Raymond Braine: la creatividad y eficacia de los ‘diablos rojos’
Estrella del fútbol europeo en el período de entreguerras. En Bélgica los historiadores y analistas le sitúan únicamente por detrás de Paul Van Himst en la lista de mejores jugadores del país. La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo seleccionó en la 64ª posición de futbolistas más importantes del viejo continente en el siglo XX. Nacido el 28 de abril de 1907 en Berchem, un barrio al sur de Amberes (Bélgica), fue un delantero goleador de exquisita calidad. Rápido, técnico, con buen regate y gran disparo con ambas piernas, su oportunismo y excelente colocación le convirtieron en un auténtico depredador del área.
Sus primeros pasos los dio en el Beerschot AC, adonde llegó en 1923. Allí ya se encontraba su hermano Pierre, siete años mayor que él y que llevaba jugando en el club antuerpiense desde 1919. Debutó en Primera ante el Daring Bruselas en un partido en el que perdieron por 3-0. La campaña siguiente consiguió su primer título en la élite del fútbol con la consecución de la liga tras superar el Beerschot AC a la Union Saint-Gilloise por un sólo punto. A partir de aquí se inició una cosecha que continuaría con las ligas de 1925 (aventajando en 6 puntos al Royal Amberes), 1926 (con el Standard de Lieja a 7 puntos) y 1928 (de nuevo imponiéndose al Standard de Lieja por 11 puntos). Fue el máximo goleador de la competición en 1928 y 1929. El profesionalismo no se había instaurado en el fútbol belga y, aunque algunos jugadores recibían dinero (no de forma oficial), completaban sus ingresos con la apertura de establecimientos hosteleros. A finales de los años veinte, la federación belga impuso la condición de que el jugador que explotase un establecimiento no formara parte del primer equipo de la entidad, lo que llevó a Braine a tomar la decisión de marcharse al extranjero.
Su primer destino fue Inglaterra, donde probó en el Clapton Orient, pero no pudo obtener el permiso de trabajo. A continuación viajó a Praga y firmó con el Sparta un gran contrato que lo convirtió en el primer jugador profesional belga. A los tres días se produjo su estreno oficial en la Copa Mitropa en el encuentro de ida ante el First Vienna, al que derrotaron por 2-1 con un tanto suyo. En la vuelta ganaron de nuevo por 3-2 y en semifinales ganaron a la Ambrosiana de Milán (actual Inter) con un global de 8-3 a favor en la eliminatoria. En la final, un potente Rapid Viena les dejó sin título. En 1932 obtuvo su primer entorchado con el Sparta al conquistar la liga por delante del eterno rival, el Slavia, ayudando con sus goles, que le convirtieron en el mejor artillero del torneo. Dos años después compartió otro trofeo de goleador con Jiri Sobotka (Slavia Praga) y en 1935 alzó junto con sus compañeros Jaroslav Bugr, Josef Kostalek, Oldrich Nejedly y Jaroslav Boucek, entre otros, el trofeo continental más importante de la época, la Copa Mitropa. En octavos batieron al First Vienna por un parcial de 4-6, en cuartos de final hicieron lo propio con la Fiorentina por 8-4 y en semifinales, tras un desempate, vencieron a la Juventus por 5-1 y pasaron a la final. Se enfrentaron al Ferencvaros y en el encuentro de ida celebrado en Budapest venció el equipo local por 2-1, diana lograda por Braine. En la vuelta, el Sparta fue un vendaval y logró la victoria por 3-0, los dos últimos goles logrados por Braine en el minuto 34 y el 69.
En 1936 jugó su última campaña con los rojos y se despidió de la mejor forma posible, con otra liga ganada por mejor goal average general que el Slavia. Regresó a Bélgica, al Beerschot AC, en el que ampliaría su palmarés con dos ligas más de forma consecutiva en 1938 y 1939. Con el estallido de la II Guerra Mundial se cancelaron varias temporadas y hasta 1941 no se reinició la competición. En el club violeta permaneció dos cursos más (1941-1942 y 1942-1943) y, tras 255 partidos y 210 goles entre las dos épocas, se marchó al R.C.S. La Forestoise, donde en 1944 puso fin a su carrera destacando como defensa.
Selección belga (1925)
Con la selección de Bélgica fue internacional durante 14 años (1925-1939), en los que disputó 54 partidos y anotó 26 goles. Su primer encuentro tuvo lugar en Amberes ante los Países Bajos, que ganó a su vecino del sur por la mínima. Asistió a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928 y en primera ronda marcó dos goles en la victoria ante Luxemburgo por 5-3. En la segunda fase, pese a que volvió a marcar, Bélgica perdió contra Argentina por 6-3. Esto les hizo participar en el torneo de consolación, donde los Países Bajos les vencieron en semifinales por 3-1 con otra diana suya. Debido a su estancia en el Sparta de Praga no pudo ser convocado para los mundiales de Uruguay en 1930 e Italia en 1934, aunque en este último estuvo tentado por la federación checa para que se nacionalizase y jugase con ellos, algo que Braine rechazó. Tras regresar a su país volvió a las convocatorias con los diablos rojos y jugó los partidos de clasificación ante los Países Bajos (1-1) y Luxemburgo (3-2) para el Mundial de Francia de 1938. Belgas y neerlandeses lideraron el grupo con 3 puntos y obtuvieron el billete al torneo. En tierras francesas, Bélgica quedó emparejada con el anfitrión, que a las primeras de cambio le envió a casa tras ganarles con claridad por 3-1. Braine vistió por última vez la camiseta roja un año más tarde en un amistoso con Polonia en Lodz que terminó en empate a tres.
Ejerció como entrenador tras su retirada y dirigió a varios clubes belgas, entre los que destacan el Mol Sport, el Stade Kortrijk y el Beringen FC. Además del fútbol también practicó otros deportes, como el patinaje de velocidad y la esgrima, siendo en varias ocasiones campeón de Bélgica. En 1940 hizo de papel protagonista en la comedia Wit es troef. Falleció el día de Navidad de 1978 en Amberes a los 71 años.
* Alberto Cosín
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