El apodo de Millonarios para River Plate nació a principios de la década de los 30 con el fichaje de Carlos Peucelle y el de Bernabé Ferreyra un año más tarde. Con la llegada del profesionalismo al fútbol argentino en 1931, River se lanzó a por Peucelle y pagó por él 10.000 pesos. Existía temor de que otro club lo tentase y esa fue la razón del gran desembolso, cuando en realidad en aquel momento no había obligación de pagar por un jugador. Nació el 13 de septiembre de 1908 en Buenos Aires (Argentina), se desempeñaba principalmente como extremo derecho, aunque en ocasiones abandonaba la raya de cal para jugar por el centro. Jugador rápido y técnico, buen rematador, dotado de un estilo singular, pero habilidoso en el regate y con una magnífica visión de juego. Le llamaban Barullo por la cantidad de problemas que ponía a las defensas contrarias.
Comenzó a jugar desde muy pequeño e ingresó en el C. D. Anchorena para pasar poco después a la cantera de Boca Juniors, donde llegó con 16 años. Una huelga en los años 20 le llevó a San Telmo y, posteriormente, a Sportivo Baracas, conjunto con el que debutó en Primera División. Tras un breve paso por Nacional de Adrogué y de nuevo por San Telmo fichó por el Sportivo Buenos Aires en 1927 y allí empezó a consolidarse en la élite con grandes actuaciones. Era un club humilde de la época amateur en Argentina, cuando en Primera participaban alrededor de 35 equipos. Con Peucelle vistiendo de blanquiazul rondaron la mitad de la tabla con un undécimo lugar en 1930 como mejor puesto. Un año más tarde, con el paso al profesionalismo en el fútbol argentino y la nueva filosofía de River Plate, fichó por la entidad de la franja roja y se convirtió en el estandarte del nuevo proyecto.
Los trofeos no tardaron en llegar y en 1932 conquistó la liga tras vencer en el partido de desempate a Independiente de Avellaneda por 3-0, el segundo obra de Peucelle. Además, también ganó la Copa Competencia al derrotar en la final a Estudiantes de la Plata por 1-3, con otra diana de nuestro protagonista. El histórico equipo base de aquel curso en River fue el siguiente: Sebastián Santos Sirni; Roberto Basílico, Alberto Cuello; Carlos Santamaría, Manuel Dañil, Esteban Malazzo; Carlos Peucelle, Juan Carlos Arrillaga, Bernabé Ferreyra, Pedro Lago y Oscar Sciarra. Hubo que esperar hasta 1936 para obtener otro entorchado liguero, esta vez después de aventajar en cuatro puntos a San Lorenzo de Almagro. Al final de la temporada, en la Copa de Oro se enfrentaron Millonarios y Cuervos (San Lorenzo de Almagro) para dilucidar al representante argentino en la Copa Río de la Plata (la disputan los campeones argentino y uruguayo) y River se impuso por 4-2. En dicho torneo tuvieron enfrente a Peñarol, al que golearon por 1-5.
En 1937, River revalidó el título de Primera División con Independiente seis puntos por detrás. También ganó la primera Copa Doctor Carlos Ibarguren al apabullar en la final por 5-0 a Rosario Central y la segunda Copa Río de la Plata tras hacer lo propio con Peñarol por 5-2. La Banda disputaba sus encuentros en el Estadio Alvear y Tagle hasta que el presidente Antonio Vespucio Liberti se hizo con unos terrenos y se construyó el Monumental. La inauguración fue el 25 de mayo de 1938 en un duelo contra Peñarol de Montevideo, y Peucelle tuvo la fortuna de anotar el primer tanto del mítico recinto en la victoria ante los uruguayos por 3-1. La cuarta y última liga del palmarés de Barullo llegó en 1941 tras dos subcampeonatos en 1938 y 1939. En un equipo con Yácono, Pedernera, Labruna o de Deambrossi, la superioridad en el campeonato fue total y sólo San Lorenzo (que se quedó a cuatro puntos) opuso algo de resistencia. La temporada se completó con otra Copa Doctor Carlos Ibarguren lograda contra Newell’s Old Boys (3-0), la Copa Río de la Plata obtenida con un parcial de 7-2 frente a Nacional de Montevideo y la Copa Adrián Escobar cosechada ante Huracán (1-0). Al acabar el curso, Carlos Peucelle, con 33 años y un bagaje en diez temporadas de 407 encuentros y 143 goles, puso fin a su carrera.
Con la selección argentina disputó 29 partidos y marcó 12 goles. Debutó en 1928 con 19 años frente a Uruguay en la Copa Lipton, que ganó Argentina tras empatar a dos en tierras uruguayas. En 1929 formó parte de la escuadra albiceleste que participó en la Copa América jugada en Argentina. Fue titular en los tres partidos del torneo: la victoria ante Perú por 3-0 con tanto incluido, en el duelo frente a Paraguay con triunfo local por 4-1 y en el enfrentamiento ante Uruguay, al que derrotaron por 2-0, proclamándose campeones continentales. Para el Mundial de Uruguay de 1930 era un fijo del combinado nacional y tuvo un brillante papel en el plano individual, con tres goles. Argentina quedó encuadrada en un grupo con Chile, Francia y México que acabó liderando con pleno de victorias tras imponerse a los europeos por 1-0, a los norteamericanos por 6-3 y a los sudamericanos por 3-1. En semifinales esperaba Estados Unidos, que no supuso un gran rival y acabó cayendo por 6-1. La gran final se celebró el 30 de julio en el Estadio Centenario de Montevideo frente a Uruguay, con 68.000 personas en las gradas. Al descanso Argentina ganaba por 1-2 gracias a los tantos de Peucelle, tras rematar un pase de Ferreira, y Stábile. Sin embargo, en la segunda parte Uruguay dio la vuelta al marcador y acabó llevándose el triunfo por 4-2.
Hasta 1937 Peucelle no volvió a asistir a un evento de importancia: ese año es convocado para la Copa América, la Copa Lipton y la Copa Newton. En el torneo continental, Argentina era la anfitriona y favorita. Consiguió ganar a Brasil, Paraguay, Chile y Perú, pero volvió a caer frente a Uruguay. Esto hizo que Brasil y Argentina empatasen a 8 puntos en la clasificación, por lo que tuvo que jugarse un partido de desempate. En el Estadio Gasómetro de Boedo en Buenos Aires, Argentina, con Peucelle entrando en el descanso, se impuso por 2-0 a Brasil en la prórroga y conquistó la quinta Copa América de su historia. Además, también salieron vencedores de la Copa Lipton y la Copa Newton tras doblegar a Uruguay por 5-1 y 3-0. Peucelle se despidió de la albiceleste en 1940, con gol incluido en la victoria en la Copa Roca frente a Brasil por 5-1.
Poco tiempo después de abandonar los terrenos de juego empezó su nueva faceta como técnico. Inició su andadura en las categorías inferiores de River y como ayudante de Renato Cesarini en el primer equipo. Ambos fueron dando forma y puliendo uno de los mejores conjuntos de la historia del club que contaba con la delantera conocida como La Máquina. Una de las ideas clave fue de Peucelle, al decidir que Pedernera dejase la banda y jugase como nueve en una posición algo más retrasada. Alcanzaron entre otros títulos las ligas de 1942, 1946 y 1947, la Copa Doctor Carlos Ibarguren en 1942 y la Copa Río de la Plata en 1945 y 1947. Peucelle dirigió a River en 1946, pero la razón por la que es más recordado es la formación de jugadores como Alfredo Dí Stefano, Amadeo Carrizo o Nestor Pipo Rossi. Permaneció hasta 1949 en la institución, momento en el que dio un giro a su vida para entrenar a otros conjuntos. Fugazmente se sentó en el banquillo de San Lorenzo y Huracán y a continuación se marchó a Colombia. Allí abrió una escuela de fútbol y se puso al frente del Deportivo Calí. Su siguiente destino fue Costa Rica, donde salió subcampeón con Deportivo Saprissa en 1957. Más tarde también estuvo en el Sporting de Cristal peruano y el Club Olimpia paraguayo. Entre 1962 y 1965 volvió a las categorías inferiores de River y en 1974 regresó al club bonaerense de forma definitiva.
Falleció el 1 de abril de 1990 en Buenos Aires a la edad de 81 años.
* Alberto Cosín
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