Pepe Mel anda gestando un nuevo Betis, un nuevo modelo de juego con diferencias importantes con respecto al anterior. Tantas como inevitables tras renovar a media platilla. Pese a que el balón no ha empezado a rodar oficialmente, ya se empiezan a vislumbrar algunos cambios relevantes. Con la llegada de Joan Verdú, y la adecuación del esquema a él, los laterales béticos están llamados a gozar de mayor recorrido. La amplitud que aporten se presenta clave, y el club ha actuado en consecuencia incorporando a Dídac Vilà (AC Milan), para su banda izquierda, y a Markus Steinhöfer (FC Basel), para el sector opuesto.
La llegada de Joan Verdú y la marcha de Beñat condicionan mucho. Por ello, en el esquema base la presencia de la figura del mediapunta será más que frecuente. El 4- 4-2 abre paso a un 4-2-3-1 en la que presencia interior de los atacantes será mayor. Es decir, será un Betis con un peso notable en el carril central, y por ello Pepe Mel no ha dudado en reclamar a la secretaría técnica laterales capaces de aportar holgura en ataque y que lleguen a la línea de fondo con cierta asiduidad. La amplitud de juego bético dependerá de ellos, especialmente cuando la tendencia de los atacantes sea la diagonal interior. Por ello, los fichajes de Dídac y Steinhöfer cobran mucho sentido; ambos son laterales de naturaleza ofensiva y disciplinados en el repliegue, jugadores de mayor productividad ofensiva que los laterales con los que ya contaba Pepe Mel. Éste ya disponía de futbolistas con presencia en campo contrario, incluso con Nacho hasta cierta solvencia con el balón, pero carecía de laterales con cualidades para desestabilizar, para sumar con frecuencia en fase ofensiva. Nadie les regalará la titularidad a los nuevos fichajes, pero sí que se muestran como opciones más óptimas para complementar los movimientos de jugadores como Rubén Castro, Chuli, Cedric o el canterano Sergio.
Pepe Mel ha manifestado en varias ocasiones su gusto por equipos con laterales largos. Aun así, en las dos últimas temporadas, en este aspecto ha prevalecido el equipo a los gustos. Los sectores laterales eran la zona más débil del plantel, y ninguno de los jugadores de dicha demarcación era especialmente productivo en sus incorporaciones. La sangría en éstas zonas en el regreso del equipo verdiblanco a Primera División era más que evidente y al técnico bético no le quedó otra que dar un pequeño giro en su idea. El retorno de los extremos se hizo imperativo y las incorporaciones de los laterales se vieron reducidas. Además, el repliegue en 4-4-2 sería innegociable. Esta temporada, como se mencionaba anteriormente, parece que esta consigna cambiará. La apuesta por una medular con menor responsabilidad en la gestación que el curso pasado permitirá un mejor posicionamiento defensivo y la posibilidad de bascular para ayudar a los laterales. Este hecho beneficia a los atacantes béticos, quienes tendrán una menor exigencia defensiva y no quedarán excluidos de trabajo. Es decir, Pepe Mel ya tiene los escudos para defender los espacios que los laterales concedan en sus incorporaciones. Sin ir más lejos, tanto Nosa Igiebor como Lorenzo Reyes son dos jugadores con bastante movilidad sobre el eje horizontal. Se espera la llegada de un mediocentro defensivo que garantice mayor solidez, de hecho Mel se está mostrando bastante insistente con ello durante la pretemporada.
Aunque el técnico bético permita más libertad ofensiva a los laterales esta temporada, parece que, como viene siendo habitual sea quien sea el lateral, difícilmente ambos podrán permanecer a una altura excesiva al mismo tiempo. El 3+1 ha sido innegociable desde que Mel capitanea la nave bética. Por otro lado, parece claro que el Betis, con las incorporaciones de Dídac y Steinhöfer, se asegura recursos para combatir la falta de amplitud de la temporada pasada como cuando Rubén Castro y Dorlan Pabón actuaban en la banda, jugadores que tendían a recibir algo alejados de la línea de cal. De hecho, Pepe Mel tendrá a su disposición una gran cantidad de recursos y variantes. Modificar su intención inicial no será complejo. La intención y propuesta siempre estará supeditada a los jugadores que estén sobre el verde.
* Miguel Verdugo.
– Foto: EFE
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