Venerando a San Siro

por JESUS GARRIDO el 16 octubre, 2013 • 3:40

Cada futbolista es un mundo. Todos tienen sus rituales antes, durante y después de jugar un partido de fútbol, ya sea entrar siempre con el pie derecho, dar unos saltitos tras superar la línea de cal, ponerse las medias del revés o santiguarse. Las creencias religiosas son muy personales para cada cual, hay quien se lo toma más en serio, otros menos y a otros les da igual. Unos son católicos, otros hacen la señal de la cruz al estilo ortodoxo. Los hay que rezan a Alá y los que se acuerdan simplemente de su amada o de su familia. Qué más da en realidad. Ninguno trata de demostrar nada ante las cámaras o los millones de ojos que están pendientes de ellos. Lo hacen porque se sienten más seguros para empezar a jugar, porque confían en que les dará suerte, aunque luego pierdan por goleada.

Desconozco, sinceramente, la religión que profesa Francesco Totti, aunque siendo un buen romano, es lógico pensar que será católico, más de palabra que de obra, es decir, no sé si irá a misa, pero más de una vez se habrá santiguado. Ignoro si tiene predilección por algún miembro de la Sagrada Familia, si se confiesa cada semana. Puede que cada noche, al llevar a los niños a la cama, se quede con ellos rezando un Padre Nuestro. Lo que está claro es que se siente mucho más cómodo cada vez que se acerca a San Siro, para desgracia de los pobres feligreses que pueblan cada semana las gradas del santuario milanés, ya sean nerazzurri o rossoneri.

Totti no hace diferenciación alguna entre unos parroquianos y otros, no quiere que se ofendan entre ellos para ver quién es el que se lleva más goles del capitano romanista. Bueno, probablemente milanistas e interistas preferirían haber encajado muchos menos. Tanto uno como otro han visto cómo su templo ha sido profanado siete veces por el segundo máximo goleador de la historia de la Serie A. En total, catorce goles anotados en el estadio en honor a Giuseppe Meazza, quien nunca imaginó que su casa sería el centro de las iras de un giallorosso. Fue el pasado fin de semana, en la confirmación del estilo de la Roma de Rudi García, cuando Totti igualó contra el Inter los goles que le había endosado al Milan en la capital lombarda, con los dos primeros tantos que sentenciaron el partido. Curiosamente, hacía cinco años y medio que Totti no marcaba al Inter en Milán, desde la temporada 2007-08, cuando adelantó a la Roma en el minuto 38 en un encuentro que acabó empatando Javier Zanetti a dos minutos del 90. Pues bien, se resarció de esa mala racha por partida doble.

Aún le queda al menos un partido en San Siro esta temporada, cuando el Milan hospede a la Roma en la jornada 16, allá por diciembre, para seguir ampliando su marca personal contra los equipos milaneses. Será otra posibilidad de añadir más motivos a una caja casi rebosante que tiene escrito por fuera estas palabras: Mundial de Brasil 2014.

* Jesús Garrido es periodista.

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– Foto: AFP