El declive que en los últimos años están experimentando la mayoría de los clubes argentinos más prestigiosos tuvo su momento culminante este fin de semana. Por primera vez en la historia, los denominados cinco grandes del fútbol argentino cayeron derrotados en la misma jornada. Ni siquiera había ocurrido cuando Racing Club de Avellaneda, River o San Lorenzo estuvieron en la B.
Al contrario de lo que pueda parecer, los cinco grandes no se corresponden con los clubes más laureados de Argentina, ni con los que más años han permanecido en primera, ni tampoco con los de mayor volumen de su masa social. La leyenda de los cinco grandes del fútbol nace en 1937, tres años después del nacimiento de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Eran los comienzos del profesionalismo y los clubes más populares comenzaban a reclamar privilegios a la hora de tomar decisiones. Así, se estableció un sistema de votaciones entre clubes, en el que se daba mayor valor al voto de clubes que tuvieran más de 15.000 socios, 20 años de participación consecutiva en los torneos oficiales y que hubieran salido campeón un mínimo de dos temporadas. Cinco clubes cumplían estas condiciones: Boca Juniors, Racing de Avellaneda, San Lorenzo de Almagro, Independiente de Avellaneda y River Plate. A partir de ese momento los enfrentamientos entre estos cinco clubes se denominarían clásicos, siendo el Racing-River el más antiguo de todos. La fuerza que cobró la denominación de los cinco grandes fue tal que ni la irrupción de algunos equipos argentinos que superaron a algunos de estos grandes clubes en muchos factores pudo alterar la composición de este privilegiado grupo. Así, Estudiantes de la Plata –tercer club argentino con más torneos internacionales–, Huracán, Newell’s –cuarto equipo con más socios–, Rosario Central y Vélez Sarsfield –segundo equipo con más temporadas consecutivas en Primera (71) tras Boca, único que nunca descendió– reclamaron su condición de grande, pero la caracterización tan arraigada que han tenido los cinco grandes en la cultura futbolística argentina les han impedido formar parte de este selecto club.
En un fin de semana aciago para esos cinco equipos, River perdió en casa frente a Colón por 1-2. Ramón Díaz, 14 años y 41 partidos después volvía a caer en El Monumental como técnico del equipo millonario. Mientras, Boca, al que ni siquiera la llegada de Carlos Bianchi al banquillo xeneize la temporada pasada le está haciendo funcionar, perdió por 2-0 en el estadio Ciudad de la Plata ante Estudiantes, con dos goles de Carrillo.
Los vecinos de Avellaneda iban a vivir una situación insólita. Tanto Racing como Independiente iban a despedir a sus técnicos el mismo fin de semana tras caer, los de La Academia ante Arsenal por 0-2, y el Rojo, que sigue sin ganar en la B, ante Atlético Tucumán por 2-1.
La derrota en casa ante Lanús por la Copa Sudamericana, sumada a las tres derrotas y un empate en los cuatro primeros partidos del campeonato, fueron suficiente para que el presidente de Racing, Gastón Cogorno, junto con el mánager deportivo, Roberto Fabián Ayala –ex de Valencia y Zaragoza–, decidieran depedir al técnico Luis Zubeldia, cuyos máximos logros en el club de Avellaneda fueron la final de la Copa argentina –que perdería ante Boca– en el 2012 y el hecho de haber hecho debutar a nueve juveniles, algunos con mucha proyección como Luciano Vietto, Rodrigo De Paul o Ricardo Centurión.
Miguel Ángel Brindisi llegó a Independiente para dirigir al Rojo en el tramo final de la temporada pasada, con el equipo desahuciado y en busca de una proeza que evitara el primer descenso en la historia del club. El milagro no se dio, Independiente se fue a la B y su presidente, Javier Cantero, confió en Brindisi para devolver al equipo a donde le corresponde por palmarés e historia. Un arranque desastroso, con 2 puntos de 12 posibles y juego muy pobre, ha hecho que la directiva de Independiente acabara por forzar a Cantero, uno de los pocos que apostaba por su continuidad, para que comunicara al técnico la intención de prescindir de sus servicios. Así las cosas, Brindisi cierra su segunda etapa en Independiente con 3 victorias y 7 empates en 16 encuentros.
El lunes quedaba por jugarse el Quilmes-San Lorenzo de Almagro, con la posibilidad de que se produjera lo nunca visto. Y sucedió. La hinchada de Quilmes recibía a su equipo con una tremenda pancarta en la que se podía leer: Para la gente sos Quilmes. Para mí sos todo. En un partido de ida y vuelta, Arnaldo González anotó su primer gol en Primera a 13 minutos para el final y deshizo el empate a dos a favor de Quilmes. La derrota del equipo dirigido por Juan Antonio Pizzi –ex de Tenerife y F. C. Barcelona– consumaba una jornada negra para los cinco grandes, que mucho tendrán que revertir sus situaciones para que esa denominación deje de ser un formalismo y vuelva a representar una realidad palpable.
* Alberto Egea.
– Fotos: Fútbol para todos
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