su temporada mágica (el año pasado ganó los 47 partidos que disputó y sumó cuatro títulos) con el mundial de clubes. Como siempre, desde que se restauró la competición en el 2010, la final se resolvió por 3-0, y el Vakifbank es el segundo club turco que se hace con el título, tras el Fenerbahçe en el 2010.
El Dinamo Moscú batió a sus compatriotas del Dinamo Kazan en la final masculina, ganó su tercer título y se convirtió en el cuarto club ruso distinto campeón en las cuarto últimas ediciones. Algo así solo lo hicieron los suecos entre 1991 y 1995, con cinco títulos seguidos con cinco equipos diferentes.
El campeón femenino fue el Kareby sueco, que batió en la final a las campeonas del Record Irkutsk. Para continuar la tradición las nórdicas tendrá que ganar otro título porque todos los equipos que fueron campeones han ganado más de un título.
Minnesota Lynx refrendó su marca en la liga regular (la mejor de los doce equipos de la competición) y consiguió su segundo título tras vapulear a Atlanta Dream. Las de Minnesota ganaron sus encuentros por 25, 25 y 9 puntos de ventaja y se convirtieron en la segunda franquicia que vence todos sus partidos de la final por al menos 9 puntos, tras hacerlo Los Angeles Sparks en el 2001 (las californianas derrotaron a Charlotte por 9 y 28 puntos). Por su parte, Atlanta prolonga su pesadilla al haber perdido sus nueve partidos del playoff final (seis de ellos ante Minnesota).
El test número 2097 en la historia del cricket era un instrascendente Bangladesh-Nueva Zelanda. El partido no pudo terminarse, pero el bangladesí Sohag Gazi entró en la historia. En la primera entrada logró 101 carreras y en la segunda un hat-trick, es decir, eliminar a tres bateadores rivales en tres bolas consecutivas. Es el 40º hat-trick en la historia de los test (el segundo para Bangladesh tras el logrado por Alok Kapali en el 2003), pero es el primero que llega acompañado de un century (100 o más carreras).
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Nils Nilsen (Ironman)
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