"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Asia, Pekín concretamente, es el lugar en el que, si el ciclo del tenis sigue su curso, Rafael Nadal ascenderá hasta la cima del ranking ATP. Esa ciudad, que tan buenos recuerdos le trae al tenista español tras su triunfo hace ya más de cinco años en los Juegos Olímpicos, puede convertirse en talismán. Aunque el tenista haya declarado en numerosas ocasiones que ser número uno, dos o tres a mitad de temporada le da igual mientras gane torneos (lo importante es llegar a final de año estando en la cima del ranking), ya no quedan prácticamente torneos para que se dispute la Copa de Maestros (donde no estará Murray tras su reciente operación).
El manacorense depende de sí mismo. Si gana, el número uno será suyo. Aunque hay otras combinaciones posibles. A Nadal le basta con que Djokovic, quien defiende título en China, no llegue a la final de este torneo, que reparte 500 puntos. De todas formas, aunque no lo logre en este torneo menor, parece seguro que Nadal conseguirá estar en lo más alto del ranking al finalizar la gira asiática. De 64 partidos jugados este año ha ganado 61. Y la estadística es más sorprendente en pista rápida, donde Nadal cuenta todos sus partidos por victorias: 22 de 22.
Lo cierto es que tras su triunfante regreso a las pistas después de más de medio año apartado de ellas, todo indicaba a que tarde o temprano el balear acabaría destronando a Novak Djokovic. Sin embargo, tras la sorprendente derrota en primera ronda de Wimbledon frente a Darcis, el asalto al número uno comenzó a parecer más complicado. Pero sus ganas, su ilusión y capacidad de superación (y claro, su enorme calidad) han hecho que esa derrota en el All England Lawn Tennis and Croquet Club haya sido la última hasta el momento. Desde entonces, todos sus partidos se cuentan por victorias; por triunfos aplastantes sobre sus rivales. Nadal es ahora segundo de la ATP, a tan solo 260 puntos del tenista serbio, pero el trono parece que va a tener otro dueño, y no precisamente por la abdicación de Nole, sino por la fuerza que está demostrando Rafa.
El Open de China reparte 2.637.000 euros, 411.000 euros para el ganador y 185.000 para el otro finalista, aunque en esta ocasión tienen más importancia los puntos que el dinero: 500 para el ganador, 300 para el finalista y 180 para los semifinalistas. Pese a no tratarse de un Master 1000, el torneo cuenta con un cartel de auténtico lujo. En el cuadro están seis de los diez mejores jugadores del momento: Djokovic, Nadal, Ferrer (que viene de perder en cuartos de Malasia), Berdych, Gasquet y Wawrinka. Por supuesto, Nole y Rafa van por lados distintos del cuadro, pudiéndose enfrentar solo en la última ronda. A priori, ambos lados parecen complicados. Si quiere alcanzar la última ronda, Nadal tendrá que enfrentarse (si todo va según lo previsto) al alemán Kohlschreiber en octavos de final, a Tommy Robredo o Tommy Haas en cuartos y al checo Berdych en semifinales, repitiéndose la final de hace tres semanas en el US Open contra el serbio. Nole se enfrentará, en principio, al checo Rosol, Fernando Verdasco, Wawrinka y Ferrer o Gasquet antes de medirse con el balear.
Nadal acumula hasta el momento un total de 102 semanas como número uno de la ATP, curiosamente las mismas que el serbio. El líder indiscutible de esta clasificación es el suizo Roger Federer, con 302 semanas en lo más alto. Tanto Nole como Rafa tienen a tiro al sueco Björn Borg, sexto de esta clasificación con 109 semanas.
* Karel López.
– Foto: Claude Paris (AP)
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